Un municipio madrileño cede gratis a una empresa 170 hectáreas para construir su tercer campo de golf
La localidad madrileña de Algete, de poco más de 22.000 habitantes, va camino de construir su tercer campo de golf. Al menos es lo que pretende el Gobierno municipal, del PP, que ha suscrito un acuerdo con la Federación de Golf de Madrid por el que cede gratis durante 75 años de dos fincas públicas. En total son unas 170 hectáreas calificadas como “Zonas de Especial Conservación” por su valor ambiental.
El negocio es, cuanto menos, dudoso. Y así lo expone el interventor municipal, que ha emitido un análisis económico negativo. A cambio de quedarse con los terrenos, la empresa deberá contribuir con unas “medidas compensatorias”, como el mantenimiento de los terrenos y de otras zonas verdes del municipio.
El tercer campo de golf lleva planeando sobre Algete desde hace varios años. De hecho, el convenio entre el Consistorio y la Federación de Golf de Madrid aprobado en el pleno municipal el pasado 29 de octubre es una ampliación de un acuerdo anterior, de 2010, que la empresa incumplió. Entonces se cedió una de las fincas —la de Soto de la Heredad de la Torre—, pero el césped y los hoyos no llegaron a materializarse. Ahora, a pesar del incumplimiento de ese convenio, el Ayuntamiento firma otro acuerdo con la misma entidad, en el que añade una finca más a la cesión —la de Soto de las Huelgas— donde se situará finalmente el campo.
El traspaso de las 170 hectáreas no supondrá ningún ingreso para las arcas públicas del consistorio. Es uno de los principales inconvenientes que el interventor aduce en su informe negativo, al que ha tenido acceso eldiario.es. Se trata de una “cesión gratuita con carga onerosa modal” (que se exige una compensación inferior al precio de lo donado). El Ayuntamiento no ingresa nada por la cesión de las dos fincas pero, a cambio, la Federación de Golf de Madrid deberá cumplir con algunas compensaciones, como ventajas económicas para los vecinos en sus instalaciones, la construcción de un Centro de Interpretación de la Naturaleza y el mantenimiento de las dos fincas y otras zonas verdes del municipio, de las que se ocupaba hasta el momento la empresa pública GESERAL.
El Gobierno local defiende que “será el único campo público, y además serviría para restaurar las fincas según las necesidades recomendadas por Medio Ambiente”. La Red Natura 2000, a la que pertenecen las fincas, tiene como objeto garantizar el mantenimiento de hábitats naturales y exige esta responsabilidad a los Estados, según la Directiva europea Hábitats. El cuidado no se ha llevado a cabo, según un informe de un técnico del Ayuntamiento del 11 de julio de 2014. Ahora el consistorio rebota estas tareas a la empresa Federación de Golf de Madrid a través de las medidas compensatorias.
El interventor municipal no considera suficiente esta razón y cree que el trámite “no constituye el procedimiento más adecuado” dadas las cuentas del municipio, afectadas por una “bajada de impuestos” y “una realidad económico financiera de elevada deuda”. La deuda que figura en los presupuestos de 2014 asciende a 34,6 millones. “La intervención entiende que la Corporación no está en situación de desdeñar cualquier vía que pueda reportar ingresos y alivio a las arcas municipales”.
Además, la valoración de las compensaciones económicas no queda clara. El interventor apunta que “no puede determinar si la valoración aportada” por la Federación de Golf de Madrid se ajusta o no a las medidas “correctoras del impacto ambiental” que la empresa cifra en 13,4 millones de euros. Pero el baile de números es aún mayor. El Ayuntamiento asegura en un dossier que las medidas suponen más de 29 millones, y que la inversión privada total ascenderá a “68 millones”.
Las fincas fueron restauradas con dinero público
Varias asociaciones de vecinos y la oposición política rechazan el trato con el mismo argumento: no es necesario otro campo de golf. “Si aquí la gente no juega al golf”, abunda Sergio Velasco, secretario general de Vecinos Por Algete, un partido actualmente sin representación municipal. “Y quien juegue ya tiene dos campos para hacerlo, no vemos la necesidad de ceder a una empresa una zona para disfrute de los vecinos por 75 años”, continúa.
Además, ambas fincas fueron restauradas con dinero público hace años, un “agravante” según entienden en Ecologistas en Acción. “En la finca de Soto de la Heredad se plantaron 14.000 árboles por los destrozos ocasionados en las obras de ampliación del aeropuerto de Barajas”, cuenta Mª Ángeles Nieto, coordinadora de la organización en Madrid. Según exponen los activistas, esto supuso un millón de euros de las arcas públicas. “A esto hay que sumar el dinero del Proyecto Cauce, por el que se restauró la finca de Soto de las Huelgas, se creó una laguna y recorridos con paneles informativos”, continúa Nieto.
La pérdida de ese patrimonio público –y el hecho de que sea por un campo de golf– y el desventajoso acuerdo económico son los principales motivos expuestos en las alegaciones en contra del convenio. “Es un trato que no cabe en la mente de nadie. Por eso piensas que puede haber intereses de alguien detrás”, asegura Sergio Velasco. Mª Ángeles Nieto tampoco encuentra ninguna explicación coherente para el acuerdo. “Porque si lo que buscan es el beneficio económico, podrían obtener más dinero, como ha dicho el interventor”, señala.
Polémica con los anteriores campos de golf
Ecologistas en Acción lleva años luchando contra la implantación de campos de golf en zonas protegidas. En 2007 un informe de impacto ambiental positivo de la Consejería de Medio Ambiente permitió las obras de los dos campos de golf de Algete, que había evitado un informe negativo de 2001.
Esa autorización permitió la construcción de los dos campos de Golf La Moraleja. El proyecto, también en un terreno con protección ambiental, llegó de mano del anterior gobierno, de PSOE e IU. “Veíamos que la Comunidad de Madrid estaba consiguiendo instalar campos de golf por un lado o por otro así que, ya que iban a llegar a Algete, intentamos sacar un beneficio para el municipio”, se justifica Esperanza Martínez, portavoz de IU y concejal de Medio Ambiente cuando se firmó el convenio. “Por eso pedimos 3,5 millones. Además cedíamos una pequeña parte, 19 hectáreas de Soto de la Heredad, para que se hiciera una escuela municipal de golf para los vecinos”, añade.
La escuela municipal nunca llegó a constuirse, ni tampoco el Centro de Educación Ambiental que también exigía el convenio de 2005 entre Golf La Moraleja y el consistorio. Eso sí, los 3,5 millones destinados a este concepto (1,5 a cargo de Golf La Moraleja y dos a Soto de Algete, S.A.) sí se pagaron, según confirman en la empresa a eldiario.es. “Golf La Moraleja desconoce por qué no se ha puesto en marcha el centro de educación ambiental. No obstante, sí se ha interesado por el tema y el Ayuntamiento de Algete ha respondido que aún están a tiempo de hacerlo”, señalan.
La empresa presentó un recurso por la vía de lo contencioso administrativo porque, además, estas instalaciones debían situarse en Soto de la Heredad, finca cedida ahora a la Federación de Golf de Madrid. Aunque el problema no se ha resuelto, “el anterior Consejo de Administración desestimó seguir adelante y terminó retirándolo”, afirman en la empresa. La nueva dirección, elegida el pasado 11 de noviembre, aún desconoce qué hará con el caso. En el consistorio, en cambio, afirman que la empresa “dejó sin efecto su oposición una vez comprobado que no le influía negativamente”. El Ayuntamiento ha vuelto a encargar un Centro de Interpretación de la Naturaleza, pero ahora a la Federación de Golf de Madrid.
Los vecinos no se rinden. Esperan que la Comunidad de Madrid, que es la que debe dar los siguientes pasos para autorizar el proyecto (respaldar la cesión del derecho de superficie de las fincas y emitir un informe favorable de impacto ambiental) echen atrás lo que consideran un despropósito. “Están cerca las elecciones y vamos a intentar obstaculizar cada paso para que no puedan autorizar el proyecto antes de mayo”, defiende Sergio Velasco.