Las astrónomas abandonan sus carreras tres veces más rápido que sus compañeros hombres

Las mujeres que deciden dedicarse a un campo tan complejo como el de la Astronomía no son inmunes a las brechas de género que se dan en otras ciencias. Así lo atestigua un estudio que alerta de que ellas abandonan su carrera profesional en la astronomía tres veces más rápido que los hombres. Una situación que no se explica solo con un par de motivos, pero en la que tienen un papel determinante el machismo y las brechas de género y sociales que existen.

El trabajo, que publica la revista Nature en su web, está elaborado por el también astrónomo Kevin Flaherty. Este investigador parte del tiempo que pasan hombres y mujeres en contratos postdoctorales hasta que logran un trabajo estable. La principal conclusión es que ellas abandonan la carrera profesional mucho antes de lograr ese puesto indefinido, mientras que ellos perseveran. Y que ese abandono no tiene nada que ver con la calidad de su trabajo, como deja claro el documento.

Es ahí donde entran ciertos aspectos que Flaherty destaca en su estudio. Y que no sorprenden si se tiene en cuenta la evidente desigualdad laboral que afecta a las mujeres. Algunos de estos obstáculos son estructurales en la astronomía, como las brechas en la evaluación de su desempeño, el tiempo que pueden disponer de un telescopio o que las cartas de recomendación sean menos atractivas si son para ellas. A esto se suma que son menos citadas en estudios y que no reciben tantas invitaciones como los hombres a congresos. Además, son víctimas de acoso sexual, sufrido por un 28% de post doctorados, del que el 88% eran mujeres.

También aparecen cuestiones como que una pareja pueda trabajar en la misma ciudad. Una situación que afecta mucho a los que se dedican a la astronomía, ya que los contratos postdoctorales pueden implicar una movilidad geográfica notable. “No creo que se pueda aplicar a España. Al menos no a este nivel de EEUU que menciona”, dice la astrofísica de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) María Santos-Lleo en conversación con eldiario.es. Esta investigadora, que está al frente de la misión de la ESA XMM-Newton, señala que el estudio es un trabajo muy preliminar. Pero sí apunta que “parece que la mujer tiene más tendencia a seguir al hombre y renunciar antes que él a su carrera”. Una decisión que puede implicar “quedarse fuera” del sector, ya que “parar un año o dos en un trabajo como este tiene ese coste”.

En la senda de otros estudios similares

El propio autor admite que su trabajo es solo un pequeño paso en algo que necesita mucha más dedicación. Por ejemplo, una de sus principales fuentes es un foro en el que los investigadores intercambian información sobre los puestos que hay disponibles en la carrera astronómica. Tampoco ha tenido en cuenta en la muestra la raza o la etnia, para así evitar que se identifique a los participantes por ser un campo de conocimiento reducido.

“El abandono de las carreras profesionales en STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés) por parte de las mujeres es un problema real que, por suerte, empieza a ganar visibilidad. Aunque usa datos aproximados, sus conclusiones coinciden con las tendencias que muestran otros estudios oficiales”, explica la investigadora Sabela Ramos Garea, que cita otros documentos de la Comisión Europeael CSIC que refuerzan que esto también ocurre en sectores industriales.

La también ingeniera apunta a que “la falta de medidas de conciliación y los horarios extensos”, sumados a los viajes y a que “la conciliación sigue siendo cosa mayoritaria de mujeres”, puede estar detrás de esta tendencia. “A esto se suma la falta de inclusión y la existencia de sesgos inconscientes que causan, por ejemplo, que a las mujeres se les interrumpa más o tengan que demostrar más a menudo sus habilidades”, asegura Ramos Garea.

La investigadora Itziar Aretxaga, que trabaja en el Instituto Nacional de Astrofísica de México desde hace más de 20 años, incide en que ni este estudio ni otros apuntan a una explicación completa del abandono del sector por parte de las mujeres. “Pero sí hay bastante documentación que señala que las mujeres no están en puestos destacados a pesar de ser mayoría, como un libro blanco que elaboró el Ministerio de Ciencia cuando Cristina Garmendia estaba al frente”, destaca Aretxaga.

Según esta experta, donde la desigualdad es más evidente es “al analizar la progresión de las académicas cuando ya tienen un trabajo estable”. Una situación “universal” en la ciencia, donde esa brecha se deja ver, por ejemplo, en “que las cartas de recomendación son más cortas, con menos adjetivos de valor, y eso es un sesgo a corregir”.

“No es algo exclusivo de la astronomía: es social”

Tanto Santos-Lleo como Aretxaga consideran que esta brecha en la astronomía no es algo exclusivo de su sector, sino que ocurre en la sociedad en general. “Se ha visto que a veces cambiando el nombre de una mujer por un hombre en el mismo currículum se tienen más facilidades para acceder a un puesto. Esto ocurre en todos lados”, dice Aretxaga. A lo que la científica de la ESA añade que “existe un techo de cristal de alguna manera, ya que en puestos altos somos pocas. Y mi agencia eso lo está reconociendo”.

Entre las posibles soluciones para que se dé un vuelco a la situación, la científica que trabaja en México señala que hay que convencer a los miembros de los paneles de evaluación “de que existe un sesgo implícito, y esto también incumbe a las mujeres que evalúan”. Por otro lado, Santos-Lleo recuerda que la astronomía en países como España es “bastante joven”, y que aún hay que desterrar el pensamiento de que “una mujer no puede hacer el trabajo por ser muy estresante”. “La sociedad se está perdiendo a gente muy valiosa por factores que no responden a sus investigaciones”, asegura.

Sabela Ramos Garea insta a poner el foco no solo en los mecanismos de entrada, sino en cómo funciona el sistema: “Además de mejorar la conciliación y que sea más igualitaria, hacen falta programas para concienciar a todos y apoyo a personas que se sientan excluidas”.