El pleno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado hoy declarar la Feria de San Isidro como evento de especial significación ciudadana e interés general para la ciudad de Madrid con el voto favorable del Partido Popular, el PSOE y Ciudadanos y el voto contrario Ahora Madrid, que el año pasado ya retiró la subvención municipal que recibía la escuela de tauromaquia.
La proposición fue planteada por la concejal del PP Carmen Castell, que comparaba la feria del patrón de la ciudad a las fiestas del Orgullo LGTBI, declaradas de interés general por el plena del ayuntamiento el pasado mes de junio. La edil popular ha asegurado que Madrid se convierte en el mes de mayo en la “capital de toreo” y que esta feria taurina supone un ingreso de “más de 60 millones de euros” donde “por cada dos euros de gasto directo en taquilla se gastan dos euros más en la ciudad”. Castell también ha comentado que esta proposición responde, entre otros motivos, al “malestar” que han manifestado los comerciantes y hosteleros de la zona de las Ventas por la “presión” que sufren por parte del Ayuntamiento de Madrid y ha pedido un “esfuerzo por conciliar el bienestar de los vecinos con la feria”.
Ahora Madrid, en contra de la propuesta
Por su parte, la responsable del área de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, Celia Mayer, ha asegurado que el Gobierno municipal vota en contra de la propuesta por los “problemas técnicos” que plantea y porque no se ajusta al modelo de ciudad que el Consistorio quiere desarrollar. Para la delegada la petición es “técnicamente inviable” y ha asegurado que no le “constan multas” en el entorno de las Ventas durante la feria de San Isidro con carácter excepcional.
Además, Mayer ha recordado que la actividad de la feria se realiza dentro de las Ventas, no en el espacio público y, a su juicio, la excepcionalidad solicitada está “fuera de contexto”. No obstante, ha afirmado que los organizadores de la feria, si decidieran hacer actividades en el espacio publico, podrían solicitar la “suspensión de carácter temporal” de la normativa, sin necesidad de reconocer esta fiesta de interés general.
Respecto a la comparación con las fiestas del Orgullo, Mayer ha sostenido que la Feria se realiza “en exclusiva” en la Plaza de las Ventas, propiedad de la Comunidad Autónoma y gestionada por una empresa privada y donde el “acceso no es público, ni gratuito, ni abierto a todo el mundo”. En cambio, las fiestas del Orgullo se realizan en distintos distritos, son “absolutamente de carácter público y abiertas, duran tan solo cuatro días y asisten un millón y medio de personas”, mientras que “la feria dura 31 días y asisten 620.000 personas”.
Para la concejal socialista Mar Espinar, “es una ocurrencia surrealista” comparar las fiestas del Orgullo con la Feria de San Isidro. Sin embargo, Espinar ha justificado su apoyo al afirmar que “han sido y son muchos los que muestran su rechazo, pero también los que muestran su pasión” por esta festividad. Por ello, su partido aboga por un “término medio” en el que se encuentran el respeto, la tolerancia y libertad, ha añadido.
Desde Ciudadanos, Sofía Miranda ha recordado que se trata de una actividad que “es legal”, económicamente “autosuficiente” y genera “un cierto impacto sobre el empleo”. Miranda ha reconocido el interés nacional e internacional que despierta esta celebración y ha insistido en que “no es comparable” al Orgullo aunque ha asegurado que su voto es favorable “sin que ello implique” que a su grupo le guste o no una actividad “determinada”.