A los alumnos y alumnas españoles les cuesta aplicar los conocimientos que adquieren en clase a los problemas cotidianos. Y así lo revelan los resultados de una parte del informe PISA 2012, que evalúa la capacidad de 85.000 jóvenes de 15 años de 44 países para enfrentarse a situaciones propias de la vida diaria.
La mayoría de los estudiantes tienen facilidad para encontrar la ruta más corta en un mapa de carreteras, comprar un billete en el metro en una ciudad en la que nunca han estado o buscar el mejor punto de encuentro para tres personas que viven en lugares diferentes; pero encontrarían dificultades para comprar el ticket de metro más barato o para aprender a utilizar aparatos electrónicos como un mp3, un robot aspiradora o el termostato del aire acondicionado.
La puntuación media obtenida en España, donde han participado 2.709 estudiantes, se corresponde con el nivel 2 de competencias de los 6 establecidos en PISA, lo que coloca a nuestro país entre el puesto 27 y 31 de los 44 estados (28 de la OCDE) que han participado en las pruebas. Traduciendo las cifras, los alumnos pueden abordar situaciones fuera del ámbito familiar pero necesitan algún tipo de orientación para dar con la solución.
El ranking lo lideran Singapur y Corea del Sur, con 562 y 561 puntos, respectivamente; España, con 447, obtiene una posición peor de la esperada, lo que revela que los alumnos tienen más problemas para resolver cuestiones cotidianas que para enfrentarse a un ejercicio de ciencias, matemáticas o lectura; pruebas cuyos resultados tampoco eran para sacar pecho. Según los datos, el porcentaje de alumnos rezagados en la competencia de resolución de problemas se sitúa en el 28,5% mientras que tan sólo el 7,8% logra estar entre los alumnos “excelentes”.
“La economía mundial no se centra en lo que se sabe, sino en lo que se puede hacer con lo que se sabe”, ha dicho el responsable de Educación de la OCDE, Andreas Schleicher, que se ha desplazado a España para presentar los resultados de la evaluación. Junto a él ha estado Montserrat Gomendio, la secretaria de Estado de Educación, que ha llamado a un cambio en la enseñanza basada en la memorización. “La responsabilidad última es de ellos”, ha subrayado la número dos del ministerio refiriéndose a los profesores como agentes únicos de esa transformación.
Las cuestiones planteadas en esta edición de la prueba son variadas y miden, entre otras, destrezas de organización, observación, razonamiento y reflexión. Muchos chicos y chicas no pudieron dar salida a los problemas del día a día que se les presentaron. Y tú, ¿sabrías hacerlo?
En este caso, los estudiantes tienen que enfrentarse con una máquina desconocida, como es la dispensadora de tickets del metro, y usarla para lo que necesitan. Comprar un billete normal (nivel 3) no supone un problema para el 43% de los participantes, pero cuando se introduce una nueva exigencia, que el ticket sea el más barato (nivel 5), los resultados cambian: solo el 14% de los chicos y chicas supieron salvar este ejercicio en España, frente a la media del 27% en el resto de países.
La interpretación de un mapa es otro de los retos que se propone a los adolescentes. Encontrar la ruta más corta entre dos puntos (nivel 1) entre cuatro opciones a elegir fue pan comido para la mayoría (un 84% de los participantes en España), aunque el problema se complica cuando tienen que calcular cuál el camino más rápido entre dos poblaciones distantes en el mapa y se introduce un requisito más: que la ruta no sea superior a 31 minutos.
En el nivel de esta última pregunta están la media de los participantes españoles según los datos del informe.
Colocar a los invitados de una fiesta de cumpleaños en una mesa puede ser un asunto de organización complejo. Y más cuando el problema presenta hasta nueve requisitos para disponer los sitios. La cuestión, que sólo se incluyó en la prueba piloto, fue resuelta con éxito por el 43% de los estudiantes; un 54% salió del atolladero sólo parcialmente, es decir, únicamente logró ubicar a algunos de los invitados en el lugar correcto.
Programar un termostato en casa o predecir el funcionamiento de un robot aspiradora son otras de las aptitudes que midió la prueba. En la versión piloto también se incluyó una pregunta relacionada con algo tan cotidiano para los nativos digitales como el uso de un nuevo aparato mp3.