Ciudadanos rectifica y quita de su programa acabar con las penas específicas por violencia machista
Ciudadanos ha decidido eliminar la polémica medida de reformar la ley de violencia de género para “acabar con la asimetría penal por cuestión de sexo” que incluía en su programa electoral de cara al 20D. El cambio es uno de los que la formación incluirá en el documento, que todavía no se ha hecho público, con el que concurrirá a los próximas elecciones generales del 26 de junio. “Hemos reflexionado sobre el tema y creemos que es lo más adecuado”, afirma el secretario de Acción Política, Antonio Espinosa.
El anterior programa incorporaba la propuesta en el apartado que el partido liderado por Albert Rivera dedicaba a “igualdad y violencia de género e intrafamiliar”. En él apostaban por la reforma de la ley de 2004 con el objetivo de igualar las penas con independencia del sexo del agresor. En la práctica, esto supone dejar sin efecto las agravantes que la norma introdujo en el Código Penal cuando es el hombre el que agrede a quien es o ha sido su pareja femenina. Algo que ha sido considerado por sectores conservadores como discriminatorio con los hombres.
La posición del partido tras la publicación de la noticia pasó factura a Rivera en plena campaña electoral dañando la imagen que el candidato tenía en los medios. Su valoración negativa se disparó y alcanzó picos que no había superado ningún otro candidato. Esto, unido a declaraciones de otros candidatos como que la idea era “equiparar violencia machista y feminista” o “las mujeres yihadistas y el aborto también son violencia”, lastraron la campaña de la formación naranja.
Espinosa no ha querido responder a si la medida dañó al partido en términos electorales. Sin embargo, el propio Rivera reconoció a principios de enero que había afectado a la formación. “Hemos tenido que explicar demasiado algunos errores propios en nuestro programa [la supresión de las penas específicas sobre violencia machista] y quizá no hemos afrontado los debates como deberíamos haber hecho y hemos parecido demasiado institucionales”, afirmó el candidato en La Sexta sobre un informe en el que reconocía que esto había frenado la campaña.
Aun así Ciudadanos no se zafó de la polémica sobre su postura y ha sido criticado por confundir violencia doméstica y de género. Tras presentar el acuerdo de investidura firmado con el PSOE, un tuit publicado por el perfil oficial del partido desataba la controversia en redes sociales.
Sobre ello, Espinosa sostiene que habrá que esperar a que se haga público el programa electoral, al igual que para conocer qué es lo que la formación propone para acabar con la violencia de género. “Hemos reflexionado en el seno de la Ejecutiva para aclarar posiciones” explica. Desde Ciudadanos evalúan estas nuevas elecciones como una forma de “mejorar el programa” y, por eso, afirma el secretario de Acción Política, la medida respecto a la violencia de género “es una de las que vamos a cambiar”.
La propuesta a la que se opusieron el resto de partidos y a la que ahora renuncia Ciudadanos se alineaba con algunas cuestiones de inconstitucionalidad planteadas tras la aprobación de la ley y que cuestionaban artículos como el 153.1. Este establece una pena de prisión de seis meses a un año si es el hombre el que maltrata, golpea o menoscaba psicológicamente a su pareja o expareja sin causarle lesión que requiera tratamiento. La misma pena contempla la norma en el caso de una víctima “especialmente vulnerable que conviva con el autor” (menores, personas con discapacidad...) independiente de su sexo.
En caso de tratarse de una situación de violencia doméstica, aquella que, según la ley se da entre miembros del ámbito familiar, la norma fija una pena de tres meses a un año. Algo similar ocurre con las amenazas y coacciones leves o las lesiones que requieran tratamiento médico.
La agravante fue uno de los puntos más polémicos de la ley durante su tramitación y que avaló el Tribunal Constitucional en 2008. En la sentencia entiende que la sanción debe incluir un plus de gravedad si las agresiones responden a un contexto machista. Sostiene que son violencias “más graves y reprochables socialmente” porque reproducen la desigualdad en el ámbito de la pareja entre hombres y mujeres.