La Comunidad de Madrid reconoce que hubo “errores” en la actuación del colegio público Cardenal Herrera Oria, cuya directora terminó dimitiendo tras varias denuncias por acoso escolar. En un audio al que ha tenido acceso eldiario.es, la viceconsejera de Organización Educativa, María José García-Patrón, admite que deben “corregir actitudes que teníamos que haber corregido antes”. “Hay cosas que ya le hemos dicho a la directora –la nueva es la antigua jefa de estudios– que no se pueden repetir. Ella lo ha reconocido. Vamos a corregir actitudes que teníamos que haber corregido antes”, afirma en una reunión en la que estaban presentes, entre otros, la nueva directora y una de las familias denunciantes.
Esta postura dista mucho de la que remitió a la familia por escrito la Consejería, donde respaldaba la forma de proceder del centro, que concluyó que los dos casos denunciados eran problemas de convivencia, según el relato de los padres. “Consta acreditado que desde el centro se han realizado intervenciones grupales y adoptado medidas preventivas para una mejora de la convivencia”, recoge la comunicación.
Sin embargo, fuentes conocedoras de lo ocurrido en el colegio aseguran que el plan de convivencia en vigor en el centro estaba obsoleto. Esta labor corresponde a cada centro pero debe ser supervisada por la Administración competente, en este caso la Consejería de Educación.
La propia viceconsejera afirma en el audio al que ha accedido este medio que “lo primero que hay que hacer en septiembre es un plan de convivencia”. Por los cauces oficiales, fuentes de la Consejería explican en líneas generales que “dado que es un documento programático a largo plazo cada año se revisa y actualiza”.
La Lomce –y antes también la LOE– obliga a todos los centros educativos a tener un plan de convivencia escolar que recoja “todas las actividades que se programen con el fin de fomentar un buen clima de convivencia dentro del centro escolar”. Se trata, en resumen, de un documento con actuaciones para la prevención de conflictos que velen por fomentar un ambiente de no violencia en las aulas y debe incluirse, dice la ley, “en la programación anual”.
“Cosas de niños”
En los dos casos denunciados –también puestos en conocimiento de la Policía por las familias–, el CEIP activó el protocolo contra el acoso escolar, supervisado por el inspector o inspectora de zona y sobre el que tiene conocimiento la Dirección de Área Territorial correspondiente.
Mientras se estudiaba lo ocurrido, se activaron medidas preventivas como que los señalados como agresores y las víctimas entraran por puertas diferentes, decisiones que fueron rechazadas por las familias denunciantes por “tratar los casos como si fueran conflictos entre iguales”. Cerca de final de curso, la dirección del centro determinó, y así se lo hicieron saber a los padres y las madres según su relato, que no había problemas de acoso.
En una de las dos denuncias ante la Policía figura cómo la directora –que desde septiembre ya no ejercerá como tal pero estará como docente en las mismas aulas– dijo que “era cosa de niños” y que “los asuntos del colegio se arreglan en el colegio”. Se refería al episodio que una madre puso en su conocimiento cuando su hija llegó a casa con un dibujo donde ponía “cerda americana”, según figura en la denuncia. “Luego se desencadenó todo, me empezó a contar que había un niño que decía al resto que no jugaran con ella, que no la invitaran a su cumpleaños. Otro día la cogió del cuello, otro le dejó señalado el brazo...”, enumera la madre, que recogió los episodios en sucesivos escritos al centro.
En el otro caso denunciado, la dirección terminó disculpándose con la familia por no haberles avisado hasta el final de la jornada de que su hijo había sufrido una agresión a primera hora. En el audio al que ha accedido este medio, la nueva directora –antigua jefa de estudios– se reafirma en esta postura: “Nos hemos equivocado y vamos a rectificar”.
Medidas urgentes para septiembre
La Consejería se ha comprometido con las familias “a cambiar todo lo que se pueda mejorar”. “No podemos hacer borrón y cuenta nueva porque las cosas han pasado. [...] No podemos consentir que en los centros se genere violencia”, dice la viceconsejera en el audio. Y asegura que a partir de septiembre empezará a trabajar en el CEIP un equipo de la Comunidad de Madrid especializado en acoso escolar.
Desde Comisiones Obreras apuntan que “en cualquier caso la responsabilidad última es de la Consejería, de la Dirección de Área, que tiene que velar por el cumplimiento de las normas y por la actualización de los documentos”. Una portavoz del sindicato critica, además, que no se puede dejar “a equipos docentes y directivos y familias abandonadas sin mediar y dar recursos o intervenir cuando sea necesario”.