La Iglesia concluye que estudiar en colegios católicos reduce la criminalidad y mejora la salud
Estudiar en los colegios católicos mejora la salud, la tendencia a las donaciones, fomenta un mayor control de los gastos, reduce las diferencias sociales y “reduce la criminalidad”. Estos son algunos de los “beneficios indirectos” de los colegios de titularidad canónica, según la Memoria de Actividades de la Iglesia en España, que este mediodía se ha presentado en CaixaForum y que sirve para “rendir cuentas a la sociedad de cada euro que recibimos”, según apuntó el gerente de la CEE, Fernando Giménez Barriocanal.
Una memoria revisada por la consultora Price WaterHouse, y en la que los obispos concluyen que, por cada euro recibido a través de la famosa casilla de la Renta (247,8 millones de euros en el último ejercicio), la Iglesia católica “invierte en la sociedad más del 138%”. Así, el “cash flow” de las 70 diócesis de nuestro país (en este dato no se incluyen las obras de congregaciones religiosas o instituciones como Cáritas o Manos Unidas) desvela un “Valor Económico Generado” que equivaldría a un “Presupuesto” de las diócesis, de unos 882 millones de euros, siempre según las cuentas de la Conferencia.
De ellos, 278 millones se dedican a personal, 284 millones a “Proveedores” (seminarios, adquisición y rehabilitación de edificios y templos), y 302 se invierten en la sociedad española, mediante actividades pastorales, asistenciales, educativas y culturales.
Así, sólo en actividad caritativa y asistencial, los obispos sostienen que el valor del impacto generado por la Iglesia supone casi 590 millones, lo que equivaldría “al tercer puesto en el ranking de comunidades autónomas en materia de gasto asistencial”, según un estudio de la consultora KPMG pagado por los obispos, que añade que el valor de dicho impacto equivale a 2,71 veces los fondos recibidos vía IRPF.
Los obispos también confieren carácter de inversión a la actividad pastoral de la Iglesia. Así, sostienen que los bautizos, bodas, comuniones o funerales llevados a cabo en España supondrían, “de ser contratadas en el mercado” (sic de la Memoria), un importe de 1.971 millones de euros. Dado que el presupuesto de las diócesis alcanza los 882 millones, la Iglesia concluye que se ahorran 1.089 millones de euros, y que “cada euros empleado en la Iglesia rinde como 2,24 en su servicio equivalente en el mercado”.
En la faceta educativa, además de alejar a los niños de la criminalidad, la memoria constata que los 2.447 centros católicos concertados “suponen un ahorro al Estado de 2.563 millones de euros”, mientras que en lo tocante al patrimonio cultural “el impacto global estimado de los bienes de interés cultural y de las fiestas religiosas equivale a más del 3% del PIB en España”. Esto es, 32.420 millones de euros.
¿Está en peligro o en juego la financiación de la Iglesia? Los datos de la memoria indican que la Asignación Tributaria –no se habla en la memoria del resto de dinero que la Iglesia recibe en virtud de otros conceptos, y que algunos informes afirman asciende a más de 11.000 millones de euros– solo supone el 24% de los recursos diocesanos.
