Casi la mitad de los contratos firmados por mujeres en febrero fue a tiempo parcial, mientras que en el caso de los hombres solo uno de cada cuatro contratos tenía esta modalidad de jornada.
Los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) muestran que en febrero las mujeres firmaron un total de 672.917 contratos, de los cuales 306.932 fueron a jornada parcial y 360.932 a jornada completa.
Por su parte, en febrero los hombres rubricaron 873.485 contratos, de los cuales 206.830 fueron a jornada parcial y 657.365 a jornada completa.
En definitiva, las mujeres tan solo representaron el 35,4 % de la contratación a jornada completa, mientras que los hombres casi duplicaron esta cifra al firmar el 64,5 % de este tipo de modalidad.
No obstante, a la hora de analizar los contratos a tiempo parcial la situación se revierte y son ellas las que lideraron este tipo de jornada al subscribir el 59,6 % de los contratos, mientras que los hombres representaron el 40,3 %.
Los datos generales tampoco benefician a las mujeres, ya que en febrero ellas firmaron un total de 672.917 contratos (43,5 %), una cifra inferior a los 873.485 de los hombres (56,5 %).
Las diferencias son menores al analizar la contratación indefinida, ya que tanto hombres como mujeres presentaron una tasa de contratos fijos de en torno al 11 %, frente a una temporalidad del 89 %.
No obstante, en el caso de las mujeres casi uno de cada dos contratos indefinidos fueron a tiempo parcial, mientras que entre los hombres casi 7 de cada diez contratos fijos fueron a jornada completa.
Por sectores, las mujeres siguieron liderando actividades tradicionalmente “feminizadas” como el sector servicios, donde acapararon el 53,4 % del total de contratos, mientras que su representación en la industria bajó al 31,3 %; en el sector agrario, al 24,6 %; y en la construcción, al 9,2 %.
Al desglosar estos datos por sección de actividad, la mayor parte de los contratos femeninos fueron en la hostelería (135.341), seguida del comercio (80.796) y las actividades sanitarias (77.887).
Entre los hombres, la hostelería también fue la actividad con más peso en la contracción de febrero (118.867), pero en este caso seguida por la industria manufacturera (107.139) y el transporte y almacenamiento (72.798).
La edad más habitual de contratación femenina en febrero fue de entre 20 y 29 años al sumar 215.698 contratos firmados, mientras que entre los hombres la edad se elevó a entre 30 y 39 años (249.567 contratos).
De vuelta a los datos generales, las tipologías de contratación más habituales entre las mujeres fueron eventuales por circunstancias de la producción (288.696) y temporales por obra y servicio (204.836), una clasificación que coincide con la de los hombres.
Por otro lado, los contratos con una duración inferior a un mes tuvieron mayor protagonismo entre las mujeres al representar el 38,2 % de su contratación (257.260), frente al 34,9 % de los hombres (305.323)
Asimismo, fueron las empresas más pequeñas, de hasta 25 trabajadores, las que lideraron en febrero tanto la contratación femenina (294.028) como la masculina (459.489).
Por el contrario, las que cuentan con más de 10.000 empleados fueron las que menos contratos hicieron, 509 a mujeres y 715 a hombres.
En cuanto al nivel formativo, cabe destacar que los hombres sin estudios tuvieron mayor facilidad para encontrar empleo, ya que el 9,1 % de ellos firmó un contrato en febrero, mientras que esta cifra bajó al 5,5 % en el caso de las mujeres.
En este sentido, aquellos trabajadores con estudios secundarios de educación general fueron los que mayor número de contratos suscribieron en ambos géneros, con 413.113 entre hombres y 325.927 entre mujeres.