“Me he enamorado de una mujer, y quiero hacer las cosas bien”. Cuentan que éste fue el mensaje con el que el ya ex obispo de Solsona, Xavier Novell, explicó a sus personas cercanas la razón última de su renuncia al episcopado, que el pasado 23 de agosto abrió el penúltimo escándalo en la Iglesia española. Según confirmó ayer Religión Digital, el prelado mantiene una relación con una joven escritora de Suria, con la que estaría conviviendo en Manresa, y buscando trabajo como ingeniero agrónomo, la titulación que cursó antes del entrar al sacerdocio.
Mientras tanto, la Iglesia española mantiene un rotundo silencio ante las razones de la marcha de Novell. Esta misma mañana, y tras las últimas publicaciones sobre el prelado, la diócesis de Solsona ha emitido un escueto comunicado, en el que se enroca en las “razones estrictamente personales” aducidas por Novell para evitar “corroborar o no” su nueva relación. “Pertenece a su estricto ámbito personal”.
Una estrategia de silencio que, como siempre en estos casos, ha fomentado teorías y rumores. Desde la Conferencia Episcopal se mantiene callada, avalada por un Vaticano que, al parecer, aceleró la petición de renuncia del prelado al advertir el escándalo que se avecinaba.
El caso de Novell ha sorprendido tanto a su congregación como a la Curia, ya que el ahora ex obispo se encontraba en el grupo de los obispos más conservadores de España. El hecho de que esté conviviendo con una mujer divorciada, madre de dos hijos, resulta llamativo si se tiene en cuenta que Novell en sus discursos no solo arremetía contra los homosexuales sino también contra los divorciados y cerraba el paso a la mujer en la iglesia. El ahora ex obispo ha sido acusado de participar y promover las 'terapias de conversión' de gays junto a otros conocidos prelados, como Reig o Munilla. Asimismo, hizo unas controvertidas declaraciones sobre la homosexualidad, que vinculó a la “falta de figura paterna”. También fue polémico al definir el aborto como el “genocidio más grave de la humanidad”, o al condenar la nueva ley de eutanasia.
El silencio abona distintas teorías. Desde que el Vaticano le habría mandado callar por su postura a favor de la independencia de Cataluña (lo cierto es que el Nuncio le ordenó no expresarse en público sobre el particular, pero ésta no es la razón) a su participación en las terapias de conversión, pasando por el síndrome del 'burn out', lo cierto es que quienes le conocen aducen “razones de índole psicológica” y temen que éste no sea el último capítulo de esta historia. Como señala en un artículo la dominica Sor Lucía Caram, “las cosas son más complejas de lo que parecen”.
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