Cuatro indicadores clave sobre cómo se está alterando el clima por las emisiones humanas de gases de efecto invernadero rompieron récords el año pasado: la concentración de gas en la atmósfera, la subida del nivel del mar, el calor que han absorbido los océanos y su acidificación, según la última revisión de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
La conjunción de todos estos indicadores refleja cómo “las actividades humanas están provocando cambios a escala planetaria en la tierra, el océano y la atmósfera”, explica la OMM.
1 . Concentración de gases de efecto invernadero: a medida que se lanza más CO2 o metano, la costra gaseosa en la atmósfera va espesándose. Al tener una vida larga, los gases permanecen incluso cientos de año, y añadirse más emisiones, se acumulan. En 2020 se marcó un máximo mundial y “los datos de emplazamientos concretos indican que siguieron aumentando en 2021”, afirma el informe. Esa capa es la que retiene el calor rebotado del Sol y recalienta el planeta, alterando el clima global.
2 . Calor en los océanos: “Alcanzó niveles sin precedentes”, avisa la Organización. La capa más superficial de los mares, hasta los 2.000 metros de profundidad, siguió calentándose el año pasado “y todo apunta a que seguirá”. El calor va penetrando hacia cotas más profundas y los datos muestran que ese recalentamiento ha sido especialmente relevante en los dos últimos decenios.
3 . Océanos más ácidos: las aguas del mar se quedan con el 23% de los gases de efecto invernadero que se liberan. Eso hace que, al reaccionar gas y agua, conviertan ese medio en más ácido. Eso “amenaza a organismos y servicios ecosistémicos y, por tanto, a la seguridad alimentaria, al turismo y a la protección de las costas”, describe la OMM. Al bajar el PH de las aguas marinas, además, los océanos pierden la capacidad para absorber CO2. Se calcula que el PH en mar abierto ya es el más bajo desde hace 26.000 años.
4 . Nivel del mar: También batió un récord en 2021. Ha aumentado una media de 4,5 milímetros al año entre 2013 y 2021, afirma la Organización que depende de la ONU. Es más del doble de lo que se pudo medir en el periodo 1993-2002. La subida del nivel global del mar en el mundo “conlleva importantes repercusiones para cientos de millones de habitantes de zonas costeras”, avisan los científicos.
Además de evaluar indicadores, el análisis reporta cómo se sucedieron fenómenos meteorológicos extremos en diferentes partes del planeta. El año pasado, en la parte occidental de América del Norte y la región del Mediterráneo “se produjeron olas de calor excepcionales”. Las inundaciones, además de las vidas, “provocaron pérdidas económicas valoradas en 17.700 millones de dólares en la provincia china de Henan y, a mediados de julio, Europa occidental sufrió algunas de las inundaciones más graves de las que se tiene constancia, cuyas pérdidas económicas superaron, solo en Alemania, los 20 000 millones de dólares”.
De igual manera, la sequía fue especialmente severa en el Cuerno de África, Canadá, el oeste de los Estados Unidos, Irán, Afganistán, Pakistán y Turquía. También en la región subtropical de América del Sur.