Investigadores de la Universidad de Granada (UGR), junto a otros del Servicio Andaluz de Salud, han participado en un proyecto que ha demostrado, según sus conclusiones, los beneficios del alta precoz en recién nacidos prematuros con seguimiento en domicilio por una enfermera experta.
La investigación del Centro “Mente, Cerebro y Comportamiento” (Cimcyc), de la que ha informado a Efe el doctor Manuel Fernández Alcántara, del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la UGR, pone de relevancia cómo un programa de alta precoz domiciliaria a niños prematuros puede ser una herramienta “adecuada y eficaz”.
Sobre todo en lo que se refiere al cuidado y el establecimiento de una buena relación afectiva con los padres, ya que promueve el desarrollo de habilidades de cuidado y emocionales en los progenitores y la independencia respecto a la unidad hospitalaria.
El estudio, pionero en el abordaje de un modo diferente de trabajar con la prematuridad, ha mostrado la eficacia de las intervenciones enfermeras al llevar a cabo un programa de alta precoz en niños prematuros sin graves complicaciones.
El programa, desarrollado en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada, ha facilitado el alta hospitalaria a través de un seguimiento en domicilio supervisado por personal enfermero.
Los padres que participaron en la investigación describieron, durante su estancia hospitalaria, dificultades para asimilar la prematuridad así como también en sus interacciones con los diferentes miembros del personal sanitario.
El personal de enfermería es valorado como una fuente de apoyo e información y es con el que más interactúan, mientras que la continuidad en los protocolos y ser atendidos por los mismos profesionales les sirvió de apoyo y ayuda durante su estancia hospitalaria.
Los padres demandaron la necesidad de atención y apoyo psicológico para poder situar las complejas emociones que experimentaron en este proceso, tales como enfado, tristeza o incertidumbre en relación a la situación de vulnerabilidad y riesgo del nacimiento de sus hijos.
Poder volver a casa, a pesar de que propició algunas preocupaciones especialmente en aquellos que eran padres por primera vez, se asoció con experiencias de felicidad y calma.
Disponer de un profesional sanitario que hacía las supervisiones en el hogar fue lo más valorado por estos padres y, finalmente, todos los que participaron en el programa emitieron una evaluación “altamente positiva”, recomendándolo a otros padres que pasaran por su misma situación.
Según Fernández Alcántara, esta investigación ha permitido desmontar la creencia de que todos los niños prematuros necesitan estar durante una estancia prolongada en el hospital.
Además, los programas de alta precoz, siempre que las características del recién nacido lo permitan, suponen beneficios para el propio centro hospitalario, que reduce así posibles sobrecargas y ahorra costes.