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La diócesis del obispo que coordina la 'Comisión Antipederastia' niega a una víctima el expediente sobre sus abusos

“¿Esta es la tolerancia cero que pregonan?”. Francisco Javier está indignado. El mismo día en que la Iglesia anunció que el obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, será el coordinador de su 'Comisión Antipederastia', la víctima de abusos en el seminario de La Bañeza recibía la respuesta por parte de la diócesis, en la que se negaba a entregarle, como es preceptivo, una copia de las actas y el expediente de su juicio canónico contra el pederasta condenado José Manuel Ramos Gordón.

“Es indignante, no quieren que sepa la verdad”, denuncia Francisco Javier a eldiario.es, mostrando la carta firmada por el vicario judicial de Astorga, Mario González Martínez, en la que afirma que “las actas y todo el expediente del procedimiento al que Vd. se refiere han sido remitidos a la Congregación para la Doctrina de la Fe, dado que los delitos juzgados están reservados a dicho organismo de la Santa Sede”.

La respuesta se da al requerimiento que Francisco Javier hizo el pasado 8 de octubre a la diócesis “como primer interesado y perjudicado (víctima reconocida)” para que “me sea remitido el expediente del citado procedimiento”. “Simplemente no quieren enseñar mi expediente, porque quizás tengan mucho que ocultar”, lamenta Francisco Javier. “Esto no va a cambiar. Esto no tiene ninguna intención de cambiar”.

Entretanto, ayer se produjo la primera reunión de la comisión presidida por el obispo de Astorga, quien en una entrevista a ABC asegura, rotundo, que “yo no encubrí ningún caso. Cuando llegué a la diócesis, ya estaba finalizado el caso. Lo envié a la Congregación de la Doctrina de la Fe y la congregación envió una respuesta. Se lo comuniqué a la víctima e hice cumplir la pena al sacerdote. Luego la víctima lo hizo público”.

En sus primeras declaraciones, Menéndez apunta que “han sido años de mucho dolor. Mucho dolor para las víctimas y para la Iglesia”, al tiempo que se compromete a “avanzar más en la prevención de los abusos y en el acompañamiento de las víctimas para ayudarles y estar cerca de los que han sufrido estas cosas execrables”.

La comisión comienza sus trabajos sin contar con ninguna víctima. El obispo de Astorga, no obstante, asegura que se las escuchará para que “cuenten su experiencia”, algo que las víctimas ven “totalmente insuficiente”. “¿Ahora nos van a escuchar y hacer después lo que quieran? Si quieren que nos fiemos de ellos, debemos tener voz, y voto, en cualquier comisión”, denuncia Francisco Javier.