Docentes de base y sindicatos minoritarios tratan de reactivar la Marea Verde en Madrid con tres días de huelga

Por una reducción de las horas lectivas, por la recuperación del poder adquisitivo perdido en la última década, contra el incremento de la burocracia. Docentes de base y tres sindicatos minoritarios han convocado tres días de huelga educativa en la Comunidad de Madrid esta semana, sin el apoyo de las organizaciones mayoritarias, protestar contra los recortes de la presidenta, Isabel Díaz Ayuso.

El movimiento podría interpretarse como una suerte de intento de reactivar la Marea Verde más combativa, que inundó las calles de profesorado contra los recortes en el sector derivados de la crisis económica que asoló al país en la década de 2010. Este colectivo, que ha estado publicando en sus redes información sobre la huelga, sigue activo, pero con menos fuerza.

Los convocantes –la Asamblea Menos Lectivas, integrada por CGT, CNT, STEM y profesorado sin afiliar– aseguran que las asambleas de docentes se multiplican por los centros y esperan sacar músculo para presionar a la Consejería de Educación, que negocia estos días con las organizaciones presentes en la mesa sectorial (CCOO, Anpe, CSIF y UGT) la reversión de algunas de las medidas tomadas en 2012 –especialmente el aumento de las horas lectivas–. La Comunidad de Madrid es la única que mantendrá el aumento de las horas lectivas cuando arranque el próximo curso. Los cuatro sindicatos con representación en la mesa no respaldan los paros porque, dicen, la negociación está viva.

El meollo de la cuestión está en Primaria e Infantil. La Consejería de Educación ha ofrecido verbalmente a los sindicatos mayoritarios rebajar de 20 a 18 las horas lectivas (de clase) semanales para Secundaria, pero no parece tener intención de tocar las 25 que hay en Primaria. Las cuatro organizaciones presentes en la mesa lo ven como un primer paso –a la espera de que la oferta se concrete por escrito, lo que no ha sucedido aún– y motivo para seguir negociando, además de que algunas como CCOO y UGT han consultado a sus bases; los convocantes de la huelga creen que es un agravio comparativo, que no es admisible que Madrid sea la única comunidad que no ha revertido esos recortes y que la convocatoria está justificada como medida de presión.

La Comunidad de Madrid será el próximo curso la única que no haya revertido el aumento de las horas de clase que imparte el profesorado que se impuso con los recortes de la pasada década

“Llevamos 13 años en estas condiciones, más de un tercio de los docentes actuales no han trabajado nunca con las anteriores. Es el momento de pelear esta cuestión”, explicaba el pasado viernes en rueda de prensa Sergio Calvente, de CGT Enseñanza Madrid. “Hace 13 años se echó de la enseñanza pública en Madrid a más de 13.000 profesores que no han vuelto”, recordaba a su lado María Alemany, de CNT. Y rebajar las horas lectivas forzaría la contratación de entre 5.000 y 6.000 docentes, recuerdan desde la Asamblea. También podría servir para reducir las ratios de alumnos por clase, actualmente “desmesuradas” y que impiden “atender de manera individualizada al alumnado”.

Sergio López, de STEM, señalaba que los docentes madrileños son los 11º o 12º en cuanto a retribuciones pese a tener las condiciones de vida más caras del país y protestó por los servicios mínimos impuestos por la Comunidad de Madrid (grosso modo, un docente por cada dos clases en Primaria y uno por cada tres en Secundaria, además de todos los equipos directivos). Por último Javier Freijanes, portavoz de Menos Lectivas, explicó que cada vez hay más asambleas de docentes en los centros y que se respira ambiente de movilización. De momento han conseguido reunir 14.000 firmas sobre una población docente de unos 55.000 profesores. A partir del martes se verá el músculo del movimiento, y la apuesta, tres días consecutivos de huelga, es fuerte.

La primera en recortar, la última en revertir

Entre otros muchos recortes, la crisis de 2008 se tradujo en las aulas españolas en un aumento de las horas lectivas docentes y de las ratios de alumnos por clase. Con carácter general, en España los maestros hasta 2012 impartían 23 horas semanales de clase en Primaria e Infantil y los profesores 18 en Secundaria y Formación Profesional (como parte de una jornada laboral de 37,5 horas semanales). La Comunidad de Madrid fue la primera en aumentar estas cifras, en 2011: 25 horas de clase para los primeros, 20 para los segundos. Le siguieron el resto de autonomías el año siguiente, cuando el ministro del ramo, José Ignacio Wert, impuso por Real Decreto el aumento de la actividad docente.

A partir de la segunda mitad de la década, los gobiernos regionales fueron volviendo a la situación previa con más o menos urgencia. Hoy el proceso está completado en todas ellas o lo estará a partir de septiembre, cuando Galicia rebaje sus horas lectivas. Excepto la Comunidad que dirige Isabel Díaz Ayuso, que es la única que tiene previsto mantenerlas (en parte).

La crisis también golpeó de lleno al poder adquisitivo de los docentes, que vieron sus salarios congelados durante varios años (como todos los funcionarios). El triángulo (principal) de recortes se completó con la congelación de la tasa de reposición (no se podían convocar oposiciones), lo que precarizó el cuerpo docente aún más, porque las contrataciones que no se estaban realizando había que suplirlas con interinos, que tienen peores condiciones laborales. Las ratios también subieron vía decreto.

Los convocantes de la huelga también exigen recuperar el poder adquisitivo perdido en estos últimos años, y afean a los sindicatos en la mesa sectorial que “si en algún momento han manejado una propuesta de aumento de las retribuciones, no ha trascendido”. Según STEM, el profesorado madrileño ha perdido un 14% o 15% de poder adquisitivo en la última década (según sean de Primaria o Secundaria y FP), mientras el coste de la vida calculado a partir del IPC acumulado ha subido un 28%.

Con este punto de partida, Menos Lectivas pide una subida lineal de “no menos de cien euros” al mes para situarse “por encima de la media de las retribuciones del resto de Comunidades Autónomas”, aunque el objetivo es llegar a los 280 euros brutos para maestros, 340 para profesores de Secundaria y 285 para el profesorado técnico de FP (PTFP), cifras que compensarían el poder adquisitivo perdido. La Asamblea justifica que mientras en Madrid hace falta el 112% del salario mínimo para alquilar una vivienda de 60 metros cuadrados, en comunidades como Castilla-La Mancha basta con un 40% y además los docentes ganan 100 euros más y en otras como Euskadi, donde el precio de la vida es similar, el profesorado ingresa entre 320 y 560 euros mensuales más al mes.

Además, el Menos Lectivas también está en contra del aumento de la burocracia que ha sufrido en los últimos años la Educación, una cuestión que además de a los recortes apela a las últimas leyes educativas. También se exige el fin de las políticas que fomentan la segregación, como el distrito único, la dotación de becas a rentas altas, el bilingüismo, que se revierta la supresión de programas destinados al alumnado más vulnerable, como el Bachillerato nocturno, o que se garanticen las prácticas en la Formación Profesional para el alumnado de los centros públicos, una cuestión que, como han sufrido los estudiantes de algunos ciclos sanitarios no está sucediendo, según recordó María Alemany, de CNT.

El enfrentamiento entre sindicatos

La convocatoria de huelga también pone de manifiesto la distancia que separa a los sindicatos con representación en la mesa sectorial de los demás. Los tres convocantes (CGT, CNT y STEM) sostienen que los mayoritarios (CCCO, CSIF, Anpe y UGT) se conforman con lo poco que les da la Consejería de Educación. “Las organizaciones basadas en la verticalidad no han conseguido nada para los docentes”, explicaba Alemany el pasado viernes. También creen que una cosa es tener “el poder negociador” y otra la fuerza para luchar en la calle, y citan el –en su opinión– escaso éxito conseguido hasta ahora con alguna convocatoria de paro anterior por parte de esas organizaciones.

Los mayoritarios sostienen que la convocatoria de huelga es “inoportuna y precipitada”, en palabras de CSIF, porque la negociación sigue en marcha. El resto de sindicatos coincide en que con la mesa abierta no es el momento de parar, aunque señalan que todos comparten las mismas reivindicaciones. Pero CCOO y UGT realizaron sendas consultas entre sus afiliados y su aproximación ha sido respaldada.