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Duque se plantea renovar el decreto franquista que regula la disciplina universitaria

El Ministro de Ciencia y Universidades, Pedro Duque, ha asegurado que el Gobierno tratará de renovar el decreto franquista que a día de hoy sigue regulando la disciplina estudiantil en las universidades. “Voy a atreverme a intentarlo”, ha expresado en una entrevista en Europa Press.

Duque ha querido mostrarse “cauto” a la hora de prometer una modificación que no se ha acometido en 40 años de democracia, pero aun así ha recalcado la necesidad de cambiar un decreto que fecha de 1954. Algunos de sus artículos, ha recordado, quedan hoy fuera del marco constitucional, como por ejemplo el que considera una infracción grave las “manifestaciones contra la moral católica”.

Con sus palabras, el ministro de Ciencia y Universidades da a entender que tendrá en cuenta la propuesta que le haga llegar la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), que se ha puesto a trabajar en una propuesta que ponga fin a este anacronismo legislativo, tal como adelantó eldiario.es.

El reglamento de disciplina académica vigente, firmado por Francisco Franco el 8 de septiembre de 1954, debía quedar superado con la aprobación del Estatuto del Estudiante en 2010, que dejaba por escrito el compromiso “en el plazo de un año” de aprobar una ley de potestad disciplinaria para los campus. Se llegó a elaborar un borrador, pero la entrada del PP, con José Ignacio Wert en el ministerio, lo paralizó.

Con los años, las universidades públicas españolas han ido desarrollando sus propias normativas sobre comportamiento y sobre evaluación, actualizadas a las necesidades estudiantiles del siglo XXI, pero lo cierto es que sus regímenes sancionadores siguen teniendo como base legal el decreto franquista de 1954.

Algunas de las infracciones que establece, como la “falta de probidad”, han sido catalogados de “jurídicamente indeterminados” por el Tribunal Constitucional, pero aun así se ha dado algún caso reciente en el que se ha expedientado a estudiantes por este motivo. Sucedió en 2011 con 11 alumnos de la Universidad de La Laguna, en las Islas Canarias, aunque la justicia los acabó absolviendo.