El límite de cadmio tóxico permitido en los fertilizantes agrícolas europeos será de 60 mg / Kg. Se trata del umbral mínimo que había calificado como admisible la patronal europea de fabricantes Fertilizers Europe antes de la ronda de negociaciones de este martes y multiplica por tres el nivel de máxima seguridad que habían propuesta tanto la Comisión como el Parlamento europeos: 20 mg.
“En general, damos la bienvenida al acuerdo que supone un equilibrio y permite a la industria avanzar en el suministro de fertilizantes de calidad a los agricultores europeos”, ha dicho el director general de la patronal, Jacob Hansen. La asociación habían comenzado por trazar la raya permisible en los 80 mg. para luego insistir que “ir más allá [de los 60 mg.] es innecesario desde un punto de vista científico y claramente dañino para la industria europea”.
Este acuerdo provisional calca la postura en cuanto a la cantidad permisible que había propuesto el Consejo Europeo (compuesto por los gobiernos nacionales) a la que se había adherido finalmente España. Al inicio de las conversaciones, el Gobierno de Mariano Rajoy había bloqueado las posturas al exigir un límite todavía más alto de 75 mg. La encargada de la materia era la entonces ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, exalta directiva del principal fabricante español de fertilizantes, Fertiberia.
La nueva regulación prevé que revise este umbral legal siete años después de entrar en vigor (el Consejo pedía esa evaluación se produjese tras 16 años). También incluye que el límite de cadmio solo sea obligatorio tres años después de la entrada en vigor. Aun así, los fabricantes consideran esto “un reto” ya que habían pedido más tiempo de transición.
El límite de los 20 mg ha quedado relegado una “etiqueta voluntaria” para los productores que quieran ofrecerlo. Así, este contenido máximo de metal pesado ha pasado de ser una propuesta de obligado cumplimiento en aras de la protección del medio ambiente y la salud a convertirse en una opción para quienes deseen ponerlo en el mercado.
“Hemos conseguido un límite único en Europa para todos los contaminantes, especialmente el cadmio que es una de las mayores preocupaciones de los estados. Al tratrse de un aspecto muy sensible, este límite se revisará en siete años”, ha afirmado la ponente del comité de Medio Ambiente del Europarlamento, la popular italiana, Elisabetta Gardini.
Una de las cuestiones de fondo que han rondado toda la negociación en la Unión Europea ha sido el origen de la roca de fósforo, materia prima de estos fertilizantes. La extraída en Marruecos contiene más niveles de cadmio que la que proveniente de Rusia. Los estados más contrarios a rebajar los umbrales tóxicos exponían el peligro de depender en exceso del proveedor ruso.