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La explosión de los seguros de salud provoca un 'boom' de hospitales privados

El 'boom' de la construcción en España ya no está en la vivienda, sino en los hospitales privados. Es la consecuencia directa, y la más visible, de la explosión de las pólizas de seguro. El número de personas aseguradas ha crecido un 40% en la última década (de 8,9 a 12,4 millones) ante una sanidad pública tocada después de la pandemia y con listas de espera récord. Y a los grandes grupos hospitalarios les sale rentable apostar por poner ladrillos y comprar equipamiento.

“Estamos construyendo hospitales para ser capaces de absorber la nueva demanda”, aseguró hace unas semanas Juan Abarca, el presidente de la fundación IDIS, que agrupa a las compañías del sector privado. La mayoría se proyectan, admitió Abarca, allí donde hay más demanda, es decir, la Comunidad de Madrid, Catalunya y Baleares, aunque en los últimos años se han extendido a lo largo y ancho del territorio.

elDiario.es ha analizado la situación de siete grandes grupos hospitalarios, los que concentran el mayor número de centros y camas en España, según el Observatorio del sector sanitario privado 2024: Quirónsalud, la Orden Hospitalaria San Juan de Dios, HM Hospitales, Vithas, Grupo Hospitalario HLA (Asisa), Viamed y Ribera Salud. Entre todos, habrán levantado más de una decena de hospitales en un periodo de tiempo de cuatro años, de 2021 a 2025. Los que más instalaciones con quirófanos y capacidad para atender a pacientes complejos están poniendo en marcha, estén terminados o en construcción, son Quirónsalud, HM Hospitales y Vithas.

Quién y dónde se está construyendo

Bajando al detalle, la primera compañía, parte del gigante internacional Fresenius y con unos ingresos anuales de más de 4.000 millones de euros, inauguró dos hospitales en 2021 –uno materno infantil en Sevilla (30 millones) y otro en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz (40 millones), donde el centro está a una rotonda de distancia de otro hospital público– y uno más en Badalona en 2023. También prevé poner en marcha otro en la ciudad de Zaragoza a lo largo de este año que le ha costado 100 millones de euros y comenzará a construir una instalación en Gijón en 2025 con una previsión de inversión de 40 millones más. Tiene 45 hospitales por toda España con más de 6.100 camas.

HM Hospitales, por su parte, continúa centrando el tiro en la Comunidad de Madrid. Este grupo, con más de 600 millones de facturación anuales, puso a funcionar un nuevo hospital en Rivas (38 millones) en 2022 y a finales de este año comenzará a operar otro en Tres Cantos en el que el grupo –que tendrá, con este, nueve hospitales solo en la región– ha gastado al menos 30 millones. En 2023 tenía funcionando 21 hospitales, según los datos de la fundación IDIS, y casi 1.900 camas.

Vithas inauguró un centro hospitalario en Estepona (Málaga) el año pasado y contará en 2025 con dos más, uno en Valencia (71 millones) y otro en Barcelona (101 millones). Con los nuevos, sumará 22 hospitales. Por último, el grupo hospitalario HLA –la red de asistencia de Asisa, compuesta por 16 centros según el recuento de IDIS– levantó en 2023 el primer hospital en Barcelona (Clínica Internacional Barcelona) con una inversión de casi 25 millones de euros y abrió un “centro médico-quirúrgico” en Sevilla (HLA Ramón y Cajal) que le ha costado 24 millones más. La facturación anual de las empresas asistenciales vinculadas a Asisa superó los 615 millones en 2023, un 4% más que el año anterior, según sus cuentas.

“La sanidad privada tiene muchísima rapidez de ejecución y adaptación cuando se encuentra una necesidad, cuando se ve una demanda”, presumía la directora general de la Fundación IDIS, Marta Villanueva, cuando dio a conocer los resultados de negocio del sector.

En las consultas, y no en los despachos, se siente así: “De repente hemos visto un extra de pacientes, gente que puede y no quiere esperar a la pública, y no tenemos capacidad para dimensionarlo”, valora José Luis Alcíbar, vocal de medicina privada de la Organización Médico Colegial (OMC), para quien el cambio de perfil de paciente está haciendo virar el modelo hacia una “sanidad de las primeras consultas”. “La mayoría –describe– viene a través de pólizas low cost por una dolencia concreta a la que no encuentran una respuesta a corto plazo. Aquí les pedimos pruebas pero ahí empiezan los problemas porque los seguros no lo cubren y entonces deciden esperarse a su cita pública”.

“Cada uno hace la guerra por su cuenta”

En esta transformación, advierte Alcíbar, “cada uno hace la guerra por su cuenta”. “Los grandes grupos hospitalarios y las aseguradoras tienen una economía de escala. Cuando más tengan, más ganan. Pero no los médicos, que tenemos un tope”, apunta en conversación con elDiario.es. Y advierte, a renglón seguido, de que el sector es un terreno abonado para los fondos de inversión “con mucho dinero” que lo observan como un área fértil de negocio.

Viamed o Ribera Salud, con 14 y 10 hospitales en propiedad respectivamente, han optado por una estrategia diferente: comprar centros sanitarios que ya existen a otros grupos y colocarles su marca. La primera ha adquirido tres entre 2021 y 2023: el hospital Fuensanta y la clínica Santa Elena, ambos en Madrid; y el hospital de Fátima (Sevilla). Ribera Salud ha comprado el Instituto Musculoesquelético Europeo (IMSKE) en Valencia y en 2022 incorporó otros que ya existían en Murcia y Ferrol.

Para construir, ampliar o modificar un equipamiento como un hospital se necesita una autorización sanitaria. Los promotores deben acreditar “la necesidad y la solvencia”, explica Vicente Ortún, expresidente de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) y catedrático emérito de la Universidad Pompeu Fabra.

“Claro que hay un negocio y una inversión rentable en construir, y esto no va a parar”, agrega el experto, que vincula esta tendencia a otro factor: el gasto en sanidad no ha parado de aumentar. “Tenemos –sostiene– una disposición a gastar cada vez mayor y una capacidad desde la oferta pública de contestarla cada vez más pequeña”. España fue el tercer país de Europa con más gasto en sanidad privada, ya fuera en seguros o en gastos de bolsillo (dentista, gafas...) en 2021.

¿Una sanidad de las primeras consultas?

La mayoría de los pacientes buscan, apunta Alcíbar, una “doble cobertura”. Es decir, no dejan de ir a la pública tras hacerse un seguro privado. “El que puede saltarse la espera, se la salta para chorradas y va tirando”, apostilla Ortún, que circunscribe la atención privada que reciben estos perfiles, descontentos y preocupados con las demoras, a asuntos a priori menos graves.

En la presentación del informe sobre la situación del sector, Abarca achacó también el aumento de la frecuencia con la que se demandan servicios médicos privados a una mayor “conciencia sobre la salud” y al “envejecimiento” de la población, y aseguró que su modelo ideal serían menos asegurados que paguen más “para ser más competitivos y tener más capacidad”, “no una alternativa de acceso”.

Las listas de espera en el sector privado –cuyo atractivo para el público general es precisamente la inmediatez– son cada vez mayores, aunque la fundación IDIS niega que haya un efecto de descontento como consecuencia de incorporar a tantos nuevos asegurados. “Los resultados son extraordinarios”, aseguró Marta Villanueva unas semanas atrás. La Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), que también agrupa a las empresas del sector, ha sido contactada por este periódico sin ofrecer respuesta.