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Fechas, grupos y reparto: claves para un plan de vacunación que ahora puede adelantarse

La vacuna de BioNTech y Pfizer podría recibir el visto bueno de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) el 21 de diciembre, una vez que el organismo ha aceptado adelantar su cita para emitir su dictamen prevista en principio para el 29 de diciembre. La farmacéutica hizo llegar este lunes una documentación adicional solicitada por la EMA. Esto podría adelantar el calendario de plazos para la llegada de los sueros a España. La Comisión Europea ha dicho que precisa unas 72 horas para formalizar la autorización. Eso nos colocaría en el día de nochebuena.

Hasta ahora, basándose en la fecha del 29 de diciembre, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, situaba en el 4 o 5 de enero la llegada de las primeras dosis a España. Este martes, el Gobierno ha admitido que pueden avanzarse las fechas si el plácet europeo es más temprano del barajado hasta ahora. La ministra portavoz, María Jesús Montero, ha subrayado que el ministro Illa y los consejeros de Sanidad de las comunidades autónomas pueden revisar el plan este mismo miércoles en el Consejo Interterritorial de Salud.

La directora de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), María Jesús Lamas, explicaba en una entrevista con este periódico cómo va a desarrollarse el plan una vez obtenida la autorización de esta primera vacuna: expedido el permiso de comercialización, en unas 48 horas “empezaría la distribución a las comunidades autónomas”. Está por ver cómo afectará a estas previsiones el adelanto de una semana en el dictamen de la EMA y si, a su vez, se traducirá en un anticipo para el resto de las instituciones concernidas antes de que empiece la campaña que pretende frenar la epidemia de coronavirus. En el hipotético escenario de una aprobación por parte de la Comisión Europea el 24 de diciembre y teniendo en cuenta un margen de unas 48 horas, la distribución a las autonomías podría empezar entre el 26 y el 27.

Llegada progresiva de dosis

En todo caso, las dosis van a ir llegando progresivamente a España. Aunque Illa ha asegurado que “sobrarán vacunas” y que el objetivo final es cubrir a toda la población española (más de 47 millones de habitantes), no todas van a llegar de golpe en la primera remesa sino “de forma progresiva y conforme se vayan fabricando”.

En esto ha abundado el responsable del Centro de Emergencias Sanitaria del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón: “Hasta ahora lo que se ha hecho público son estimaciones, hasta que no sepamos cuántas dosis nos van a llegar semana a semana no podremos hacer un desglose definitivo”.

El Ministerio asegura que se encuentra a la espera de saber las “dosis reales” y que están esforzándose en cerrar el plan de vacunación, que comenzará a finales de año o principios de enero de 2021. “Es un proceso escalonado que permitirá una adaptación a los aspectos no previstos inicialmente. El objetivo es que todas las comunidades autónomas vacunen al mismo tiempo y estén preparadas para hacerlo al mismo tiempo”.

El futuro reparto de vacunas ya ha generado un primer roce. La Comunidad de Madrid ha acusado al Gobierno central de haber rebajado las vacunas disponibles para ellos, de 630.000 a 207.000. En varias ocasiones Simón ha negado la acusación. Según Sanidad, la estrategia de reparto “está en proceso de determinarse”, ya que los diferentes acuerdos marco con la Unión Europea “son muy genéricos” y están sujetos a los procesos de fabricación.

Arrancar con cita y por grupos destinatarios

Aunque aún se mantienen incógnitas, como cuál será la primera cantidad de vacunas que llegará a España, o el orden exacto de los grupos de vacunación que se han establecido, sí hay un marco general. En total se espera recibir 140 millones de dosis de vacunas en 2021, con los que se cubriría con creces a los 47 millones de personas que viven en España –si bien hay que tener en cuenta que se necesitan dos dosis de la mayoría de sueros–.

La administración de las vacunas se realizará inicialmente con cita confirmada para evitar el desperdicio de dosis y siguiendo los protocolos de seguridad. Las dosis de vacunas administradas se incluirán en los sistemas de registro y en la historia clínica de la persona vacunada se incluirán la fecha y los datos de la vacuna recibida.

“Todas las personas vacunadas recibirán información adecuada sobre la vacuna administrada y una tarjeta de vacunación, o similar, en la que constará el tipo de vacuna administrada y el número de lote, la fecha de vacunación y la fecha para la administración de la segunda dosis, si procede, así como la manera de proceder ante cualquier sospecha de reacción adversa”, señalan las líneas maestras de la estrategia de vacunación aprobadas por el Gobierno con representantes de comunidades autónomas y distintos expertos en materias como la vacunología y la ética.

Tres etapas

Habrá tres etapas para conseguir la inmunidad poblacional: en una primera, los destinatarios serán sanitarios y usuarios de residencias de ancianos, y grandes dependientes no institucionalizados. Serían alrededor de 2,5 millones de personas. Aproximadamente entre marzo y junio será la segunda etapa, durante la cual se podrá incrementar “progresivamente” las dosis. Más adelante llegará la tercera, cuando alcancen al resto de la población. Los grupos son en total 15, sin que por el momento esté establecido el orden exacto en el que se producirá la inmunización:

75% para asegurar la inmumidad de grupo

El objetivo es vacunar de manera gratuita y a largo plazo al menos al 75% de la población para obtener la llamada inmunidad de grupo. Si se consigue y todo funciona del mejor modo posible, es decir, si no surgen imprevistos y si las vacunas además de inmunizar a quienes la reciben evitan eventuales contagios de posibles asintomáticos (algo que todavía está por demostrarse), para finales de verano o principios de otoño de 2021 se podría vislumbrar cierta normalidad pre–COVID, según varios expertos y el propio ministro Illa.

Para ello, además de una campaña de vacunación a gran escala con importantes retos logísticos como la conservación de vacunas, la recomendación para no dar pábulo a los reticentes es ser todo lo transparente que se pueda sobre la seguridad de los sueros, explicar detalladamente sus ventajas y tratar de responder con máxima transparencia a las posibles dudas que puedan surgir ante estos nuevos medicamentos. Las vacunas se han convertido ya en la máxima esperanza para controlar la epidemia que ha cambiado la vida en casi todos los países del mundo.