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Los jóvenes contra el cambio climático no tiran la toalla tras tres meses de lucha: “Las elecciones europeas son cruciales”

A las 13:30 en punto, el par de centenares de manifestantes que recorría el centro de Madrid se ha parado en medio del Paseo del Prado. Ellos y ellas permanecían silencio, pero las alarmas de todos sus teléfonos móviles sonaban a la vez. “Como cuando vamos al colegio, que apagamos la alarma hasta que se nos hace tarde. No podemos seguir haciéndolo con el cambio climático, tenemos que levantarnos ya”.

Explicaba el por qué de esa acción “medio espontánea” Katrina Calderón, portavoz de Fridays for Future (FFF), la organización que, junto a Juventud por el Clima (JxC) ha organizado esta marcha y huelga estudiantil para el 24 de mayo. La cita estaba fijada a nivel internacional desde hace semanas por ser justo antes de las elecciones europeas. “Tenemos que tomar conciencia de que las europeas son cruciales. Si a nivel europeo no se promueven ciertas normas y marcos, no se podrán implementar en ningún sitio”, decía María Laín, otra portavoz de FFF en la capital.

En España, que les coincide también con la previa a las autonómicas y municipales, han salido además de en Madrid en más de cuarenta ciudades. Al ser un encuentro internacional pretendían que se repitiera el éxito del 15 de marzo, que llamaron '15M verde', aunque la afluencia ha sido menor.

Aunque son constantes –cada viernes desde febrero ha habido jóvenes protestando frente al Congreso– el movimiento por el clima –al que se han sumado otras entidades como Extinction Rebellion– no ha tenido tanto asentamiento como en otros lugares de Europa.

“Es temporada de exámenes, no podemos olvidarnos de eso. Ojalá hubiera más gente, pero estamos contentos”, valoraban desde FFF. “Lo bueno es que no estamos solos en Madrid. Somos miles de personas, en 114 países. Estamos creando una comunidad global”, añadía Laín. Hace unas semanas eran optimistas para eldiario.es y creían que en todo caso se debía a que “el movimiento llegó más tarde, y aquí históricamente hay menos asociacionismo juvenil”.

'Life in plastic is not fantastic'

“Tenemos que tener paciencia. Pero la gente sí está cada vez más concienciada, y ayuda mucho que sea algo global. Aquí es que parece que nos tengamos que fijar un poco en que lo hacen fuera para arrancar”, expresaba Olivia, de 20 años, “implicada en el movimiento” pero sin ningún cargo. Olivia cree muy importantes las elecciones europeas pero, para los jóvenes, “la información no es accesible. Aun queriéndote enterar, es terminología compleja que se escapa de la cotidianidad”.

FFF y JxC llevan llamado a la movilización de los jóvenes desde febrero, primero en algunas ciudades catalanas y luego extendiéndose al resto del país. Sus pancartas habitualmente rezan lemas tanto en español (algunas prestan atención al riesgo de desertificación en España) como en inglés ('Life in plastic is not fantastic').

Siguen la estela de Greta Thunberg, la activista sueca de 16 años que en agosto dejó de asistir a clase para exigir compromiso político contra el calentamiento global. Como otras veces, en Madrid había sobre todo adolescentes y veinteañeros que han faltado algunas horas a sus aulas (“si nos escuchaseis, estaríamos en clase”, gritaban“).

Pero también había 'yayoflautas' o profesores –ahora agrupados en Teachers for Future–. Una de las participantes más jóvenes, y también una de las que venían desde más lejos, era Matilda, australiana de 9 años. Lleva 2 años y medio en Madrid por el trabajo de sus padres, que le acompañan, y todas las cámaras van a ella y su pancarta. Ha estudiado el cambio climático en su colegio español y ahora quiere “que el gobiernos nos haga caso y nos escuche”.

Llamada a la “emergencia climática”

Hace apenas unos días, el martes, FFF se unió a otras quince organizaciones ecologistas para formalizar la petición al Estado español de que declarase la “emergencia climática”, como ya se ha hecho en el Parlamento británico o irlandés. Se ha vuelto a mencionar insistentemente este viernes, con cánticos que apelaban directamente al presidente del Gobierno en funciones: “Sánchez, Sánchez, Sánchez, emergencia cuanto antes”. “Sabemos que es simbólico y no sirve para nada si no va acompañada de compromisos concretos, pero es un primer paso”, aclaraba Katrina Calderón al leer el manifiesto.

Una vez ya frente al Congreso de los Diputados, hoy paralelamente acaparado por la decisión de la Mesa acerca de los políticos catalanes presos, han realizado otra acción: tirarse sobre el asfalto –caliente por el sol– para representar “qué es lo que enfrentamos. Para recordar a todos que estamos viviendo una extinción masiva, equiparable a la de los dinosaurios. Estamos aquí por todas las especies”.

Tras las europeas, van a seguir con la “constancia” de la que presumen. Primero con asambleas, mañana mismo una en La Ingobernable, luego con más movilizaciones semanales: “Vamos a estar aquí cada viernes hasta que se declare la emergencia, y luego hasta que se tomen medidas eficaces”.