El fútbol femenino avanza en Marruecos, ¡y la mentalidad también!
El panorama deportivo marroquí ha experimentado un cambio significativo en los últimos años con la aparición de las 'Leonas del Atlas', la selección nacional femenina. La inversión en fútbol femenino no solo ha llevado al equipo a lo más alto, sino que también ha propiciado un cambio de mentalidad
“Cuando, al final de un partido entre los equipos AS FAR y Assa Zag, vi a los niños correr hacia las futbolistas para pedirles autógrafos, entendí que el fútbol femenino había ganado popularidad y que ya no estaba marginado”, cuenta con emoción Leila El Yousfi, coordinadora del programa de estudios deportivos de Marruecos. De hecho, se está produciendo una auténtica “revolución” social en el país con el auge de las Leonas del Atlas, la selección nacional de fútbol, que ha conseguido destacar a nivel internacional. Con su notable trayectoria en competiciones como la Copa Africana de Naciones de 2022 y el Mundial de Australia de 2023, se han ganado el respeto en todo el mundo y han generado el interés por el fútbol femenino entre los aficionados marroquíes.
Pero esta situación no es fruto del azar. En los últimos años, el país ha adoptado medidas muy audaces al invertir masivamente en el fútbol femenino. El presupuesto anual se ha multiplicado por diez hasta alcanzar más de 650 millones de dirhams (60 millones de euros, aproximadamente). En concreto, se han puesto en marcha programas de desarrollo para animar a las jóvenes a implicarse en el deporte y se han creado planes de estudios deportivos para sentar las bases de una estructura sólida en el fútbol femenino.
Aunque se juega de forma amateur desde 2008, podemos decir que el ‘Año I’ del fútbol femenino marroquí comenzó en 2014 con el nombramiento de Fouzi Lekjâa al frente de la Real Federación Marroquí de Fútbol (FRMF).
“Cuando la federación comenzó a impulsar el fútbol femenino, aún se consideraba ‘fútbol diversificado’, al igual que el fútbol sala y el fútbol playa. Le propuse al presidente de la federación crear una comisión dedicada solo al fútbol femenino, aceptó y decidió organizar el fútbol femenino igual que el masculino. También creamos un campeonato sub-17 en 2016 y un año después lanzamos el primer plan de estudios deportivos para el fútbol femenino, con la valiosa ayuda de Leïla El Yousfi”, indica uno de los artífices de la reforma, Nasser Larguet, exseleccionador nacional de Marruecos.
Se pusieron en marcha así los primeros programas de estudios deportivos en las ciudades de Rabat y Saïdia, cursados por varias decenas de jóvenes marroquíes. Desde entonces, el número no ha hecho más que crecer a medida que el programa es adoptado por diferentes clubes de fútbol regionales del reino. Según Ghizlane Chebbak, centrocampista del AS FAR y jugadora de selección nacional, la creación de planes de estudios deportivos ha animado enormemente a las jugadoras a desarrollar su talento. “También permitimos a las mujeres acceder a la formación como entrenadoras de alto nivel junto a los hombres”, añade Nasser Larguet. De hecho, ahora muchas jugadoras entrenan equipos de fútbol, como la exinternacional marroquí Lamia Boumahdi, a la cabeza del club TP Mazembe en el Congo desde marzo de 2023, con el que ha ganado la liga nacional.
Un programa ambicioso
A partir de agosto de 2020, el fútbol profesional femenino se convirtió en un asunto de interés nacional. El Plan de Desarrollo del Fútbol Femenino en Marruecos 2020-2024 centra sus esfuerzos en animar a las aficionadas al fútbol a empezar, permanecer y evolucionar en el campo. Y esto requiere una mejor organización de la profesión, pero también mucha inversión.
Concretamente, la federación se ocupa de cubrir las necesidades materiales de los clubes, incluidas las equipaciones, los balones y los vehículos de transporte. También paga los salarios de las jugadoras de primera y segunda división, que cobran 3.500 y 2.500 dirhams al mes (320 y 230 euros), respectivamente. El objetivo es llegar a 90.000 jugadoras y 10.000 entrenadoras este año.
“La estrategia de Marruecos está dando sus frutos. El éxito del fútbol femenino reside en una política deportiva eficaz, de formación y de ayudas económicas. Esto anima a las familias a dejar jugar a sus hijas. Ya no existen barreras psicológicas porque se reúnen todas las condiciones para permitir a las jóvenes marroquíes seguir una carrera profesional en el fútbol”, afirma Leïla El Yousfi.
El éxito de las Leonas del Atlas ha tenido un impacto significativo en la mentalidad de Marruecos, contribuyendo a un cambio gradual en la percepción del papel de la mujer en el deporte.
“Los resultados que hemos cosechado han cambiado considerablemente la mentalidad en Marruecos. Ahora las familias buscan clubes donde sus hijas puedan jugar y llegar hasta la selección nacional. El apoyo familiar es muy importante para tener éxito”, confirma Ghizlane Chebbak. “Los medios de comunicación también han ayudado a dar visibilidad a la selección femenina. Le dan tanta importancia como a los Leones del Atlas, el equipo nacional masculino, que logró la hazaña de llegar a las semifinales del Mundial de Catar 2022. Es maravilloso”, señala Kenza, una gran aficionada al fútbol. Y lo que es más, los estereotipos de género se ponen en entredicho y las jóvenes se animan a perseguir sus sueños deportivos sin temor a los prejuicios sociales.
“Sueño con jugar en la selección de Marruecos, el equipo es muy bueno”, afirma la franco-marroquí Hanna, de 10 años, que juega en un club de Bourg-en-Bresse (Francia).
De hecho, la selección femenina es hoy un modelo para muchas jugadoras en Marruecos y en el extranjero, demostrando que el talento, la determinación y el trabajo trascienden las barreras de género.
Soumaya Naamane Guessous, socióloga
“Con este equipo asistimos a una transformación total en la forma de ver el cuerpo femenino”
“Estas jóvenes han roto barreras. El fútbol ha sido considerado durante mucho tiempo un deporte mayoritariamente masculino, tanto en el campo como en las gradas y fuera de los estadios. Poco a poco, empezamos a ver un creciente interés por el fútbol entre las chicas como espectadoras. Hoy asistimos al surgimiento de un equipo femenino brillante, lo que es de gran importancia. Históricamente, el cuerpo femenino se ha asociado a menudo con la seducción, considerado como algo que debe ocultarse, un vehículo de honor que debe protegerse y vigilarse para ser entregado intacto a su futuro marido y a sus suegros. Con este equipo asistimos a una transformación total en la forma de ver el cuerpo femenino. Vemos emerger a jóvenes sin complejos, autónomas y ambiciosas, que conquistan un territorio hasta ahora reservado exclusivamente a los hombres. También juegan con sus cuerpos y esto es muy importante: pasan de una visión del cuerpo percibido como objeto potencial de deshonra, limitado a la maternidad, a un cuerpo dinámico que se expresa en un campo de juego con una pelota. Este balón simboliza el valor y el prestigio de toda una sociedad. El cuerpo femenino se convierte en portador de promesas, destrezas y resultados, reflejando la identidad nacional. Es un verdadero acto de patriotismo. Es fascinante ver cómo los estadios se llenan para ver partidos de equipos femeninos”, declara la socióloga Naamane Guessous.