San Pedro Sula (Honduras), 2 dic (EFE).- El oficial para América Latina y el Caribe del programa España-Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Luis Lobo, dijo este lunes en Honduras que “la gente quiere respuestas rápidas” en lo que respecta a asegurar su alimentación, principalmente los pobres.
“No es fácil, la gente quiere respuestas rápidas”, indicó a EFE Lobo, quien también es promotor de la Alianza Iberoamericana por la Seguridad Alimentaria y uno de los expositores en el 'Encuentro de Parlamentarios por la Alimentación', que ha reunido en Honduras a representantes de 17 países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la participación virtual de otros, para asumir el compromiso de contribuir a la seguridad alimentaria que demandan millones de personas en América Latina.
Del evento, Lobo señaló que es muy relevante debido a que por primera vez se abre un espacio para que los parlamentos también contribuyan a mejorar la seguridad alimentaria.
“Además es muy estratégico porque en los parlamentos es donde se construyen las políticas de Estado de mediano plazo que, de alguna manera, preparan los países para enfrentar todos los retos sobre el tema de la alimentación”, agregó.
En ese sentido, Lobo dijo que los retos de los parlamentarios “son inmensos” porque “desgraciadamente vivimos en una región donde todavía existe mucha gente que padece hambre”.
Se trata de 184 millones de personas que están padeciendo de inseguridad alimentaria grave o moderada, son números bastante dramáticos, pero también hay un valor de esperanza, agregó.
Lobo considera que la sociedad tiene que entender que aquí hay un trabajo que se está haciendo, y que “América Latina y el Caribe, por ejemplo, es la única región, según nuestros datos, este año consiguió bajar el número de hambrientos y de inseguridad alimentaria frente al resto de las regiones del mundo”.
Eso se debe, acotó, porque existe un compromiso político en la región y se han desarrollado políticas, muchas de ellas impulsadas a crear leyes a favor de la alimentación como la promoción de la agricultura familiar y reducir las pérdidas de alimentos.
Sobre el aporte de España con la FAO a las iniciativas de Latinoamérica y el Caribe para garantizar la seguridad alimentaria, expresó que está orientada a asumir que el problema del hambre no es técnico, sino político.
“España tuvo una visión muy estratégica hace 15 años y se dio cuenta, conjuntamente con la FAO, de que el problema de la lucha contra el hambre no es un problema técnico, es un problema de compromiso político, de que se tomen las acciones adecuadas en los espacios de la democracia”, subrayó.
Añadió que el problema del hambre es un problema que deben atender los poderes Ejecutivo y Legislativo, y que en el caso de España “con esa visión estratégica y diferente a otras cooperaciones (...) decidió que el mundo parlamentario también tenía que tener una agenda en la lucha contra el hambre y la malnutrición y construir políticas de Estado que enfrentan estos retos”.