El Getafe Club de Fútbol, que compite en la primera división española, ha fichado a una de las promesas del fútbol inglés, Mason Greenwood, que lleva 18 meses apartado de la competición y los entrenamientos tras ser acusado de intento de violación y agresión a su pareja. A pesar de que los cargos fueron retirados y las autoridades inglesas cerraron la investigación contra él, su posible regreso a los campos de fútbol ha estado rodeado de polémica en Reino Unido.
Los responsables del Manchester United inglés llevaban seis meses considerando todas las opciones posibles sobre el futuro de Greenwood. Desde que regresara ya a la competición con el primer equipo hasta negociar el fin adelantado de su contrato —vigente hasta 2025—, cederle a otro equipo y que regresara después a las filas de los red devils, o tratar de venderlo de manera definitiva.
Finalmente, el club de Old Trafford ha optado por su salida al extranjero y su destino es la LaLiga EA Sports española, inmersa desde hace dos semanas en la polémica por el comportamiento sexista y obsceno del presidente de la Federación, Luis Rubiales, que ya ha sido suspendido por la FIFA por besar sin consentimiento a una jugadora de la selección.
La gestión del caso de Greenwood, que sale de Reino Unido horas antes del cierre del mercado de fichajes, ha puesto en apuros al Manchester United. El club ha recibido duras críticas por la gestión del caso y por sugerir, en el tramo final de sus deliberaciones, que consultaría con el equipo femenino la conveniencia del regreso del jugador, según informó la BBC, cuando tres de sus futbolistas estaban inmersas en pleno Mundial de Fútbol.
Las acusaciones contra Greenwood
El delantero del United, de 21 años, fue acusado por su pareja, Harriet Robson, de violencia machista. Ocurrió en enero de 2022. Robson publicó vídeos y fotografías en redes sociales en las que mostraba moratones en sus piernas y un labio roto, con el cuello ensangrentado. “Para cualquiera que quiera saber de verdad lo que Mason Greenwood me está haciendo”, leía el mensaje de Robson en Instagram.
A pesar de que ella retiró estas imágenes, la policía británica las consideró como pruebas de una posible agresión y decidió investigar a Greenwood, que fue detenido por presunta violación y agresión a su novia. En octubre del año pasado presentaron la acusación formal por intento de violación, agresión e intento de controlar el comportamiento de la víctima.
El Manchester United ya había suspendido a Greenwood durante 18 meses en los que no podía ni competir ni entrenar en las instalaciones del club inglés. El delantero también perdió el patrocinio de Nike nada más ser acusado formalmente, EA Sports decidió eliminarlo de la versión del videojuego FIFA 22 y tampoco lo incluyó en la de 2023.
Sin embargo, en febrero de este año, la fiscalía británica revocó la acusación contra el jugador “por la retirada de testigos clave y la aparición de nuevas pruebas que suponían que no iba a ser posible condenarlo” por los cargos iniciales. El cierre del caso judicial contra Greenwood dio paso a un desafío para las relaciones públicas del Manchester United.
Seis meses de deliberaciones
El club había abierto su propia investigación al jugador y habló tanto con él como con la familia de la víctima. El pasado día 21, el presidente del club, Richard Arnold, escribió una carta a los seguidores en la que asegura que la salida de Greenwood “era una de las posibilidades que consideramos y para la que estábamos preparados”. Arnold añadió que su postura al respecto “ha evolucionado a la vez que iba avanzando el proceso”.
“Todas las partes implicadas reconocemos la dificultad de que reanude su carrera en el Manchester United”, asegura el comunicado. “Por eso hemos decidido conjuntamente que lo más adecuado es que lo haga lejos de Old Trafford”, en referencia al estadio del primer equipo. El texto también concluye que, tras analizar las pruebas disponibles, “Greenwood no cometió los delitos por los que se le acusó inicialmente”.
Sin embargo, la carta aclara si la opción de que Greenwood regresase a las filas del primer equipo ha sido abandonada por ser lo mejor para el jugador, o por las críticas que ha recibido el club durante esta crisis. Una de ellas ha llegado de parte de Gary Neville, ex defensa del equipo inglés. Neville aseguró en Sky Sports que “estaba claro desde el primer día que no iba a jugar otra vez con el United”.
El ex jugador inglés calificó de “horrible” el proceso hasta confirmar la salida de Greenwood. “Cuando tienes situaciones difíciles como ésta, hace falta un liderazgo sólido. Y eso depende de los de arriba”, dijo Neville en referencia a la presidencia del club. “Y el Manchester United no tiene eso”.
Consulta al equipo femenino
Hace dos semanas, cuando aumentaba la presión para que el club aclarase si Greenwood volvería a vestir la camiseta del United, la BBC informó que el presidente quería consultar con las futbolistas del equipo femenino si el jugador debía volver. La revelación desató las críticas, ya que varias de esas jugadoras estaban inmersas en plena competición por el Mundial de Australia y Nueva Zelanda.
“Exigimos que el club demuestre tolerancia cero con la violencia machista y rechace el regreso de Mason Greenwood”, leía el comunicado del club de fans del United contra su vuelta. “Esto nos dice que lo único que importa son los hombres que generan dinero para el club, no nosotras, ni el resto de fans, ni sus madres, ni sus hermanas ni sus hijas”.
La exjugadora inglesa Karen Carney también ha acusado al Manchester United de gestionar esta situación de una manera “bastante lamentable”, durante una entrevista en la BBC: “Como institución, como club de fútbol y por todo lo que representa”.