Teresa Romero, la primera contagiada de ébola en España, ha pasado de ser acusada de mentir a recibir toda clase de halagos y reconocimientos por parte de las autoridades. Y, curiosamente, los autores de unas y otros resultan ser los mismos. Con la recuperación se ha pasado en apenas dos semanas de pregonar su irresponsabilidad y del “pudo haber estado ocultando información” a ser un ejemplo para todos y por tanto merecedora de la más alta distinción de Sanidad de la Comunidad de Madrid, tal y como ha anunciado este jueves el Gobierno de Ignacio González. Además, el municipio de Alcorcón (PP), donde reside ella, ha lanzado unas becas de investigación sobre el ébola con el nombre de la auxiliar de enfermería.
Las jornadas más críticas de la enfermedad pasaron, y Romero ha roto el obligado silencio de los días en los que las autoridades la señalaron como la autora de un error que causó la infección. Una portavoz de la familia comunicó que la auxiliar de enfermería no recordaba haberse tocado la cara con el guante. Esta versión es la que difundió un médico del hospital La Paz, Germán Ramírez, en una rueda de prensa a las puertas del hospital, con el beneplácito de la Consejería de Sanidad. El médico aseguró tener el consentimiento de la enferma.
Las acusaciones hacia la sanitaria pueden llevar al consejero de Sanidad de Madrid, Javier Rodríguez, ante los tribunales. El marido de Romero, Javier Limón, ya ha anunciado que emprenderán acciones legales contra él por sus palabras. La falta de resultados de la investigación del Ministerio de Sanidad sobre las causas del contagio (que aún hoy se desconocen) no evitaron un tour del consejero de Sanidad de la región por varios medios de comunicación en los que criticó a la profesional por “haber ocultado información” sobre su estado de salud.
Rodríguez afirmó, entre otras cosas, que “para explicar a uno cómo quitarse o ponerse un traje no hace falta un máster”, que “tan mal no debía estar para ir a la peluquería”, y que “ha tardado mucho en decir lo que había hecho, nos hubiera evitado un quebradero de cabeza”. Más tarde pidió disculpas al marido de la enferma en una respuesta a una carta que éste le había enviado previamente.
Aunque el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González admitió que Rodríguez no estuvo “nada afortunado en sus declaraciones”, no le obligó a dimitir. Y la tesis del error humano siguió siendo prioritaria en la comunicación oficial sobre el contagio. De hecho, la versión del guante fue repetida en varias ocasiones durante una rueda de prensa –aunque sin descalificaciones– por Salvador Victoria, número dos de González.
Las alabanzas a la sanidad pública
Las críticas de la oposición al completo sobre la postura de Javier Rodríguez aumentaron las alabanzas a los profesionales de la sanidad pública madrileña. Ana Mato ha insistido en este idea en cada una de sus declaraciones y Esperanza Aguirre, la presidenta del Partido Popular en Madrid, ha afirmado que los sanitarios que han atendido a Teresa Romero han demostrado que la sanidad madrileña es “la punta de lanza de la medicina en España”.
Para el Gobierno, la calidad de la sanidad pública española ha quedado probada gracias a la recuperación de Romero, como ha indicado el presidente de Gobierno en sus declaraciones. También, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, que ha defendido su gestión en el Pleno de la Asamblea de Madrid: “Hemos controlado la crisis, buscado soluciones, curado a Teresa del ébola y no se ha producido ningún contagio más”.
Junto a las palabras, la Comunidad de Madrid va a conceder “la más alta distinción de Sanidad de la Comunidad de Madrid” a todos los profesionales que han trabajado desde el 4 de agosto hasta ahora para superar la crisis del ébola, entre ellos Teresa Romero.
González criticó también a los socialistas por intentar “sacar rédito político a costa de la salud de los madrileños” cuando el portavoz del PSOE en Madrid, Tomás Gómez, exigió la dimisión del consejero de Sanidad y la asunción de los errores en el protocolo contra el ébola.
Y ahora... las “Becas Teresa Romero”
El Gobierno de la localidad madrileña de Alcorcón (169.300 habitantes), que preside el alcalde David Pérez (PP), impulsará por su parte la creación de las becas “Teresa Romero para la investigación del ébola y enfermedades contagiosas”. El presupuesto: 50.000 euros anuales, que se repartirán cinco equipos de investigación. En el Ayuntamiento afirman que pretenden hacer un homenaje a su vecina, “con la seguridad de que el objetivo del mismo, la investigación, va a ser de su total agrado”.
La oposición critica la medida como oportunista, después de que el alcalde “haya estado escondido durante dos semanas y haya rechazado comparecer en el pleno para explicarnos qué medidas se han tomado”, afirma José Antonio López Tinaquero, portavoz de Izquierda Unida en la ciudad. En el PSOE, la misma crítica, después de que el Ayuntamiento se haya escudado en la falta de competencias en Sanidad para no comparecer. “¿Es que ahora el Ayuntamiento sí tiene competencias entonces en esta materia? Si puede crear unas becas para investigar este virus, ¿por qué no se puede debatir sobre ello en el Pleno, máximo órgano de representación democrática?”, dice Natalia de Andrés, portavoz del grupo socialista.
El respaldo del consejero Javier Rodríguez también indigna a la oposición. En el Gobierno municipal señalan que “son unas palabras que no son adecuadas desde el momento que pide disculpas el consejero” y “que no hay que hacer más escarnio”.
Respecto a las becas, el portavoz del Ayuntamiento afirma que “aunque la intención del Gobierno es colaborar con el mayor número de proyectos posibles y que por ello dijimos cinco investigaciones, ese número se puede reducir si la universidad lo considera mejor”. Sobre si la cantidad de 10.000 euros puede resultar escasa para este tipo de proyectos, en el Consistorio consideran que “aportan con lo que pueden, ojalá pudiese ser más pero algo es algo”. El presupuesto saldrá de las cuentas del Ayuntamiento, según afirma este portavoz.
“Nos parece que es una forma de sacar rentabilidad política de este caso”, denuncia el portavoz de IU de Alcorcón. “Es evidente la incongruencia del Partido Popular: por una parte, la Comunidad de Madrid y el Gobierno central recortan en presupuesto y en investigación para la sanidad pública y, por otro, el alcalde improvisa unas becas de 50.000 euros”, concluye López Trinaquero.
No solo la salud de Teresa Romero ha dado –afortunadamente– un vuelco. También la actitud de las autoridades sanitarias de Madrid, que han pasado de verla –y describirla públicamente– como una irresponsable a una heroína.