“La revista Nature publica un estudio a favor de la homeopatía”. Desde el pasado septiembre de 2018, los defensores de la homeopatía se han estado haciendo eco de un estudio que, supuestamente, avala el uso de esta pseudoterapia. Sin embargo, el estudio no solo no se publicó en esa revista, fue en otra del mismo grupo editorial pero de menor impacto, sino que, además, ha sido retirado tras comprobar los editores que existían varios errores y que las conclusiones de los autores no se correspondían con los resultados obtenidos.
El estudio, realizado con ratas de laboratorio, se publicó el pasado 10 de septiembre en la revista Scientific Reports y afirmaba haber demostrado los “notables efectos antiinflamatorios” de un remedio homeopático, por lo que éste podría ser utilizado para el “tratamiento del dolor neuropático”. En el artículo se llega a asegurar que el producto es tan efectivo como el medicamento convencional recetado habitualmente para tratar este tipo de dolor.
Las primeras críticas al estudio se produjeron nada más publicarse, ya que varios investigadores detectaron que el artículo contenía imágenes duplicadas y que algunas de las gráficas utilizadas no se correspondían con los datos. También se señalaron importantes errores en el diseño del estudio, como la reducida muestra de animales utilizada, solo ocho ratas, o que el ensayo no se realizó a ciegas, un método que evita que los investigadores puedan influir en los resultados.
Uno de los principales críticos del estudio fue el biólogo italiano Enrico Bucci, cofundador de una empresa dedicada a la venta de herramientas para “mejorar la integridad de la investigación de datos en las publicaciones científicas”. Dos semanas después de que el artículo saliera a la luz, Bucci publicó su propio análisis y envió un informe a los editores de la revista.
El lobby homeopático ignoró las advertencias
Tras las primeras indagaciones, el 1 de octubre, los editores añadieron una nota al artículo para alertar a los lectores de que el estudio estaba siendo investigado por posibles errores. Sin embargo, esta nota de advertencia no frenó el entusiasmo de los defensores de la homeopatía y, más de un mes después de su publicación, la Asamblea Nacional de Homeopatía, principal grupo de presión de este sector en España, incluyó el estudio como prueba de la eficacia de esta pseudoterapia en un artículo publicado en respuesta al plan contra las pseudoterapias anunciado por el Ministerio de Sanidad.
No fueron los únicos, diversas asociaciones de homeópatas, tanto nacionales como internacionales, han publicitado este estudio, dado que los artículos que avalan la eficacia de esta pseudoterapia rara vez se publican en revistas que no sean de homeopatía y es extraordinario que lleguen a revistas con alto índice de impacto, como Scientific Reports. La Asociación Española de Médicos Integrativos aseguraba a través de redes sociales que, gracias a este estudio, “se hace cuesta arriba decir que la homeopatía es placebo”.
Sin embargo, finalmente, la revista ha confirmado las sospechas iniciales y los editores han retirado el estudio, asegurando que “el modelo no apoya la conclusión principal del trabajo” de que el producto homeopático reduce el dolor y aseguran que “se desconoce la composición cualitativa y cuantitativa del extracto” utilizado. Además, confirman que varias de las figuras utilizadas son duplicados y que la “recolección, descripción, análisis y presentación” de los datos de algunas figuras “es inadecuada y no se puede confiar en ellos”.
En un comunicado publicado por el medio especializado Retraction Watch, los autores del estudio han asegurado estar en contra de la retirada del artículo. Aunque reconocen “los errores involuntarios que se produjeron en la presentación de los datos”, aseguran que los errores “tipográficos” han sido utilizados por “los bloggers y el lobby anti-homeópata para ejercer presión sobre los editores”.
Tres décadas del escándalo de la 'memoria del agua'
El impacto de este artículo recuerda a otro famoso estudio publicado, esta vez sí, en la prestigiosa revista Nature. Fue en 1988, cuando un equipo de investigadores franceses publicó los resultados de un experimento que parecía validar los efectos de los medicamentos homeopáticos altamente diluidos y que introdujo el concepto de la memoria del agua.
Desde entonces los homeópatas defienden que, por medio de algún mecanismo desconocido y que nunca se ha podido observar, las moléculas de agua guardan memoria de los productos con los que han estado en contacto, aunque ya no quede ningún rastro a nivel molecular de dichos productos.
Los editores de la revista revisaron el trabajo por lo extraordinario de la afirmación y, finalmente, decidieron publicarlo. Sin embargo, ningún otro equipo de investigadores pudo replicar con éxito aquel experimento, lo que desató las dudas sobre la veracidad del mismo. Ni si quiera los siguientes estudios llevados a cabo por el mismo equipo de investigadores, que se realizaron en condiciones controladas por un equipo externo, lograron reproducir los resultados originales.
A diferencia del estudio actual, aquel el artículo nunca se retiró, puesto que nadie pudo demostrar el fraude. Sin embargo, el hecho de que nunca se replicasen los resultados dejó entre la comunidad científica la idea de que el experimento había sido falseado y las sospechas se centraron en la persona encargada de recopilar los datos y primera autora del estudio, Elisabeth Davenas. Poco tiempo después, se supo que el sueldo de Davenas dependía de la farmacéutica Boiron, la mayor multinacional de la industria homeopática, que también financiaba al grupo de investigación, lo que añadía aún más dudas a los resultados del experimento.