La Hospedería del Valle de los Caídos toma partido en contra de la exhumación del dictador

“Era una obra demasiado grande para que la entendieran los mediocres”. Este es el tweet fijado, desde el pasado mes de febrero, por la Hospedería del Valle de los Caídos. El centro, situado en territorio propiedad de Patrimonio Nacional, ha tomado posición respecto a la decisión del Gobierno de España de sacar los restos del dictador Francisco Franco de la basílica. Una decisión que podría demorarse, según ha reconocido el propio Ejecutivo.

Así, en sus redes sociales, la Hospedería se hace eco de las concentraciones –y difunde– que el pasado domingo tuvieron lugar en el Valle de los Caídos, y en las que participaron centenar es de personas ataviadas con banderas preconstitucionales (en alguna de las imágenes se observan) y haciendo el saludo fascista.

Durante toda la jornada, se sucedieron misas en las que participaron, convocados por la asociación Movimiento por España, quienes acudieron a la llamada “peregrinación nacional” contra la exhumación, y defendiendo que el franquismo “no es residual” y que “media España no quiere que Franco sea exhumado ni el Valle de los Caídos profanado y expoliado”. Una postura que, tras años de silencio, y ante la inminencia de la salida del dictador, parecen haber asumido desde la Hospedería.

Sin embargo, su responsable, el periodista Álex Navajas, niega la mayor y asegura que “la Hospedería no se posiciona a favor y en contra de nada”. El centro, que se define como “un lugar de paz y reconciliación”, aunque da pábulo a los nostálgicos del régimen. “No tenemos, como Hospedería, ninguna opinión al respecto”, añade, en conversación con eldiario.es, Navajas, quien añade que los trabajadores están viviendo la situación “con indiferencia y mucho trabajo”.

Entre sus servicios (el alojamiento puede costar, en un fin de semana, alrededor de 90 euros) se incluye el pase gratuito al Valle durante la estancia. El alojamiento dispone de 220 plazas distribuidas en 120 habitaciones “de estilo austero y monástico”, según su página web.

Hay pocos datos sobre la financiación del recinto, más allá de que mantener el Valle de los Caídos le cuesta al Patrimonio Nacional 1.836.325 euros anuales, según una respuesta del Gobierno de junio de 2017, incluyendo en esa cantidad la subvención de 340.000 euros que recibe la abadía benedictina , beneficiaria de la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos.

El coste se refiere, además de a esa subvención, a los gastos de mantenimiento, suministros, personal y seguridad, informa Efe. Preguntado sobre el particular, Álex Navajas sostiene que Patrimonio Nacional se encarga del mantenimiento y restauración de la Hospedería, aunque denuncia que “hace mucho que no se invierte ni un euro. Hay hasta algunas goteras”.

Aunque ésta es la postura oficial, Álex Navajas, periodista y anteriormente director gerente de Radio María y subdirector del colegio Highlands El Encinar (de los Legionarios de Cristo), no ha evitado la polémica en los últimos días.

Así, tanto en sus colaboraciones con el diario digital Actuall (auspiciado por HazteOir), como en un vídeo de La ContraTV colgado esta semana en Youtube, Navajas se ha posicionando, contundentemente, en contra del traslado de Franco.

Profanación de tumbas

Y es que, para el responsable de la Hospedería del Valle, la intención de Pedro Sánchez para exhumar los restos de Franco no es otra que “contentar a sus huestes más extremistas, más de extrema izquierda”.

“Lo va a hacer, pues como un cazador, presenta la presa que ha cazado, y se la muestra a todos sus amigos con orgullo”, añade Navajas, quien advierte al presidente del Gobierno que “se enfrenta al Código Penal”, asegurando que incurriría en “delito de profanación de tumbas, castigado con hasta 10 meses de prisión”.

Para Navajas, el Ejecutivo no está legitimado para decidir sobre el destino de los restos del dictador, pues “incluso la alteración de una lápida puede ser constitutiva de delito, mucho más exhumar el cuerpo. Los únicos que tienen la potestad para decidir que un cuerpo sea removido sean los familiares, y los siete descendientes de Francisco Franco han dicho que no quieren que se remueva el cuerpo de su abuelo”. En conversación con eldiario.es, Navajas matiza que “lo único que digo es que existe un delito que se llama profanación de tumbas, y la prueba es que ahora el Gobierno se ha echado para atrás, y ya no dice que la exhumación será en julio”.

Mientras tanto, los monjes benedictinos, por orden expresa de la Iglesia española, se mantienen en silencio. Desde la Conferencia Episcopal ya se apuntó que los obispos no se opondrán al traslado de los restos de Franco y José Antonio. “La decisión no nace de la Iglesia ni le corresponde a ella decidir”, señaló el portavoz episcopal, José María Gil Tamayo.