El Hospital de Alcalá eleva a la justicia el caso de una paciente terminal a la que su familia quiere mantener con vida
El Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares se encuentra inmerso en una batalla en los juzgados con la familia de una mujer de 54 años que padece una enfermedad neurodegenerativa desde hace 20 años, María Teresa. La Asociación de Abogados Cristianos, que representa a la familia de la paciente, acusa al centro de haberles asegurado que “si tiene otra recaída, no la reanimarán. Es decir, la dejarán morir sin ningún tipo de ayuda”. Le están, escriben en una carta pública, “imponiendo la eutanasia”.
Por ello, y para “garantizar su vida”, Abogados Cristianos, en nombre de los familiares de María Teresa, han solicitado medidas cautelares al Juzgado de lo Penal de guardia de Alcalá de Henares. La Asociación cuenta a eldiario.es que, tras ello, la noche del 8 de julio un médico forense visitó a la paciente enviado por el juez: “Desconocemos el contenido del informe, pero, en resumen, la veía bien”. Antes, el pasado 4 de julio, el Hospital también había elevado el caso al Juzgado de Guardia de la misma localidad madrileña: según confirman a eldiario.es, pusieron en conocimiento a esa sala la negativa de la familia a aceptar las medidas sanitarias aplicadas a María Teresa, adjuntando un informe de la asistencia.
En el comunicado, Abogados Cristianos sostienen que desde el Hospital “alegan que mantener a Teresa con vida supondría un gasto económico elevado para el hospital”. El Príncipe de Asturias mantiene otra versión ante eldiario.es. Definen la situación clínica de Teresa como “muy compleja”, y ha sido valorada “por profesionales de distintas especialidades (Urgencias, Medicina Interna, UCI y Neurología)”. También que “todas las medidas protocolizadas y prescritas” se han aplicado con ella hasta la fecha de forma habitual “siempre siguiendo criterios asistenciales, no económicos”.
Ahora mismo, dice el Hospital sobre el origen del conflicto, el personal sanitario que atiende a la paciente “han valorado que la aplicación de otras técnicas agresivas e invasivas no beneficiarían a esta paciente”. Es decir, “si la paciente entra en parada, no deben aplicarse técnicas avanzadas de reanimación”. Las técnicas de reanimación con las que insiste la familia las califican de “encarnizamiento terapéutico”, “generan un sufrimiento al paciente sin aportar un beneficio”. El centro explica que han mantenido debidamente informada a la familia de todas estas circunstancias, y fue ante su negativa a aceptar el criterio médico cuando lo elevaron al Juzgado de Guardia.
“Nos han hablado de eso muchas veces, varios médicos: que si fuera una paciente normal la llevarían a la UCI, pero que las técnicas son muy agresivas, incluso una doctora nos dijo que ese tratamiento sería muy caro”, dice un hermano de la mujer en declaraciones a El País. En ese diario describen que “obviamente no queremos verla sufrir” pero “la vemos que interactúa con nosotros, que siente tristeza, que se ríe….” y acusan al centro de haberles dejado de informar sobre su estado.
“La atención a esta paciente no tiene nada que ver con debates como la eutanasia. Se está atendiendo a la paciente en las mejores condiciones posibles dado su estado”, finalizan los portavoces del Príncipe Felipe. Abogados Cristianos utiliza de manera reiterada esa acusación en su nota. Va acompañada de una recogida de firmas para pedir “al director del hospital de Alcalá de Henares, Félix Bravo, que garantice la asistencia sanitaria a Teresa para que no sea eutanasiada” y que está suscrita por 4180 personas a la hora de la publicación de esta noticia. También de una carta a Bravo en el que dicen haber tenido conocimiento “de que su hospital está planteándose la eutanasia pasiva de una de sus pacientes”.
