La Iglesia admite otros 186 casos nuevos de abusos a menores, aunque la mayoría de los pederastas ya han muerto
La Iglesia ha recibido en un año 186 denuncias por abusos sexuales, pero la mitad de los acusados ya han muerto. “Testimonios, es un informe vivo”, anunció el secretario general de la Conferencia Episcopal, César García Magán, sobre los nuevos datos, que no siempre concluyeron en denuncia, y que sumados a los anteriores datos ofrecidos por la Conferencia Episcopal suman un total de 706 reconocidos, muy lejos de la suma de los recabados por distintos medios de comunicación o las previsiones de la inconclusa auditoría encargada por la Iglesia al bufete Cremades, que prevé más de cuatro mil casos.
“Es un informe abierto, y vivo. Los de 2023 no están computados”, señaló el obispo auxiliar de Toledo, quien insistió que de los nuevos “testimonios”, 179 eran menores de edad, mientras que otras siete equiparables.
En cuanto a los perpetradores, “hay 74 clérigos consagrados, 36 clérigos diocesanos, 49 consagrados no clérigos y 27 laicos”. “Todos los victimarios son varones”, aclaró Magán, quien incidió en que, “de ellos, han fallecido 90, otros 69 están vivos y no consta su situación en 27 casos”. Los nombres de víctimas y victimarios están “anonimizados” por la Ley de Protección de Datos. Eso sí: “No hay ningún obispo acusado de encubrimiento en el seno de la Conferencia Episcopal española”, resaltó.
La mayoría de los años 70
La mayor parte de los abusos recogidos en el nuevo listado, recabado por las 123 diócesis y congregaciones con protocolo en vigor en España, se dieron en los años 70, con 66 casos, seguida por la década de los 60 (44), los 50 (12), los 80, con 7 casos; los 90, con 5; la década del 2000, con 6 casos, y la de 2010, con 4. Hubo un repunte en 2022, con 16 casos, lo que, en su opinión, se debe a dos razones: la creación de oficinas y “la relevancia pública de los casos” a través de los medios de comunicación, tan denostados en otra ocasión.
¿Podremos saber alguna vez cuáles son las cifras reales? “Seguramente en un futuro buscaremos la confluencia, pero todos (Defensor del Pueblo, Fiscalía, Cremades, Iglesia) estamos trabajando por aportar luz”, señaló Magán. “Buscamos y pretendemos esa coordinación”, apunto. Sobre la reunión con Gabilondo, García Magán reveló que “fue cordialísima, y mostró su gratitud por este informe” que, según indicó “entregó la CEE como un signo de esta colaboración”.
En otro orden de cosas, García Magán se posicionó sobre el caso de maternidad subrogada, a cuenta del caso de Ana Obregón, señalando que “ser madre no es un derecho, sino un regalo”, y recalcó que “la madre gestante no es una incubadora”. El portavoz de la CEE defendió el derecho del hijo a saber quién es su padre, y denunció la “contradicción que hay que aclarar”. “Si se pide que la mujer sea libre para abortar la contrariedad es que no se sea libre para gestar”.
Magán recalcó la firma, ayer, del “canje de notas entre la Santa Sede y el Ministerio de Presidencia”, en un “proceso de negociación llevado a cabo con la autorización de la Santa Sede”, con dos renuncias: al ICIO y al impuesto de Otras Contribuciones Especiales.
“Con este canje de notas, la Iglesia se sitúa equiparada en todo a instituciones, fundaciones, otras confesiones religisoas... sin ningún privilegio fiscal ni discriminación. Queda exactamente amparada por la Ley del Mecenazgo, sin más exenciones, pero evidentemente sin menos. Si no, sería discriminación”, finalizó García Magán.
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