El traspaso de carteras del viejo al nuevo Gobierno suele regalar momentos emotivos y para el recuerdo de sus protagonistas. Sin embargo, el intercambio de maletines en este inicio de legislatura ha sumado un nuevo capítulo a la escalada de tensiones entre Podemos y Sumar tras confirmarse la salida de los 'morados' del Ejecutivo encabezado por Pedro Sánchez. La ya exministras Irene Montero e Ione Belarra han dicho adiós a sus responsabilidades institucionales con agradecimiento a sus equipos y sin filtros en medio de un ambiente tirante que nadie ya se ha esforzado por maquillar.
Los reproches han comenzado en la sede del Ministerio de Igualdad antes de mediodía. “Que nunca te dejen sola”. La frase que Irene Montero le ha dirigido a la nueva titular de Igualdad, Ana Redondo, ha sido elocuente, seguida por duras críticas al presidente del Gobierno que después ha replicado Belarra en el Ministerio de Derechos Sociales. “Pedro Sánchez nos echa del Gobierno y rompe con ello la unidad de un bloque democrático en el que nos necesitamos todas, todos y todes”, ha dicho Montero en primer lugar.
En el traspaso de la cartera a Pablo Bustinduy –que fue candidato por Podemos a las elecciones europeas pero renunció tras la escisión de la familia 'errejonista' de la formación y ahora ha vuelto para integrar Sumar–, Belarra ha expresado en la misma línea afirmando que el presidente y el PSOE “han conseguido echar a Podemos del Ejecutivo”, aunque ha advertido a renglón seguido: “Nos echan, pero no nos vamos”.
Se trata, ha defendido la secretaria general de Podemos, de un “error profundo porque lo que tenemos enfrente es una ola reaccionaria”. La líder del partido ya avanzó, tras saber que su partido quedaba fuera de los cargos ministeriales, que ejercerán su autonomía dentro de la nueva coalición en una legislatura que testará la precaria unidad de la izquierda. El curso político que comienza incluirá, además, tres citas electorales: las gallegas, las vascas y las europeas.
En los mensajes de Montero, había también un recado velado para Yolanda Díaz: “Que no nos digan que algo es feminista solo porque hay mujeres”. Irene Montero ha reivindicado el trabajo de su ministerio, pero también un feminismo ruidoso. “No os olvidéis nunca de que cuando nos hablan de ruido es porque nos quieren en silencio y solas. El silencio es cómplice de la violencia y normaliza las desigualdades (...) La palabra, el grito, el ruido es lo que nos hace existir como sujetos políticos. Que nunca más cuenten con nuestro silencio”, ha dicho.
Las referencias de la exministra a sus políticas fueron aplaudidas una por una por la nueva titular, desde el consentimiento hasta la ley trans. Aunque Montero pidió tomar muy en serio “la ofensiva reaccionaria” fue contundente sobre lo logrado: “España es otra. Lo que hasta ahora era normal ya no lo es. El feminismo lo está cambiando todo”. A Ana Redondo, exconcejala de Cultura y Turismo de Valladolid, le ha deseado que se rodee del “mejor equipo” y que tenga “valentía para incomodar a los amigos de 40 y 50 años del presidente”, ha dicho refiriéndose a las declaraciones de Sánchez en campaña electoral sobre algunos discursos feministas.
El acto protagonizado por Ione Belarra ha sido más multitudinario, con la presencia de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz; la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y la titular de Sanidad, Mónica García. En él se pasaba la cartera de Derechos Sociales y también la de Consumo, que hasta ahora era independiente y estaba encarnada en el titular Alberto Garzón (IU). Hoy se integra en un único ministerio encabezado por Bustinduy, a quien Belarra le ha deseado suerte, a excepción de la rama de Infancia y Juventud, para Sira Rego (IU).
La exministra ha tenido palabras de agradecimiento para su equipo, con una mención expresa al secretario de Estado Nacho Álvarez, que observaba la escena desde la primera fila del patio de butacas, sentado al lado de Lilith Vestringe (secretaria de Estado para la Agenda 2030) e Irene Montero. Apenas se han dirigido la palabra tras la oferta de Sumar para hacer ministro de Derechos Sociales a Álvarez, exnúmero dos de Belarra. El partido, que ya había tenido algunos desencuentros con él, la rechazó y la tildó de “treta”.
Entre las medidas que Belarra ha reivindicado como propias está la inyección en Dependencia a las comunidades autónomas o los permisos para el cuidado de familiares e hijos hasta ocho años. “No hemos logrado la ayuda por hijo a cargo o doblar el permiso de maternidad a las mujeres que crían solas, o considerar iguales a las familias numerosas y monoparentales, pero lo lograremos, podéis contar con mi ayuda”, ha dicho.
Frente a la tensión, el exlíder de Izquierda Unida y también ministro saliente de Consumo, posicionado desde los primeros pasos de la coalición de Sumar a favor de ella, ha apelado a la “esperanza”. “Esto no estaba escrito, era el escenario deseable pero no el más probable”, ha asegurado, en un discurso muy político en el que ha afirmado que el Gobierno de coalición ha sido “asediado por la derecha escondida en los vericuetos del Estado y en terminales mediáticas”. Ha sido el último mensaje de su etapa institucional y al frente de Izquierda Unida.
Si Montero empezó firme su discurso de despedida, con una apelación al feminismo como un movimiento “imparable” que ha trasformado España y que “hace nuevas preguntas” –“lo que antes era normal ahora no lo es”– lo terminó afectada por la emoción. Tanto ella como la casi totalidad de su equipo cercano se retiraron rápido una vez concluido el acto. El desenlace en Derechos Sociales, sin embargo, ha terminado con las dos exministras abrazadas sobre el escenario, con el puño el alto y sosteniendo sendos ramos de flores que le han entregado un grupo de mujeres.
La extitular de Igualdad dedicó casi sus primeras palabras a ese equipo: “Habéis puesto el cuerpo para transformar este país y para hacer militancia feminista desde el Gobierno”. Resumía así la manera en que Irene Montero y su equipo han entendido su acción dentro del Ejecutivo, como parte de un activismo que podía también desarrollarse desde las instituciones, una noción controvertida para muchos y que disparaba las polémicas durante la legislatura.
En este acto la presencia del Gobierno ha sido escasa. Solo Belarra, la ministra de Ciencia (y ahora también Universidades), Diana Morant, y el director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, Óscar Lopez, han asistido el acto, además de los cargos que hoy terminan su andadura en el ministerio, como la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela González Pam, la directora general de derechos LGTBI, Boti G.Rodrigo o la directora general para la igualdad de trato, Rita Bosaho.
Ana Redondo agradece a Montero “el intenso trabajo”
De mano de Irene Montero ha recibido la cartera de Igualdad la nueva ministra, profesora de Derecho Constitucional. Redondo ha empezado calificando de “auténtico honor” asumir la cartera para acto seguido manifestar un “agradecimiento profundo” a la ministra saliente “por el intenso trabajo de estos años y el esfuerzo sostenido de reivindicar y defender la igualdad”. Algo que, ha dicho, “se ha visto traducido en avances” y legislación impulsada que ha puesto en valor el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer de la ONU, ha recordado.
Redondo se ha comprometido a que “España siga siendo vanguardia” asumiendo la promesa de contribuir “con Sumar” a “remover los obstáculos que impiden la igualdad de forma transversal”. “Recojo el testigo de la ministra Montero y las que me han precedido con humildad”, ha dicho nombrando a José Luis Rodríguez Zapatero y también a la exvicepresidenta y exministra de Igualdad, Carmen Calvo.
La ministra ha prometido impulsar varias de las medidas contenidas en el acuerdo entre el PSOE y Sumar anunciadas por Pedro Sánchez en el debate de investidura en el Congreso: la ley de paridad, la ampliación de los permisos parentales o la equiparación de las familias monoparentales a las numerosas. Pero también ha hablado de desarrollar la normativa reglamentaria “que garantice de forma efectiva los derechos de las personas trans y el colectivo LGTBI” así como enfrentar la violencia machista en “una encrucijada tan compleja como la actual”, se ha referido al auge “del negacionismo” de la extrema derecha.
Redondo ha hecho suya la campaña que el Ministerio de Igualdad ha lanzado para este 25N, Día Internacional contra la Violencia Machista: “Saldremos como cada año a gritar ‘se acabó’ y recordando a la gran María Jiménez. Ni un paso atrás en la lucha contra la violencia machista”, ha dicho antes de despedirse: “Espero no defraudar y que seáis pacientes conmigo”.
Bustinduy: “Un despliegue emancipador del Estado de Bienestar”
Por su parte, el nuevo ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, que ha recibido la cartera también del exministro de Consumo, Alberto Garzón, ha agradecido la confianza y ha llamado a lograr “un despliegue pleno y emancipador del Estado de Bienestar” con el que “superar la concepción limitada y fragmentada de la protección social”, ha dicho antes de condenar las “atrocidades insoportables” que está cometiendo Israel en Gaza. “Quiero que mi primera intervención como ministro sirva para sumarme a que se detenga esta barbarie”, ha dicho.
El ministro ha puesto el foco en las “fuerzas políticas reaccionarias que explotan las crisis pero no hacen nada para solucionarlas” y ha enumerado algunos de los retos que su cartera tendrá por delante, entre ellos, la “mejora definitiva” del sistema de la dependencia, el impulso de “un modelo de consumo seguro y sostenible”, la reforma del Ingreso Mínimo Vital “para asegurar su eficacia” así como la ampliación de los permisos parentales o el desarrollo de una estrategia nacional para la soledad no deseada.
Bustinduy ha agradecido “a los equipos salientes” el trabajo realizado y ha tenido palabras para “uno de los economistas más brillantes y mejores personas que he tenido el honor de tratar”, el hasta ahora secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, presente en la sala, que el pasado viernes rechazó ser ministro a propuesta de Yolanda Díaz como miembro de Podemos y acabó decidiendo su salida del partido.