“No sé de qué me están hablando cuando hablan de recortes”, soltó José Ignacio Wert en el desayuno que ofrecía en el ciclo Ágora que organiza elEconomista. El ministro de Educación se quejaba así de la batería de preguntas que mencionaban la reducción presupuestaria del área y la bajada en las ayudas al estudio. Para Wert, el problema es que “se ha instalado un cliché” que acaba por tener “más peso que la realidad”.
Y para justificar su afirmación de que “ningún Gobierno ha destinado más dinero a becas” sostuvo que ese presupuesto ha aumentado en 250 millones de euros, “un 21% más en términos relativos”. Aunque sí reconoció que ha bajado la asignación que el ministerio da a las comunidades autónomas para financiar la compra de material escolar. “Cuando en España había superávit se destinaban cantidades importantes” a este tema, pero ahora la realidad económica impone una “optimización de los recursos”. “Claro que yo las habría mantenido, pero al final hay que optar”, se ha justificado. La opción del Gobierno español se publicó el martes 7 en el BOE: la aportación estatal pasa de 32 a 20 millones de euros.
Pero enseguida llegó el matiz. Un matiz con trampa. “Seguramente algunas familias tiene dificultades para comprar los libros, pero muchas están incluidas en las becas generales”. Es el mismo argumento con el que respondió a la pregunta de la periodista Ana Pastor en La Sexta el domingo pasado. Lo que el ministro no dice es que las becas generales solo se aplican a la educación posobligatoria, es decir, Bachillerato, FP y universidades. No hay becas del ministerio para Primaria y ESO porque al ser obligatorias, tienen carácter gratuito. Aunque claro, los libros no son gratis.
Un estudio de la Defensora del Pueblo apunta que en los últimos cinco años los fondos totales destinados a la financiación de las políticas de gratuidad han caído un 45,2%: un descenso del 74,9% de la financiación estatal y del 34,9% de la autonómica. Como consecuencia, el número de beneficiarios ha bajado un 33,1%, desde los casi tres millones en el curso 2008/2009 a los dos millones en el pasado curso.
Wert ha asegurado que el ministerio promueve iniciativas para reciclar los libros y favorecer los préstamos. Sin embargo, con la entrada en vigr de la LOMCE cambian los contenidos de más de 180 asignaturas, según los cálculos de la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (Anele). Estos cambios afectan sobre todo a los alumnos de 1º, 3º y 5º de Primaria y las 14 titulaciones de la nueva FP Básica en el próximo curso. Para el resto de Primaria y los cursos impares de Secundaria y Bachillerato, las modificaciones aterrizarán en 2015-2016, y en los cursos pares la reforma se aplicará en 2016-2017.