La única causa judicial que investigaba torturas policiales durante el franquismo ha sido archivada por prescripción. El juzgado número 50 de Madrid ha decidido dar carpetazo a la causa que analizaba si Julio Pacheco, militante antifranquista, fue torturado durante su arresto en los bajos de la Puerta del Sol, entre otros, por José Manuel Villarejo. La magistrada considera que los hechos han prescrito, basando su decisión en las resoluciones del Tribunal Constitucional que cerraron la puerta a investigar este tipo de delitos cometidos, supuestamente, durante la dictadura.
Pacheco fue la primera víctima de la represión franquista en declarar como perjudicado en un juzgado en el marco de una causa penal. “Es empezar a romper el muro de silencio e impunidad”, celebró a la salida de los juzgados de la Plaza de Castilla después de comparecer ante la jueza. “Llamaron a la puerta y me encontré una pistola en la cara”, había explicado dentro del juzgado unos minutos antes.
Todas las causas que han llegado a manos de un juez por este tipo de denuncias han terminado en el archivo por la prescripción de los hechos, dado el tiempo transcurrido, y la de Julio Pacheco era la única que, por el momento, se mantenía abierta. La jueza preguntó hace unos meses si el caso debía ir al cajón por este motivo y, según ha informado la coordinadora Ceaqua en un comunicado este martes, su decisión ha sido dictar el archivo del caso.
Entre otros argumentos, la magistrada se basa en lo dicho recientemente por el Tribunal Constitucional en el caso de Francisco Ventura, represaliado por la dictadura en Valencia. Hace varios meses, el tribunal de garantías certificó que la nueva Ley de Memoria Democrática no era suficiente para abrir la puerta a investigar por lo penal este tipo de hechos si ya habían prescrito, teniendo en cuenta que algunos delitos de los que se acusaba a los implicado no formaban parte entonces del Código Penal español.
“En el año 1974 no existía en nuestro ordenamiento jurídico penal español la figura del crimen de lesa humanidad”, justifica la jueza. “El principio de legalidad y la exigencia de tipificación penal por ley vigente en el momento de cometer los hechos”, añade, impide apoyarse en el derecho internacional para seguir adelante con el caso.
José Manuel Villarejo 'el alemán'
El delito de torturas también apareció en el Código Penal hasta años después de los hechos y “el estado de la jurisprudencia no ha cambiado tras la promulgación de la Ley de Memoria Histórica”, dice la magistrada refiriéndose a la nueva normativa de memoria democrática que entró en vigor en 2022. La decisión en el caso de Francisco Ventura por parte del Constitucional, zanja el juzgado, “obliga a un replanteamiento de la instrucción y a declarar el sobreseimiento libre por prescripción” sin que los policías identificados por el represaliado que siguen vivos hayan sido llamados a declarar.
Desde la plataforma que coordinaba la acusación de Pacheco han anunciado que recurrirán el archivo ante la Audiencia Provincial de Madrid. También reclaman, como han hecho en anteriores ocasiones, que se modifique o derogue la ley de Amnistía de 1977 “para que los crímenes internacionales no puedan ser amnistiados” y que el Código Penal español garantice que los crímenes de este tipo cometidos por el Estado antes de ser tipificados “puedan ser investigados y enjuiciados”.
Uno de los policías identificados con nombre y apellidos por parte de Julio Pacheco fue José Manuel Villarejo, actualmente jubilado y encausado en varias decenas de causas relacionadas con sus actividades supuestamente delictivas. “Sabíamos que este era uno de los torturadores. Le llamábamos entre nosotros 'el alemán' porque tenía aspecto de alemán, así cara cuadrada, muy rojo él, ese está identificado plenamente”, explicó Pacheco en el juzgado.