Como si de un flamante fichaje futbolístico se tratara, el laboratorio Bristol-Myers Squibb ha presentado este miércoles su flamante Daklinza. Un nuevo fármaco a base de la molécula daclatasvir que aporta altas cotas de curación para la hepatitis C. La entrada de esta medicina en el mercado ha llegado justo cuando el Ministerio de Sanidad ha dejado en manos de un comité de expertos la redacción de un plan nacional contra la enfermedad.
Pero el laboratorio oculta cuánto cuesta el Daklinza. Después de que el director médico de Bristol-Myers Squibb, José Cabrera, desgranara las bondades del producto, la directora de Acceso al Mercado del laboratorio, Elisa Borrego era la encargada de poner coto a la información: “No puedo decir las cifras”, aseguró cuando llegó el momento de especificar el coste para la financiación pública del daclatasvir.
Borrego se ha escudado en que “somos un mercado totalmente regulado y no podemos hablar de los precios públicos”. La directiva se ha referido a la “confidencialidad” de esa información. Un secreto que protege sus negociaciones con los diferentes sistemas de salud a los que va llegando el fármaco.
Bristol-Myers Squibb anuncia que “es un precio totalmente competitivo”. La directora de Acceso ha contado que “estamos en negociaciones con el Ministerio de Sanidad” a la par que repetía: “No conseguimos nada diciendo el precio”. Lo cierto es que, respecto a estos antivirales revolucionarios contra el virus de la hepatitis C se ha ido oscureciendo la información sobre el dinero que le cuesta a las arcas públicas. Si cuando Sanidad incluyó el Olysio (simeprevir, del laboratorio Janssen) en la financiación pública se trasladó un precio de 25.000 euros por tratamiento. Para el más famoso, Sovaldi (sofosbuvir, de Gilead), no se ha llegado a concretar una cifra específica. “Se pretende pagar lo mismo”, contó el Partido Popular en el Congeso de los Diputados. Ahora con Daklatasvir el precio es material clasificado.
Un producto más para combinar
Esta molécula es la primera de su clase que aparace en España. Desactiva una parte específica del virus (la NS5a) y es útil para cuatro variedades del patógeno. “Siempre debe ir acompañado de otro antiviral porque si no se generan resistencias”, ha explicado el hepatólogo Ramón Planes. Así que el Daklatasvir se ha estudiado en combinación con el Sovaldi. Sobre esos estudios, José Cabrera, el director médico del laboratorio, sí ha aportado cifras: “El daclatasvir es el resultado de 1.400 millones de dólares y 14 años de investigación”.
Cada una de las farmacéuticas que se han metido en el mundo de los antivirales contra la hepatitis C busca su combinación propia para no depender de otras marcas. Gilead ha preparado un combo llamado Harvoni, AbbVie otro denominado en Europa Viekrax, MSD está en rápido proceso de búsqueda y Bristol-Myers Squibb también, como ha contado este miércoles, presentará su propio tratamiento múltiple. “A igual eficacia, a mí me van a facilitar los más baratos”, remata el hepatólogo Planes.