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Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

La laguna de Meco, de polígono industrial a vergel de biodiversidad

EFE

Madrid —

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La extracción de grava para las obras de una autopista de peaje y el desarrollo urbanístico de polígonos industriales contiguos a la zona fueron los detonantes de la formación de un humedal que hoy, a punto de ser declarado zona verde, presume de ser un vergel de biodiversidad en España.

A tan sólo 40 kilómetros de la Puerta del Sol de Madrid y en pleno Corredor del Henares se encuentra la laguna de Meco, 70 hectáreas colonizadas por 164 especies de aves, 10 de mamíferos, 3 de reptiles, 3 de anfibios y 20 de mariposas diurnas, ha explicado a EFEverde, Juan Luis Aguirre, director de la Cátedra Medioambiental de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid).

El inventario de las aves, las especies más numerosas, revela que hasta la fecha del total de aves existentes en la laguna, 104 tienen algún régimen de protección, concretamente 5 son especies vulnerables y 2 en peligro dentro del catálogo Español de Especies Amenazadas.

Entre todas las aves, Aguirre ha destacado el Fumarel cariblanco, para el que la laguna de Meco es el único núcleo de cría en Madrid ya que las colonias más cercanas se hallan en los humedales manchegos, como las Tablas de Daimiel, a más de 130 kilómetros de distancia.

El biólogo ha detallado que aunque la temporada de cría no ha finalizado, la población de fumareles parece que batirá un nuevo récord de cría este año con 20 nuevos nidos, el mayor número hasta la fecha.

Además 2014 es el año con mayor diversidad de especies que crían en la laguna, 20 distintas.

Otras son el Zampullín cuellinegro, la cigueñuela, el Aguilucho lagunero (cría por primera vez este año) o la Gaviota reidora, esta última es una especie que no está amenazada, pero es difícil que críe en el interior peninsular.

En cuanto a los reptiles se han detectado especies de culebras y lagartijas, mientras que el catálogo de mamíferos aumenta año tras año con zorros, corzos, ratas de agua, murciélagos e incluso con el invasor mapache que aparece de vez en cuando.

La laguna se asienta en parte de la segunda terraza del río Henares y limita al norte con naves industriales y la R-2, al este con el polígono de Meco, al sur con un campo de golf y al oeste con la prisión de Alcalá-Meco.

“En este enclave tan industrial y árido donde antiguamente se cultivaba cereales como la alfalfa hoy hay un oasis de biodiversidad”.

El origen de la laguna data de 2008 cuando la extracción de arena y grava para construir la autopista R-2 creó un socavón que alcanzó el nivel freático y que además se nutría de las aguas de lluvia de los polígonos industriales contiguos.

Esas aguas subterráneas junto al agua de la lluvias formaron de manera casi súbita una laguna con islotes y orillas suaves y fangosas que cada año es tapizada por la vegetación emergente donde nidifican las aves.

Actualmente este vergel se enfrenta a varios problemas: un suelo industrial y por tanto no protegido, el aporte de agua, los pequeños vertidos de hidrocarburos de los camiones que atraviesan el polígono y la caza, responsable de que este año la invernada de aves haya disminuido.

Aguirre ha explicado que el nivel de agua de la laguna oscila entre 50 y 100 centímetros, que depende del año hidrológico, mientras que la calidad es buena porque procede del abastecimiento y porque la poca profundidad evita la estratificación.

Para proteger este hábitat único, la Universidad de Alcalá ha firmado un convenio con Nuevo Arpegio (empresa pública y propietaria de los terrenos) y el Ayuntamiento de Meco.

El convenio prevé que la zona de la laguna se convierta en breve en zona verde, trasladando el anterior uso industrial a otro lugar.

Por Elena Sánchez Laso