Las consultas que ha recibido el 016, el teléfono de atención a las víctimas de violencia de género, se incrementaron la semana pasada significativamente en comparación con los siete días anteriores. Según informa el Ministerio de Igualdad, las llamadas registradas crecieron un 42% desde el lunes 22 al domingo 28 de marzo respecto a la semana previa. La escalada coincide con los días posteriores a la emisión en Telecinco de la serie documental Rocío, contar la verdad para seguir viva, en la que Rocío Carrasco habla por primera vez después de dos décadas y denuncia haber sido víctima de violencia machista a manos de su exmarido, Antonio David Flores.
Los datos que ha recopilado la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género apuntan a que en la semana del 15 al 21 de marzo, día en el que se emitieron las dos primeras entregas, el 016 recibió 1.458 llamadas y 19 consultas online. Durante los siete días posteriores, en los que el caso ha tenido una enorme repercusión en medios de comunicación, las llamadas ascendieron a las 2.069 y las peticiones de ayuda vía e-mail a las 92. Es una subida del 41,9% y del 384,21% respectivamente. El chat vía Whatsapp de apoyo emocional que puso en marcha Igualdad para enfrentar las restricciones por la pandemia y que sigue manteniendo también ha registrado incrementos y ha pasado de 31 a 485 consultas.
El Ministerio de Igualdad atribuye las cifras “a la publicidad en los medios de comunicación de los servicios del 016” y su aparición reiterada durante varios días, que “ha tenido una fuerte repercusión”. Desde el lunes 22, un día después de la primera emisión –este pasado domingo Telecinco difundió los dos siguientes capítulos–, las llamadas y consultas “se han visto especialmente incrementadas entre las 17.00 y las 19.00 horas”, informa el departamento dirigido por Irene Montero, para el que los datos demuestran que cuando los medios visibilizan y difunden el tema e informan de los recursos que tienen a disposición las víctimas, “son el altavoz para llegar a todas las mujeres, produciendo un incremento”.
El del 016, que es el teléfono estatal, no ha sido un hecho aislado. Este martes el departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno de Euskadi ha informado también de que el teléfono 900 840 111, que es autonómico y complementario del 016, ha tenido un incremento en las llamadas a raíz de la emisión del documental de la hija de Rocío Jurado. El Servicio de Atención Telefónica a Mujeres Víctimas de la violencia (SATEVI), que ha elaborado un informe cifrando la subida de llamadas en el 30%, también lo achaca a la emisión del programa y su repercusión. En “alguna de las consultas”, especifica, “las mujeres atendidas en esta última semana se ha hecho referencia a haber visto el documental y a haberse sentido identificadas con la situación que se relataba, así como a darse cuenta de que puede suceder a cualquier mujer por el mero hecho de serlo”.
El Ministerio de Igualdad recuerda que los medios de comunicación, según la Ley Integral contra la Violencia de Género, “están obligados a informar sobre los recursos de atención disponibles” para las víctimas. Algo que también reitera SATEVI, que apunta a la importancia de que a las noticias o informaciones sobre la violencia de género les acompañe información para que las mujeres que sufren violencia de género puedan solicitar ayuda. En este sentido, el departamento dirigido por Irene Montero ha querido también reiterar el mensaje “claro y contundente” a las víctimas que ha señalado en los últimos días: “Las instituciones os creen, no estáis solas, la sociedad está con vosotras y nunca es tarde para denunciar y reparar”.
El estreno de la serie documental el pasado día 21 fue ampliamente seguido y arrasó en audiencia 33,2% de cuota de pantalla. Horas después Telecinco anunciaba que prescindirá de Flores, al que Carrasco denunció por la vía judicial pero no ha sido condenado, como colaborador de sus programas tras el duro relato de la mujer. Su testimonio, en el que relata episodios de violencia física y psicológica, logró generar una conversación pública sobre las violencias machistas, todavía atravesadas por los estereotipos y el silencio social a pesar de los avances. Y poner sobre la mesa cuestiones habitualmente invisibles como la violencia vicaria, que es la que se ejerce contra los hijos e hijas, o cómo el abuso emocional acaba atrapando a las víctimas: “En ese momento no te das cuenta de la gravedad que eso tiene. Llega un momento en que lo normalizas”, contó Carrasco en la entrevista.