La modificación de la ley autonómica contra la violencia de género y su ampliación a otros supuestos ha entrado en la Asamblea de la Comunidad de Madrid. Todos los grupos políticos han apoyado la toma en consideración de una proposición de ley presentada por Podemos que pretende contemplar como violencia de género los asesinatos, agresiones y otras formas de violencia contra las mujeres que actualmente están excluidas.
Lo mismo ocurre en la ley nacional aprobada en 2004, que circunscribe su ámbito de aplicación al seno de lo que es o fue una relación sentimental (pareja y expareja). Una concepción que el Convenio de Estambul, ratificado por España el pasado marzo de 2014, recomienda a ampliar e insta a los Estados a llevar a cabo las modificaciones jurídicas necesarias para adaptar su ordenamiento al mismo.
Entre las formas de violencia que enumera el Convenio de Estambul se encuentran algunas de las que Podemos ha incluido en su proposición de ley, sobre la que el resto de partidos presentarán enmiendas, tal y como han anunciado en la votación. La actual ley autonómica contra la violencia de género, aprobada en 2005, reconoce como violencia machista fuera del ámbito de la pareja el acoso laboral, las agresiones y abusos sexuales, la mutilación genital o la inducción a la prostitución.
Sin embargo para Podemos “es necesario ampliar los márgenes del concepto”, en palabras de la diputada y responsable del Área de Igualdad y Feminismo del partido Clara Serra. Por ello, su grupo político propone incluir en la ley el término –y la realidad que describe– de feminicidio, acuñado por mujeres latinoamericanas y extendido para nombrar los asesinatos de mujeres por el hecho de serlo. “Lucía Pérez no sería considerada en nuestro país una víctima de la violencia machista”, ejemplificaba este jueves Serra.
Se refiere a la joven de 16 años, que fue violada, torturada y asesinada a principios de mes en Mar de Plata, y que se ha convertido en la gota que ha colmado el vaso en Argentina y el punto de inflexión que ha llevado a la calle a miles de mujeres. “Esto revela una ceguera en nuestras leyes, que entienden que la violencia machista solo se da en el ámbito de la pareja”, afirma la diputada.
Podemos apuesta por contemplar en la ley, además de los asesinatos cometidos en el ámbito de la pareja o expareja, “otros crímenes que revelan que la base de la violencia es la discriminación por motivos de género” y enumera: el asesinato vinculado a la violencia sexual, el asesinato en el ámbito de la prostitución y la trata de mujeres o los asesinatos por motivos de honor, entre otros.
Su objetivo es también añadir cualquier tipo de acoso sexual (más allá del producido en el ámbito laboral), la trata de mujeres y niñas, el matrimonio a edad temprana, concertado y forzado y la violencia contra los derechos sexuales y reproductivos, como obligar a una mujer a abortar o “poner fin a la capacidad reproductiva de una mujer sin su consentimiento”.
“Al decir 34 nos estamos dejando muchas mujeres fuera”, afirma Serra refiriéndose a las cifras del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va de año. “El movimiento feminista lleva años haciendo trabajo más allá de las estadísticas oficiales”, asegura.