La escasez de agua en la región mediterránea, clasificada como “pobre en agua”, afectará en los próximos veinte años a más de 250 millones de personas debido al cambio climático, según la Unión para el Mediterráneo (UPM) en el marco de la celebración el próximo domingo del Día del Agua.
La UPM advierte asimismo de que en las próximas décadas se espera que la disponibilidad de agua disminuya un 15 %, situación que causará “restricciones importantes para la agricultura y el uso humano en un área que ya sufre de escasez de agua”.
Así lo recoge la organización en “El primer informe científico sobre el cambio climático y ambiental en el Mediterráneo” que señala que la zona se calienta un 20 % más rápido que el resto del mundo y la demanda aumentará un 18 % para final de siglo debido a los efectos del cambio climático.
En el marco de la celebración del Día Mundial del Agua, el 22 de marzo, que este año se celebra bajo el lema 'Agua y cambio climático', y cuando han pasado 25 años de la presentación del Proceso de Barcelona, la UPM sostiene que es “más necesario que nunca un diálogo y enfoque regional euromediterráneo para abordar el cambio climático y los retos ligados a la escasez de agua”
Como parte principal de su misión, “y en el marco del mandato ministerial que le confían sus Estados miembros”, la UPM insiste en la necesidad de mantener un diálogo a través de su Agenda del Agua.
Agenda que tiene como objetivo garantizar que “todos y cada uno de los países euromediterráneos reciban las recomendaciones técnicas, administrativas y financieras necesarias” para ayudar a lograr el suministro del recurso seguro para la población y las actividades económicas.
Actualmente, el riego para explotaciones agrícolas representa entre “el 50% y el 90% de la demanda total de agua del Mediterráneo”.
Por ello, satisfacer la creciente demanda de agua potable de buena calidad y de agua para riego es “un desafío complejo”, una situación que “a menudo conlleva desacuerdos entre los usuarios de las aguas subterráneas y los propietarios de tierras, o entre países”.
De acuerdo a un mapeo sobre las necesidades financieras del agua de la región realizado por la UPM, y recogido en la Agenda, se establece una serie de recomendaciones técnicas y financieras para impulsar las inversiones y proponer nuevas alianzas operativas e innovadoras, especialmente a través del financiamiento sostenible.
Según la organización mediterránea, ya se han llevado a cabo talleres técnicos en España, Líbano, Italia, Turquía, Jordania, Egipto, Grecia, Francia, Bélgica y Luxemburgo, y se prevé la celebración de otros este año, en concreto en Túnez y Jordania.
“Abordar el urgente desafío de la escasez de agua, que hoy en día se ve exacerbada por las consecuencias del cambio climático, es fundamental para contribuir a la estabilidad en nuestra región”, ha advertido el vicesecretario general de la UPM para Agua, Medio Ambiente y Economía Azul, Isidro González.
Todas las actividades “implementadas bajo la Agenda del Agua de la UPM tienen el objetivo de garantizar el acceso al agua potable como un derecho humano fundamental, haciendo especial hincapié en no dejar a nadie atrás”.
La organización recuerda que esta iniciativa regional se desarrolla para ayudar a lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas sobre el agua que recoge “garantizar el acceso al agua y al saneamiento para todos”.
Esto incluye, según la UPM, la mejora de la “reutilización de aguas residuales tratadas como un recurso no convencional que puede contribuir a mitigar la escasez local de agua”.