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Cinco motivos que dio la ciencia española en 2012 para salvarse de las tijeras

Materia

Daniel Mediavilla —

Hace ya tres años, Carlos Martínez, por entonces secretario de Estado de Investigación, afirmaba que la ciencia no aguantaría “la austeridad más allá de 2010″. Pese a que la situación ya se intuía complicada, los políticos aún trataban de presentar los recortes como algo circunstancial, pero tras cuatro años de descenso en el presupuesto, la ilusión se ha desvanecido. En 2012, Science ha recogido noticias sobre el éxodo de científicos que pueden provocar los recortes y en Materia, científicos del nivel de Craig Venter, Robert Huber o Carlos López-Otín han advertido de las nefastas y duraderas consecuencias de continuar con una austeridad mal entendida.

Sin embargo, pese a todas estas dificultades, la ciencia y los científicos españoles siguen realizando aportaciones relevantes a la ciencia internacional. Algunos de estos logros aparecen en una lista que no pretende ser, ni mucho menos exhaustiva; Materia anima a los lectores a que continúen agregando en los comentarios historias de éxito de la ciencia española en el último año. Estos son solo algunos ejemplos que muestran por qué se debe hacer un esfuerzo por salvar la I+D de tijeretazos que la pueden dejar tullida durante décadas.

1. Una estación meteorológica española en Marte

La llegada del Curiosity a Marte marcó también un hito en la ciencia española. Un equipo español fue responsable de la elaboración de uno de los 10 instrumentos científicos de la misión, el único país de la Unión Europea que ha conseguido algo así. El instrumento que han desarrollado, REMS, es la estación meteorológica del Curiosity y ya está enviando precisos informes de la temperatura, presión, velocidad del viento y la radiación, mucho más intensa que en la Tierra debido a la fina atmósfera del planeta.

Este logros fruto de un proyecto que comenzó en 2004, cuando se produjo una fuerte apuesta financiera por parte del Gobierno para apoyar la misión, que ha dirigido Javier Gómez Elvira junto a un equipo de unos 40 investigadores del Centro de Astrobiología (CAB), en Madrid.

2. Un paso más para desarrollar una vacuna contra el VIH

A finales del año pasado, se presentó una nueva vacuna contra el VIH desarrollada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y, que en un estudio en fase I realizada en 30 voluntarios sanos, demostró ser segura y capaz de producir una respuesta inmune al virus en el 90% de los voluntarios. A este estudio, realizado en el hospital Clinic de Barcelona y el Gregorio Marañón de Madrid, le ha seguido otro, también de fase I, que se sigue realizando en este momento para probar la vacuna en personas infectadas.

En septiembre de este año se dio un nuevo paso para seguir probando las posibilidades de este prototipo de vacuna cuando el CSIC concedió una licencia al HIVACAT para llevar los ensayos a la siguiente fase. Este consorcio público-privado es un gran equipo en el que colaboran más de 100 científicos, y cuenta con el apoyo de instituciones y empresas como el Hospital Clínic de Barcelona, la farmacéutica Esteve, La Caixa y la Generalitat de Cataluña.

3. A la cabeza del mayor experimento del año

El hallazgo del bosón de Higgs en el Laboratorio Europeo de Físca de Partículas (CERN) culminó una búsqueda de medio siglo. La detección de esta partícula, que otorga la masa al resto de las partículas que componen el átomo, ha sido calificada como el descubrimiento científico del siglo o como un acontecimiento más importante que la llegada del hombre a la Luna. Es, en cualquier caso, uno de los avances científicos más relevantes de los últimos tiempos y los científicos españoles han tenido un participación sustancial, tanto en el diseño de los experimentos para atrapar al bosón como en su puesta en práctica.

Dos ejemplos de este papel en puestos destacados son la española Teresa Rodrigo y la belga Martine Bosman. La primera, catedrática de Física Atómica, Molecular y Nuclear de la Universidad de Cantabria e investigadora del Instituto de Física de Cantabria, es la presidenta del Consejo de Colaboración CMS, mientras que la segunda, física belga que lleva más de veinte años trabajando en España y es catedrática de investigación en el Instituto de Física de Altas Energías (IFAE) en la Universidad Autónoma de Barcelona, ostenta el cargo equivalente en el experimento ATLAS. CMS y ATLAS son los dos principales experimentos del LHC que han permitido la captura del bosón de Higgs.

4. Secuencia de la leucemia linfática crónica

España, junto a Australia, Japón, China, India, Canadá, Reino Unido y Francia, es uno de los ocho miembros fundadores del primer consorcio global para la investigación del genoma del cáncer a gran escala, el International Cancer Genome Consortium (ICGC). En este proyecto de colaboración, el más amplio que existe para combatir este conjunto de enfermedades, la tarea española consiste en secuenciar el genoma de la leucemia linfática crónica (LLC), el tipo de cáncer de sangre más común en los países desarrollados.

En sus análisis comparativos de genomas de personas con leucemia y otros sanos, los miembros del consorcio español han encontrado más de 1000 genes mutados. A partir de esta información, los investigadores, con Carlos López-Otín, de la Universidad de Oviedo, y Elías Campo, del Hospital Clinic y la Universidad de Barcelona, a la cabeza, han sido capaces de identificar 80 genes mutados claves en el desarrollo de la enfermedad y entre los que se podrían encontrar dianas para fármacos con los que combatirla.

Este año, han presentado también un análisis de los cambios epigenómicos que causa la leucemia para seguir avanzando en su conocimiento porque, si el genoma es el libro de instrucciones de la vida, el epigenoma se fija en el conjunto de mecanismos moleculares que ejecutan la información contenida en ese libro para el correcto funcionamiento de las células. En el estudio, que ha dirigido Iñaki Martín-Subero, investigador de la Universidad de Barcelona y del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer, se han descubierto más de un millón de alteraciones epigenéticas en este mal. Martín-Subero es un investigador recuperado gracias al programa Ramón y Cajal, que este año se ha visto reducido por los recortes.

5. Lucha contra la malaria, uno de los mayores asesinos del planeta

En 2011, Science incluyó la vacuna contra la malaria desarrollada por el investigador español Pedro Alonso, del Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (CRESIB), entre los avances científicos más importantes del año. Este año finalizó un ensayo clínico de la vacuna con niños africanos de entre 6 y 12 semanas. Los niños tuvieron un tercio menos de episodios de malaria, un resultado que se encuentra por debajo del 50 o 55% de efectividad que se había observado en niños de mayor edad.

Pese al contratiempo, Alonso lo consideró un paso de gigante para la ciencia biomédica y Bill Gates, el magnate que ha financiado con 200 millones de euros el ensayo, afirmó que era un hecho científico de gran importancia y que necesitaba estudios adicionales. La malaria infecta anualmente a unos 174 millones de personas en el África subsahariana y mata a 655.000, con lo que la vacuna, pese a su alcance limitado, salvaría a más de 200.000 personas al año.