Preguntas y respuestas sobre el nuevo plan antitabaco en España

Tras tres años guardado en un cajón, España tiene un nuevo plan contra el tabaco para reducir el número de fumadores y proteger la salud de la población. Se llama Plan Integral para la Prevención y el Control del tabaquismo 2024-2027 (PIT) y se divide en cinco grandes metas: prevenir el inicio del consumo, fomentar el abandono del tabaquismo y facilitar la ayuda para dejar de fumar, reducir la exposición ambiental a las emisiones del tabaco y productos relacionados en espacios públicos y privados y promover la investigación aplicada y la monitorización en el control del tabaquismo, además de potenciar la coordinación y el establecimiento de alianzas.

Estos objetivos se traducen en las siguientes medidas, que echan a andar ahora tras 14 años sin nuevas regulaciones relacionadas con el tabaco:

¿Queda prohibido fumar en las terrazas de bares y restaurantes?

En torno a este punto se ha concentrado la mayor parte del debate político y social, pero ni siquiera está recogido como tal en el plan que se ha aprobado este viernes. El documento incluye la “ampliación legislativa de los espacios sin humo de tabaco y sin aerosoles de cigarrillos electrónicos en determinados ambientes comunitarios y sociales al aire libre”.

El Ministerio ha mostrado en varias ocasiones su intención de que las terrazas sean parte de esos nuevos espacios porque está demostrado que el humo de segunda mano también es nocivo en exteriores y para desnormalizar el hábito. No obstante, para que realmente sea una prohibición en vigor debe recogerse en una ley que aún no se ha presentado y deberá someterse a la mayoría del Congreso de los Diputados. Así que de momento, y considerando la postura “autorregulacionista” de algunas comunidades, nadie sabe cómo quedará este extremo.

¿Y en los espacios privados como el coche o el domicilio?

El plan inicial contemplaba que, entre los nuevos espacios sin humo, estuvieran también aquellos “del ámbito privado”. Sobre todo si había presencia de menores. El documento se refería a los coches y a los domicilios. Sin embargo, esta línea se ha retirado de la última versión por petición de algunas comunidades autónomas.

¿Cuánto van a subir los impuestos al tabaco?

Los impuestos al tabaco han subido un 122% desde 2005, cuando se aprobó la primera ley de prevención y limitación del consumo. Pero todavía hay margen para seguir aumentando los tipos impositivos si miramos a los países del entorno. El plan busca “impulsar el establecimiento de medidas fiscales” para “incrementar los precios” de las cajetillas y “promover la creación de una nueva figura impositiva que establezca un gravamen específico para los cigarrillos electrónicos con nicotina”. La ministra ha mostrado su compromiso en que “esa fiscalidad tenga un retorno en políticas de salud”.

¿Cambian las cajetillas?

Sí. Así lo recoge el plan en un apartado dedicado al empaquetado genérico o neutro. Esto significa que todas las cajetillas serán uniformes. La experiencia de 22 países que ya han aplicado esta medida indica que es eficaz para reducir el número de fumadores, según explica el director del Centro Colaborador de la OMS para el Control del Tabaco, Esteve Fernández y recoge Efe. Supone sustituir las cajetillas actuales por un empaquetado uniforme, con un color aversivo como es el verde grisáceo y con el nombre de la marca en tipografía arial y en letra más pequeña que la de las advertencias sanitarias.

¿Cómo se regula el vapeo?

El plan contempla “equiparar por ley la publicidad, promoción y patrocinio de productos relacionados y nuevos productos a la existente para productos del tabaco” y también prohibir los aditivos que “confieren aromas en tabaco y en productos relacionados (en línea con lo que se acuerde por la UE)”. También se pretende prohibir los dispositivos de un solo uso.

Y si quiero dejar de fumar, ¿qué apoyos encontraré en el sistema público?

Sanidad quiere modificar con este documento los criterios para incluir a las personas fumadoras en los programas de cesación del tabaquismo, es decir, que más gente pueda tener acceso dentro del sistema público a los fármacos financiados para dejar de fumar. También se incluye “la incorporación a la cartera básica de prestaciones farmacéuticas del Sistema Nacional de Salud de aquellos fármacos que, atendiendo a la evidencia científica, son adecuados para el tratamiento de la adicción al tabaco”.