Cuando este lunes suenen los timbres de colegios e institutos y las clases vuelvan a llenarse tras el parón navideño, el alumnado notará pocos cambios respecto al día que se fueron de vacaciones. La incidencia ha pasado de 911 casos por cada 100.000 habitantes el 23 de diciembre a los 2.722 el pasado viernes. En ese lapso, las autoridades han ido imponiendo o recuperando nuevas restricciones para contener la epidemia fuera de las aulas, ante el temor de la comunidad educativa a un regreso incierto. Finalmente, no habrá una vuelta a distancia, ni semipresencial, porque, en palabras de la ministra de Eduación, Pilar Alegría, las aulas son “espacios seguros”.
Tampoco habrá reducción de ratios en las clases, donde se mantendrán los grupos burbuja como hasta ahora. Ni grandes cambios en los protocolos, con los procedimientos habituales de ventilación, lavado de manos y distancia entre mesas. Ni disparidad de criterios entre unas comunidades y otras, porque las medidas, en esta ocasión, se han acordado por consenso y con el visto bueno de todos los gobiernos autonómicos y los ministerios de Sanidad, Educación y Universidades.
Presencial, “una decisión coordinada”
La vuelta a clase este lunes será presencial. Aunque el aumento de la incidencia de coronavirus durante las vacaciones de Navidad había planteado algunas dudas sobre el retornos a los centros escolares, finalmente los alumnos volverán a las aulas con normalidad. Este era un asunto que preocupaba a familias y docentes, que habían venido alertando sobre las consecuencias que acarrea la educación virtual en el alumnado, tanto en el plano académico como en el emocional. Todas las alarmas saltaron cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, reconoció, durante su balance del año 2021, que se encontraba trabajando en “dos escenarios”: la vuelta “con total normalidad” y otra “semipresencial”.
Finalmente, la decisión de un regreso a clase presencial se ha tomado con el acuerdo de los ministerios de Sanidad, Educación y Universidades y de todas las comunidades autónomas. “Es una decisión de país tomada de manera coordinada y compartida”, afirmó la titular de Sanidad Carolina Darias tras la reunión extraordinaria de este martes del consejo interterritorial de Salud, la Sectorial de Educación y la Conferencia General de Política Universitaria. También así lo indica la guía sobre la actuación ante la aparición de casos de COVID-19 en centros educativos, aprobada por la Ponencia de Alertas y la Comisión de Salud Pública este sábado.
Al menos tres días sin síntomas antes de volver
Si el alumnado, profesorado u otro personal de los centros presentan “síntomas respiratorios compatibles con COVID-19”, no se deberá ir al centro de estudios, independientemente de su estado de vacunación. Este es uno de los puntos del documento aprobado por la Comisión de Salud para la actuación de los centros ante la aparición de contagios y publicado este lunes.
En este caso, la persona que muestre señales de estar infectado no podrá volver a las aulas hasta que se realice una prueba diagnóstica, o hasta que acabe el periodo de aislamiento, que será mínimo de siete días días, y acabará cuando los tres días antes no se presente ningún síntoma.
Tampoco se contempla en ninguno de los escenarios actuales “hacer cribados masivos” en los centros de enseñanza, que se realizarán de manera excepcional en el caso de que lo indiquen las autoridades sanitarias.
Relajación de las cuarentenas para menores de 12 años
Lo que no se acordó en aquella reunión entre los consejeros y el ministerio de Sanidad fue la relajación de las cuarentenas, que habían planteado Madrid y Andalucía. La decisión se aplazó hasta la Comisión de Salud Pública de este viernes, cuando finalmente se optó por que los menores de 12 años que sean contacto estrecho de un compañero que haya dado positivo en COVID solo tengan que confinarse en caso de que se produzcan cinco o más positivos en su clase.
Es decir, si un alumno da positivo, sus compañeros de clase podrán seguir asistiendo a clase con normalidad, sin necesidad de hacer la cuarentena obligatoria para los no vacunados, aunque aún no cuenten con la pauta completa o no estén vacunados. Sí se mandará a esa clase completa a casa si se acumulan cinco o más positivos o si estos superan el 20% del total en un periodo de al menos siete días. Se aplicarán los mismos criterios en las actividades extraescolares, dice la actualización de la guía.
Estas medidas serán diferentes para los centros de educación especial, que se consideran entornos vulnerables, y se les aplicará lo indicado en la Adaptación de la Estrategia de detección precoz, vigilancia y control.
Los mayores de 12 años deberán seguir cumpliendo, como hasta ahora, con la estrategia general, adoptando los últimos cambios en las cuarentenas, que pasan de 10 a siete días en el caso de los que no estén inmunizados, pero sin cuarentena para los que hayan recibido la pauta completa de la vacuna.
Con mascarilla en el recreo
En septiembre, cuando comenzó el curso escolar, era obligatorio llevar mascarilla en el recreo. Durante las siguientes semanas, las comunidades fueron relajando esta norma, al calor del descenso de casos que el país experimentó en el mes de octubre. Pero a partir de este 10 de enero, la mascarilla volverá a ser de uso obligatorio en los tiempos de descanso al aire libre en colegios e institutos. Una medida que va en línea con la tomada por el Gobierno al inicio del periodo navideño, cuando volvió a imponer su uso en exteriores ante el aumento de la incidencia.
Incentivar la vacunación
Sanidad se había marcado como objetivo que el 70% de los menos de entre 5 y 11 años estuvieran vacunados con al menos una dosis para la tercera semana de febrero. Los niños y niñas que se encuentran en esta franja de edad han sido los últimos en incorporarse a la campaña de vacunación. Lo hicieron a finales de diciembre, por lo que aún no disponen de la pauta completa, porque entre la primera y la segunda dosis deben esperar ocho semanas.
Con todo, según el último informe de Sanidad, algo más de un millón de menores de los 3,3 en esta franja de edad han recibido una dosis de la vacuna, lo que supone un 32,1% del total. La ministra Darias se ha mostrado esta semana partidaria de incentivar la vacunación, que ha vuelto a catalogar como “la mejor medida” contra la COVID-19. En el siguiente grupo de edad, que va de los 12 a los 19 años y que englobaría a los alumnos de secundaria y bachillerato, la población vacunada con pauta completa alcanza el 86,8%. De 20 a 29 años, es del 81,2%.
“Segunda oportunidad” en las Universidades
El aumento de los contagios y la rápida expansión de ómicron, que ha situado a España en tasas de incidencias no vistas hasta ahora, amenazaba los exámenes en las universidades, que como las clases también serán presenciales. Aunque los casos están siendo en este momento de la pandemia, por lo general, más leves, el aislamiento de los contagiados sigue siendo fundamental para contener la expansión del virus, lo que situaba a los universitarios infectados en un escenario en el que podrían perderse las pruebas que, en muchos casos, se realizan en el mes de febrero.
Este es un supuesto que desde el ministerio de Universidades quieren evitar a toda costa, en línea también con la CRUE, que ha garantizado que desde los centros universitarios se activarán “todos los mecanismos” para “garantizar el derecho a examen de quienes no puedan acudir por causas justificadas”. El titular del ramo, Joan Subirats, ha indicado esta semana que se encuentra trabajando con los rectores para que los alumnos contagiados no pierdan la convocatoria y tengan una “segunda oportunidad” de realizar el examen.