Un hospital privatizado de Madrid deja el servicio de matronas reducido a la mitad en dos meses
Consecuencias de la gestión privada de la sanidad pública. El servicio de matronas del hospital público madrileño Infanta Elena (Valdemoro) ha perdido casi la mitad de sus profesionales en sólo dos meses aunque atiende el mismo número de partos. El equipo ha pasado de 24 a 14, según contabilizan las sanitarias, tras negarse a aceptar las nuevas condiciones de trabajo que les impone la empresa a la que la Comunidad de Madrid adjudicó la dirección del centro: IDCSalud, exCapio.
Una de las afectadas ha referido a eldiario.es que, “siendo muchas menos, la carga de trabajo es elevadísima”. Según los datos del servicio, la media de alumbramientos atendidos en Valdemoro es de unos 118, “sin variaciones significativas desde la apertura del hospital”. Así, los registros durante 2014 indican que en mayo hubo 113, en junio 105, en agosto 134, en septiembre 92 y en octubre 138. La cantidad de trabajo se mantiene pero las matronas encargadas se han reducido drásticamente. IDCSalud se limita a decir que “el hospital Infanta Elena mantiene la garantía y calidad del servicio”.
La batalla es consecuencia del método de gestión escogido por IDCSalud cuando resultó adjudicataria del servicio público de asistencia sanitaria especializada para la localidad madrileña. Las matronas de este centro, cuya gestión es totalmente privada, entraron en el hospital en 2007 mediante contratos mercantiles, “como si fuéramos autónomas”, explican a eldiario.es. A efectos legales no eran trabajadoras del hospital ni de la empresa, sino profesionales externas que realizaban servicios por los que facturar. IDCSalud admite que se echó mano de este tipo de contratación y se escuda en que se recurrió a “este sistema ante la falta de personal, ya que en el mercado laboral esta especialidad estaba fuertemente demandada”.
Así que se mantuvo esta modalidad –incluida una rebaja del 20% en sus remuneraciones en 2012, a pesar de que el presupuesto anual que la Comunidad dedica a pagar a IDCSalud se mantiene sin rebajas–. En septiembre de este año, las sanitarias pidieron un cambio de contratación y convertirse en personal laboral. “Nos dijeron que no había ningún problema, siempre y cuando nos redujéramos el sueldo otro 20%”, explican las afectadas.
Así comenzó el proceso que está vaciando el servicio de matronas. “Estamos recibiendo presiones por todos los lados”, señalan. De hecho, 12 de ellas no han cobrado las facturas de los servicios de septiembre y octubre, aseguran, sin que IDCSalud lo niegue. “La demanda la iniciaron 23 en septiembre y ahora son una docena porque no han aguantado la presión de trabajar sin cobrar”, indica el abogado de las demandantes, Julio Molinera. Para IDCSalud, “se ha llegado a un acuerdo” con esas profesionales que ya no demandan.
La empresa insiste en que “la dirección del hospital inició negociaciones con el colectivo de matronas a fin de revertir la situación, así como la adaptación a la nueva situación del mercado laboral”. Pero, tras una única reunión en octubre, “nunca ha habido una segunda”, explica Molinera. Con la demanda de las matronas comenzó la salida de profesionales hasta dejar el grupo en casi la mitad, pese a que se mantiene la carga de trabajo.
Trabajos incompatibles
En esta batalla, a la empresa se le ha presentado una aliada: la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Justo en medio de las reclamaciones de las matronas, Sanidad ha reclamado por escrito “a las profesionales que han demandado”, precisa el abogado, que se aseguren de que cumplen con las normas de compatibilidades de los trabajadores públicos. Es uno de los aspectos que IDCSalud detalla en su versión al aludir a “los posibles problemas de compatibilidad que pueden tener las propias matronas al ser el hospital Infanta Elena un hospital público y trabajar simultáneamente para otros hospitales públicos”.
Lo que les están diciendo es que la Administración indaga sobre si pueden atender partos en varios centros sanitarios adscritos al Servicio Madrileño de Salud. Las interesadas alegan que ellas trabajan con jornadas parciales en diferentes hospitales, según los turnos: “En los siete años que llevamos asistiendo en el Infanta Elena, a Sanidad nunca le había suscitado dudas nuestra compatibilidad”.