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Las familias monomarentales piden una ley para “dejar de ser invisibles”
Una madre soltera ha interpuesto una demanda contra el Instituto Nacional de la Seguridad Social por considerar que los nuevos permisos de nacimiento “discriminan” a su hijo, que “tiene menos derechos” que si perteneciera a una familia de dos progenitores. La mujer alude a que en los casos de hogares monoparentales como el suyo, los niños y niñas pueden ser cuidados en casa durante menos semanas (solo 16, el permiso que corresponde a la madre) en comparación con los que nacen en familias biparentales. En este último caso, disfrutan del permiso de maternidad y de paternidad y, sumados ambos, pueden alargar el cuidado del bebé hasta las 22 semanas.
El escrito, al que ha tenido acceso eldiario.es, fue presentado el pasado 22 de octubre en Burgos y en él Sara Herrero, que dio a luz a su hijo en abril, esgrime que la actual legislación de los permisos “discrimina por indiferenciación” a las familias monoparentales y “vulnera el principio de igualdad” del artículo 14 de la Constitución. Su objetivo es queel decreto que entró en vigor el 1 de abril para ampliar progresivamente los permisos de paternidad contemple también la realidad de este tipo de hogares. Con esta misma intención, otras cuatro mujeres han presentado reclamaciones ante la Seguridad Social (y cuatro más están a punto de hacerlo), que es el paso previo a la vía judicial, según contabiliza la Federación de Asociaciones de Madres Solteras (FAMS).
Aunque la demanda destaca la “necesidad de favorecer la corresponsabilidad entre hombres y mujeres”, que es la intención de los nuevos permisos parentales, apunta a la importancia “de pensar en los derechos de las criaturas” y concluye que la regulación “discrimina a unos niños frente a otros” en función del tipo de familia en el que hayan nacido. “Va contra el interés superior del menor”, que debe ser considerado como “primordial en todas las acciones y decisiones que le conciernan”, según varias sentencias del Tribunal Supremo que cita en su escrito.
“El hecho de que no se contemple la particularidad que supone la monoparentalidad a la hora de regular y garantizar los permisos de cuidado por nacimiento propicia que se prime un único modelo de familia”, el de dos progenitores, prosigue el escrito, que cita la Convención de los Derechos del Niño, ratificado por España en 1990.
En la práctica, los hijos e hijas de las familias monoparentales pueden ser cuidados en casa las 16 semanas (seis obligatorias tras dar a luz) correspondientes al permiso de maternidad, mientras que los de las biparentales tienen la posibilidad de serlo durante 22 semanas. Estas 22 semanas son el resultado de sumar las 16 actuales de la madre con el permiso de paternidad de ocho semanas (dos obligatorias tras el parto, por lo que coinciden con las dos primeras de la madre).
El permiso de paternidad, además, se irá incrementando a medida que se desarrolle el nuevo decreto: en 2021 ya serán 16 semanas, de las que 6 serán obligatorias tras el parto y las 10 restantes, a coger durante el primer año de vida del bebé. En ese momento, las familias biparentales podrían turnarse para cuidar durante un total de 26 semanas, mientras que las monoparentales seguirían con 16 semanas.
“Me parece injusto que nuestros hijos no tengan los mismos derechos que el resto. Acabé la baja por maternidad y he acumulado las horas de lactancia y también he juntado las vacaciones porque tengo esa posibilidad en mi trabajo, pero hay mucha otra gente que no”, explica Sara, una mujer de 41 años que trabaja como enfermera en Burgos.
La demanda que ha presentado Sara es el paso siguiente a la reclamación ante la Seguridad Social, procedimiento en el que están inmersas otras madres en una campaña organizada por la FAMS. Cuatro están a punto de presentar reclamación y no descartan acudir a la vía judicial. Y de las cuatro que ya la han presentado, una de ellas también prevé presentar la demanda.
Se trata de Gorane, que aún no ha recibido respuesta a su reclamación. “Yo creo que la cuestión es apelar al derecho del bebé, pero además en nuestros casos todo el peso recae en nosotras. A mi me gustaría pedir una reducción de jornada, pero no es fácil cuando tu salario es el único que sustenta a la familia”, lamenta la mujer, a la espera de incorporarse a su empleo como profesora de inglés en Vitoria –actualmente disfruta de la baja por maternidad tras el nacimiento de su hija–.
El Instituto Nacional de la Seguridad Social, dependiente del Ministerio de Trabajo, está rechazando las reclamaciones porque la legislación actual “no contempla la posibilidad de acumular los periodos de descanso por nacimiento de los dos progenitores en el caso de que exista un solo progenitor”, justifica la respuesta recibida por Sara. Fuentes del organismo señalan a eldiario.es que este supuesto no está incorporado en la ley, cuya “filosofía” es “que son prestaciones individuales generadas tras cotizar”. La monoparentalidad, incide la demanda, es “una situación jurídica distinta que necesita un trato desigual fundado en razones objetivas y no de literalidad de la norma”.
De hecho, tras las llamadas de atención de la FAMS, la Secretaría de Estado de Seguridad Social ya se vio obligada en verano;“flexibilizar” la regulación en lo que respecta a las dos semanas extra al permiso de maternidad que establece la ley en casos de parto múltiple o discapacidad. El organismo tuvo que corregir la interpretación del nuevo decreto porque, en la práctica, había dejado sin una semana a las familias monoparentales al obligar a repartirlas “entre los dos progenitores”, algo imposible en el caso de estos hogares.
A Arako, otra de las mujeres reclamantes, aún no le han contestado, pero sabe cuál será el sentido de la notificación. “Sabemos que no nos lo van a conceder, pero lo que esperamos es que esto sirva para el futuro y para abrir el debate”, explica esta mujer de 43 años residente en Isaba (Navarra). Madre de un bebé de seis meses, tras disfrutar de la baja por maternidad ha decidido continuar sin trabajar en el bar que regenta junto a otro socio un tiempo más porque “me lo puedo permitir”, pero “no es el caso de muchas otras mujeres”.
De hecho, las familias monoparentales están atravesadas por situaciones de pobreza y precariedad en mayor proporción que las biparentales. Según datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE, uno de cada dos hogares de este tipo (el 50%)están en riesgo de pobreza y exclusión si tomamos como referencia la tasa AROPE, el doble que los formados por dos progenitores (25,8%). “En muchos casos esta situación implica que tengamos que contratar una guardería antes, algo que también tiene consecuencias económicas”, opina Gorane.
Todas las mujeres consultadas para el reportaje coinciden en “abrir el debate” sobre la posibilidad de que en los hogares de un solo progenitor pueda disfrutar del segundo permiso otro miembro de la familia o del entorno cercano. Se trata de una idea que comparte también la Federación de Asociaciones de Madres Solteras (FAMS), que lleva años reclamando que su realidad sea tenida en cuenta a la hora de pensar los permisos de maternidad y paternidad.
Estos hogares suelen “recibir un tratamiento igual ante necesidades distintas de la clásica familia conformada por ambos progenitores”, señala el proyecto de investigación La revisión de la protección de las familias monoparentales por parte de la Seguridad Social, coordinado por la profesora de Derecho del Trabajo en la Universidad de Barcelona (UB), Núria Pumar.
Aunque el estudio señala como elemento fundamental la promoción del reparto equilibrado de cuidado entre hombres y mujeres y apunta a que estos son titulares de los derechos de conciliación, sostiene que “el régimen español” es “poco flexible” al no admitir la posibilidad de que sean otras personas las que, en casos de monoparentalidad, disfruten del segundo permiso. Así, alude a que la situación actual es “discriminatoria” si “atendemos al bien jurídico esencial presente en estos permisos como es el cuidado de hijos recién nacidos”.
Las familias monomarentales piden una ley para “dejar de ser invisibles”