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Recuperan marismas del Guadalquivir y las adaptan al cambio climático

EFE

Trebujena (Cádiz) —

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Un proyecto de WWF, ejecutado por el consultor ambiental Beltrán Ceballos, ha recuperado ocho hectáreas de la marisma de Alventus, en Trebujena (Cádiz), frente a Doñana, para restaurar la función ecológica de esta margen izquierda del Guadalquivir y adaptarla a los efectos del cambio climático.

La iniciativa piloto, financiada por la Fundación Coca Cola y que se ha implementado durante en el último año y medio a unos cinco kilómetros de la desembocadura del Guadalquivir, ha logrado que decenas de especies de aves, algunas en peligro de extinción, ya se hayan asentado en esta marisma recuperada, en el primer mes en el que la zona ha recuperado su funcionalidad como humedal.

“Misión Posible: desafío Guadalquivir” es el nombre de este proyecto para recuperar los humedales tradicionales del estuario del río, considerados como uno de los ecosistemas más valiosos y amenazados de España.

La recuperación de zonas húmedas se considera estratégica desde el punto de vista ecológico, por su capacidad de depuración de vertidos y contaminaciones, además de por su potencial de captación de emisiones de gases de efecto invernadero.

Juan José Carmona, coordinador de WWF en Doñana, ha explicado a Efe que esta actuación pretende ser “un ejemplo” de lo que se puede hacer en la margen izquierda del Guadalquivir para recuperar sus antiguos hábitats, que se perdieron a mitad del siglo veinte, cuando se transformó la zona para usos ganaderos y agrícolas.

“Hoy en día es necesario recuperar espacios como estos, tanto para la fauna como para tener medidas paliativas para combatir los efectos del cambio climático, ya que todos los estudios nos dicen que las mareas más vivas que tendrá el Guadalquivir en las próximas décadas van a provocar una segura inundación de zonas como ésta”, ha señalado.

Ha añadido que la recuperación ecológica de la margen izquierda del estuario del Guadalquivir es una actuación estratégica frente a su previsible inundación, para preservar la seguridad de áreas urbanizadas colindantes y minimizar riesgos en zonas más bajas, en este caso, la localidad de Sanlúcar de Barrameda.

También ha destacado que la recuperación ecológica de esta zona permitirá recrear “lo que teníamos antiguamente: el espejo de una Doñana en la margen izquierda” del Guadalquivir e incrementar “la biodiversidad y las posibilidades de conservación de muchísimas especies de una manera exponencial”.

Beltrán Ceballos, quien lleva décadas impulsando restauraciones ecológicas en España desde Plegadis Consultores, ha explicado a Efe que esta actuación se inscribe en un proyecto más amplio de WWF y Fundación Coca Cola para recuperar cientos de hectáreas de humedales del estuario de Guadalquivir.

La restauración de esta parte de la marisma de Alventus, desecada a mediados del siglo pasado para un aprovechamiento agrícola o ganadero ahora escasísimo, permitirá -ha añadido- crear una nueva Doñana en la otra margen del Guadalquivir y adaptar las infraestructuras humanas de la zona frente a la inundación que causará el aumento del nivel del río por el cambio climático.

Ceballos ha valorado que esta primera actuación “ha sido un efecto demostrativo de cómo responde la naturaleza ante la menor ayuda” y ha destacado su agradable sorpresa porque la zona ahora inundada ya albergue especies cuya protección es clave para este proyecto, como la cerceta pardilla, una de las aves más amenazadas de estuario del Guadalquivir.

“Ya hay otros dos proyectos como este, y de mayor envergadura, en marcha, que serán la punta de lanza de lo que tiene que ser que los humedales vuelvan a representar en las marismas del Guadalquivir lo que tienen que representar”, ha concluido.

Irene Barahona/ Alfredo Martínez