Moscú, 12 mar (EFE).- Rusia alertó este viernes de que la gripe aviar detectada hace tres semanas en siete granjeros rusos, puede mutar y la probabilidad de que comience a transmitirse de una persona a otra es “muy alta”.
“La probabilidad de que eso ocurra es muy alta. Lo más probable es que así sea, pero nosotros hemos podido adelantarnos antes de que el mal sucediese”, dijo la jefa sanitaria de Rusia, Anna Popova, a la agencia TASS.
Popova indicó que aún hay tiempo para prepararse, desarrollar una vacuna y hacer pruebas para detectar la cepa del virus, de cuya aparición en humanos se alertó el 20 de febrero.
“Si finalmente no hacen falta, pues sería una suerte. Pero en el caso de que sí hiciesen falta, ya estaríamos preparados”, advirtió, al tiempo que subrayó que Rusia considera importante alertar a la comunidad internacional sobre la existencia de esa amenaza.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió el pasado febrero precaución ante los siete casos de la gripe A (H5N8) de los que había sido informada por las autoridades rusas.
Los contagiados eran trabajadores de una granja de aves de corral situada en la provincia rusa de Astracán, donde a primeros de diciembre de 2020 murieron 100.000 de las 900.000 gallinas ponedoras, según la OMS.
La granja detuvo toda producción y distribución una vez detectados los casos mientras los expertos localizaron hasta 150 personas que estuvieron en contacto con los trabajadores infectados, ninguna de las cuales mostró síntoma alguno.
Mientras, los propios afectados padecieron de forma leve la infección y se recuperaron rápidamente, según las autoridades.
Según las primeras evaluaciones de la OMS, la probabilidad de que los humanos se infecten con la gripe H5N8 “es muy baja”.
También en 2020 aparecieron casos de gripe aviar en Bulgaria, Chequia, Egipto, Alemania, Hungría, Irak, Japón, Kazajistán, Países Bajos, Rumanía y el Reino Unido.
La OMS, con sede en Ginebra, recomendó que quienes viajen a países donde ha habido casos de este tipo de gripe, “deberían evitar las granjas, los contactos con animales vivos en los mercados, las zonas donde se sacrifican animales o las superficies en las que hay restos de heces”.