Sanidad no responde a las quejas de los médicos que atienden a la sanitaria con ébola
- Las cartas que los profesionales han enviado a la gerencia del hospital desde abril, cuando fue designado centro de referencia para el ébola, destacan sobre todo la falta de formación
El relato de los sanitarios que atienden a Teresa Romero, el primer caso de ébola en Europa, revela las deficiencias de las medidas de seguridad con las que trabajan. Y los documentos que presentarán el lunes para denunciar los hechos y que publica en exclusiva eldiario.es demuestran que las quejas de los profesionales no comienzan con el contagio de la auxiliar de enfermería del hospital Carlos III.
Lo hacen mucho antes cuando se decide que este hospital, en proceso de desmantelamiento, y el de La Paz –que lo absorbe como un anexo– se convertirán en los centros de referencia para una posible emergencia por ébola. Ya entonces, en abril, los trabajadores trasladaron al hospital que no había medios ni formación necesaria en los profesionales para hacer frente a una crisis semejante.
Consultados por este periódico, ni el Ministerio que dirige Ana Mato ni la Consejería madrileña –responsable de la gestión santaria– han querido valorar estas revelaciones. No han aclarado si conocían estas quejas formales de los médicos ni si eran conscientes de algún tipo carencias o inconvenientes cuando tomaron la determinación de designar al conjunto La Paz-Carlos III para recibir a futuros pacientes con el mortal virus.
Un portavoz del Ministerio asegura que la directora de Salud Pública, Mercedes Vinuesa, ha negado haber participado en la reunión que, según refieren los médicos, se mantuvo con el personal sanitario a finales de abril para informarles de que allí se tratarían los posibles casos de ébola, sospechosos o confirmados.
De acuerdo con el relato de los profesionales, en este encuentro también participaron la subgerente del hospital La Paz, Mercedes Fernández de Castro, y la responsable de Riesgos Laborales. La portavoz del centro ha declinado hacer ningún tipo de comentarios y se ha remitido a la información que pueda brindar a los medios de comunicación el comité especial que ha creado el Gobierno central.
Una alerta que no se escuchó
Para los sindicatos, los testimonios de los médicos del Hospital de La Paz son un ejemplo de lo que llevan denunciando durante toda esta crisis, “una improvisación muy grave, sobre todo, cuando vuelves la vista atrás”, señala Julián Ordóñez, secretario de Sanidad de la Federación de Servicios Públicos de UGT Madrid. En opinión de Ordóñez, lo lamentable es que tal vez “se podría haber evitado el contagio, porque los facultativos llevaban desde abril alertando de que no estaban preparados”.
Qué habría pasado si hubiesen recibido el material y los simulacros que requerían ya queda en el terreno de la hipótesis. Para Ordóñez, ha faltado la voz de “técnicos expertos en este virus, que lo hubiesen tratado en más ocasiones y que hubiesen asesorado a los políticos”. El comité especial que ha creado el Gobierno –que será asesorado por un comité científico– le parece un acierto en este sentido. “Aunque llegue tarde”, lamenta.
La secretaria autonómica del Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) en Madrid, Elvira González, atiende al teléfono desde una movilización. La falta de preparación en el ámbito de las auxiliares de enfermería es patente, en su opinión, y advierte que han presentado una denuncia por una falta de seguridad en el trabajo. “A los técnicos de enfermería aún no les ha dado nadie un curso de formación”, advierte.
Respecto a la falta de adecuación del Hospital Carlos III de Madrid para tratar esta enfermedad, las respuestas de los representantes sindicales evidencian una mala intuición hecha realidad. “Desde que la Comunidad de Madrid anunció su plan de sostenibilidad pedimos que se eliminase el desmantelamiento del centro. El Carlos III, por su situación y sus características, es el centro que mejor se adapta para estos casos y era el de referencia para enfermedades contagiosas. Ahora no”, lamenta.
“Lo ideal es que vuelva a ser el centro de referencia y se equipe con lo necesario, como un banco de sangre y un laboratorio, que ahora no tiene”, continúa. Para Elvira González, el veredicto de los expertos demuestra irresponsabilidad por parte de los políticos: “Si desmantelas el único centro especializado en enfermedades infecciosas, no traigas a nadie hasta haberlo reestructurado”, concluye.