La sección de Micromachismos de eldiario.es cumple seis años: “El patriarcado nos la ha metido doblada”
El sexo y el placer de las mujeres son también parte de la agenda feminista de este ocho de marzo. Así que hablemos de deseo, identidad, afecto, hablemos de orgasmos, de no orgasmos... Este lunes la sección de Micromachismos de eldiario.es ha celebrado su sexto cumpleaños en un encuentro que ha contado con invitadas de lujo y que rápidamente ha colgado el cartel de completo.
“Vengo porque me interesa la línea del diario.es, trata temas de mi generación que me hacen sentir cómoda”, explicaba Lucía Martín, periodista de formación y asistente a la charla. “Estoy desubicada, quiero saber qué está pasando, las cosas siguen igual que en mi época”, contaba, sin embargo, Isabel García, de 68 años antes de que diera comienzo el evento, “mi hija acaba de dejar su trabajo por el acoso que sufría. Era la única mujer en una empresa de cuatro personas y todos los días la decían cosas del tipo: 'Con lo que te pagamos podrías darnos un beso a cada uno'”.
El machismo existe, el peso del patriarcado condiciona la intimidad, la forma de expresarse —y callarse— de las mujeres. “No estamos en 1928, estamos en la época del satisfyer”, reversionaría Clara Sanchis, actriz y música, en su monólogo fenomenal de un fragmento de Una habitación propia de Virginia Woolf. Remontándose y recordando de dónde venimos, aquellas primeras voces de clase alta levantaron la voz contra la desigualdad: en las universidades de mujeres no se comía perdiz y merengue en bandejas de plata y no se bebía vino como en las de hombres. En las residencias femeninas, en sillas de metal y paredes de ladrillo, se comían sopas y carne hervida, y galletas humedecidas en vasos de agua.
A la lectura dramatizada de Sanchis, un texto versionado y dirigido por María Ruiz con el que recorren los escenarios de todo el país, le ha seguido la intervención de Ana Requena Aguilar, la redactora jefa de género de eldiario.es. Y se ha mojado, ha dejado de lado las voces que la advertían de que hablar sobre sí misma, su sexualidad y su deseo la harían parecer una periodista “poco seria” y ha contado del origen de su libro: una maleta que en mitad de un vuelo adquirió vida propia y puso en alerta a todo Barajas. 'Feminismo vibrante' es el título de su obra por el pudor inicial que sintió cuando explicó que lo que sucedía no era nada más que el vibrador con el que viajaba se había encendido por error.
Requena Aguilar ha dado paso a la sexóloga feminista Marta García Peris, y junto a la ilustradora María Hesse, han compartido sus ideas y vivencias en torno a sexo, porno, tradiciones, masturbación, relaciones… “Con el tema de la educación afectivo-sexual el patriarcado nos la he metido doblada, porque se ha olvidado de la parte afectiva”, señalaba Hesse, autora de 'El placer', un libro donde relata la historia de la sexualidad femenina.
Esa falta de educación y el silencio incómodo entorno al cuerpo y el deseo desde la infancia, que ni siquiera se trata en las mujeres, como si al no mencionarlo el tabú de la masturbación femenina no existiera, tiene que ver con la tradición, con la religión, apuntaba García Peris. “Santa en la calle, pero puta en la cama…” comenzaba la sexóloga. “Pero lo justo”, apuntaba Hesse. Por eso, “si muchas mujeres seguimos compartiendo estas experiencias es porque permanece este prejuicio”, añadía Requena Aguilar,“podemos ser seres deseantes sin dejar de ser deseadas”, rizaba.
El patriarcado presiona por mantener esa idea de mujer mojigata, sumisa, dependiente. Ante la presión de las calles se abre tímidamente pero camina en falso: que la mujer sea libre, pero no tanto. De ahí la preocupación por el porno machista y violento que los adolescentes cada vez consumen a edades más tempranas. La preocupación por la falta de educación afectivo-sexual y de la comunicación. No hace falta tener 'La conversación' con tus hijos, sino que es necesario naturalizar la sexualidad, conocerse en pareja y en solitario, averiguar qué nos gusta y qué no… “Normalizar, porque la sexualidad está en muchas partes”, zanja García.
Y antes de cerrar el debate otro apunte de una mujer de 60 años, con más experiencia que la mayoría en el público —mayoritariamente femenino y joven—, ha levantado los aplausos: “Estamos debatiendo lo mismo que en mi juventud, ¿cómo hacemos para avanzar?”. El patriarcado aprieta, cada vez que hay un avance la tradición y el sistema impuesto se cierran sobre sí mismos, responde García Peris. El boom del satisfyer ha puesto el clítoris en el centro, pero no es suficiente: “El feminismo capitalista nos pasa por encima”, advierte Rocío Saiz, cantante de Las Chillers y Monterrosa, que actuó el año pasado en el evento de eldiario.es y esta vez ha venido como público.
Para terminar, el broche final lo han puesto Las Odio: Ágata Ahora, Alicia Holgado, Paula J. J. y Sonsoles Rodríguez. El cuarteto de mujeres ha puesto sobre la mesa otros temas también transversales para las reivindicaciones del 8M: que la precariedad tiene nombre de mujer y que el feminismo no es solo blanco y heterosexual. Y así ha terminado la velada en el Café Berlín, en pie al ritmo de “lo quiero todo y mucho más” de Las Odio, listas para el 8M.
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