El seleccionador español del equipo masculino, Luis de la Fuente, no dimitirá y se mantendrá en el cargo pese a haber aplaudido la intervención de Luis Rubiales en la pasada asamblea de la Real Federación Española de Fútbol. El entrenador ha pedido disculpas por aquel gesto y pide que se le cese solo por los resultados y no por un “error humano”. En una rueda de prensa con motivo de la convocatoria de la selección ha asegurado que lo vivido en aquella reunión del máximo órgano del fútbol español “son unos hechos injustificables”.
“He recibido duras criticas. Son totalmente merecidas, lo lamento, lo comprendo y pido perdón por ellas”, ha apuntado. “Queda claro que siempre estoy del lado de la igualdad, tengo que mejorar y hay que seguir trabajando, hemos mejorado y seguiremos haciéndolo, todos tenemos que mejorar”, ha defendido, sin aclarar por qué aplaudió las palabras de Rubiales sobre el “falso feminismo”. “Cuando vi horas después como había actuado... hoy no lo haría igual”, ha insistido.
Preguntado por esos aplausos a las críticas de Rubiales al feminismo, el seleccionador español ha defendido que “ya censuré la postura de los actos que se habían producido”, apuntando que en esa censura se encontraban esas palabras. “No tengo que dimitir, tengo que pedir perdón. Es un error humano, inexcusable. Ahora mismo, no lo volvería a cometer, estoy del lado de la igualdad y el respeto”, ha insistido.
De la Fuente ha dado así su primera rueda de prensa después de que hace una semana aplaudiera el discurso de Rubiales durante la última asamblea de la RFEF. Horas después, cuando Rubiales fue suspendido por la FIFA, De la Fuente publicó un comunicado condenando la actuación del presidente del organismo.
Esta actuación dejaba a De la Fuente tocado como seleccionador nacional de fútbol masculino, al igual que el futuro de Vilda en la femenina. Sin embargo, el presidente en funciones, Pedro Rocha, ha ratificado en los últimos días a De la Fuente en el cargo.
El seleccionador ha achacado sus aplausos a que acudió a la reunión de la asamblea esperando una “dimisión” de Rubiales. “Acudí convencido, al igual que el resto, que era un acto protocolario de despedida de un presidente”, ha señalado. “Fue una situación distinta para la que yo no estaba preparado”, ha zanjado.
En el comunicado, De la Fuente criticó la actuación de Rubiales, pero no nombró a Jenni Hermoso, la jugadora que recibió el beso no consentido de Rubiales durante la celebración por la obtención del Mundial de fútbol. “Todos recordamos lo que sucedió. Ni Jenni ni el resto de sus compañeras son responsables de lo que allí sucedió”, ha apuntado, en esta ocasión sí, nombrado a la delantera.
De la Fuente ha defendido que no se siente traicionado por el presidente de la RFEF, ahora suspendido. “No me sentí traicionado, pero fuimos todos pensando que era un acto de despedida y entramos en shock cuando vimos que no era así”, ha apuntado. Ha achacado su tardanza en reaccionar con el comunicado a que “no tengo los recursos literarios que tenéis los periodistas”. “Nunca había vivido una situación de ese estrés emocional”, ha asegurado. “Me quedé en blanco, la situación me superó”, ha insistido.
El seleccionador ha elevado el tono ante las distintas preguntas sobre si debería de dejar el cargo. “Me gustaría que me cuestionaran por los resultados, es lo que manejo con tranquilidad. No me siento cómodo con que se me cuestionen valores y principios que tengo interiorizados”, ha defendido.