La teleasistencia deja de ser gratis
A priori 3 ó 12 euros parecen poco. La perspectiva cambia cuando se habla de un servicio vital para muchas personas mayores y dependientes como es la teleasistencia (un collar o pulsera que lanza una señal de alarma a los servicios sanitarios en caso de urgencia). Y mucho más si se trata de beneficiarios de pensiones muy bajas, incluso por debajo del IPREM (el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples, congelado desde 2010 en 532,51 euros al mes) y se suma este gasto a otros “copagos” por las medicinas, los centros de día o la ayuda domiciliaria.
La realidad con la que los mayores dependientes y discapacitados españoles se han encontrado en estos últimos meses es que van a tener que comenzar a pagar por este servicio que hasta ahora, en la mayor parte de casos, era gratuito. La supresión de un plumazo por parte del Gobierno central de la partida presupuestaria destinada a la teleasistencia en los Presupuestos Generales de este 2013 (en 2012 fue de 28,9 millones de euros) ha provocado que las autonomías y los grandes ayuntamientos tengan que hacerse cargo de un servicio que sufragaba al 65% el Imserso y al 35% la Administración local. El resultado: externalización, reducción del número de beneficiarios y copago.
En Madrid el pasado mes de julio comenzaron a pagar el servicio de teleasistencia los nuevos usuarios, y en enero de 2014 el copago será extensivo a todos. Si antes pagaba un 2% de los 133.216 usuarios de teleasistencia de la capital, en concreto las personas con las rentas más altas y menores de 80 años, la realidad es que ahora lo hará más del 65% en función de sus ingresos. De este modo, los que perciban entre 460,29 y 614,29 euros pagarán tres euros (un 25,3% del total), seis euros será la cuota para las pensiones entre 614,29 y 768,30 euros (18,8%), nueve euros para las que oscilan entre 768,30 y 999,32 euros (13,7%) y 12 euros para los que cobran más de 999,33 euros (7,9%). Quedarán exentos de pago los usuarios que cobren hasta 460,29 euros al mes, lo que supone el 34%.
Las notificaciones del copago a los usuarios de este botón salvavidas comenzaron el mes pasado. Mayores como Rafael García comenzaron a recibir la llamada telefónica de las empresas concesionarias para informarles de que tendrían que asumir una parte del gasto del servicio a partir del 1 de enero de 2014. Se trata de Servicios Teleasistencia, Asispa y la UTE Personalia y Servicios de Telemarketing, cuyo contrato se prorrogó en marzo por cerca de 88 millones de euros hasta octubre de 2016. “Me dijeron que tenía que pagar una cuota según la renta. Que fuéramos a los servicios de Hacienda de la junta de distrito y presentáramos la declaración y un número de cuenta para domiciliar los recibos. Y que lo máximo que pagaríamos sería 12 euros al mes, aunque nos notificarían la cuantía”, explica María Paz a eldiario.es sobre el caso de su padre, usuario desde hace siete años de la teleasistencia.
Otros, como el director de cine José Luis Cuerda, publicaba esta semana en Twitter: “Acaban de comunicarme como afectado que a partir de enero el servicio de teleasistencia del Ayuntamiento de Madrid será de pago. Ea”. Lo que no está claro es cómo resolverán los trámites aquellos mayores que tengan problemas de movilidad o necesiten ayuda.
“Hay que gente que ya ha pedido darse de baja”
“Hay que gente que ya ha pedido darse de baja”Las cuotas se pagarán directamente mediante domiciliación bancaria o transferencia a las empresas concesionarias. En el caso de impago, aseguran desde el Ayuntamiento, “se estudiará cada caso individualmente” para valorar la situación económica y de dependencia del usuario. Es difícil saber el efecto que tendrá el copago en el número de usuarios a partir de enero, pero una trabajadora de una de las empresas concesionarias de la capital ha confirmado a eldiario.es que “hay gente que ya ha pedido darse de baja. Son pocos, pero ya hay casos. Y la mayoría de personas con las que hablamos se quejan porque es un gasto más a sumar a los muchos que ya tienen”.
Ese es precisamente uno de los aspectos que destaca María del Prado de la Mata, concejal de Familia y Servicios Sociales de IU Madrid: “No es solo este 'repago'. Cuando vas sumando los copagos a muchos les quedan apenas 100 euros para vivir. Es una vergüenza porque afecta a los más débiles. Las personas mayores están viviendo en la precariedad más absoluta”.
En el resto del país el panorama es similar. Gobiernos autonómicos y grandes consistorios gestionan las concesiones a falta de ayudas estatales, lo que deriva en copagos y menor cobertura. En Alicante, la Diputación asume la gestión para los municipios de menos de 100.000 habitantes, con copago desde el año que viene. En el Ayuntamiento de Alicante el coste saldrá de las arcas municipales. Algo, que según sus propios cálculos, dejará sin el servicio, a falta de buscar alguna solución extraordinaria, a 775 personas (en la actualidad atienden a 3.015 mayores y en 2014 prevén llegar a 2.240).
En Oviedo UPyD ha denunciado que se están produciendo ya suspensiones del servicio de teleasistencia debido “a lo gravoso del copago”. En Santander el Ayuntamiento ha aumentado un 9,5% el presupuesto de teleasistencia para 2013. El servicio es gratuito para las personas con rentas más bajas, mientras que los usuarios que cobran por encima del IPREM pagarán 29 céntimos diarios y 53 céntimos los que superen este índice en 1,5 veces. Sin embargo, la empresa encargada del servicio en Santander y otros municipios cántabros ha tenido que reducir su plantilla en lo que va de año al 40%: ha bajado un tercio el número de usuarios en la región.
También se está aplicando el copago en Castilla-La Mancha. El servicio es gratuito para las personas con un ingreso mensual inferior a 532 euros (IPREM). En cambio, los que cobran entre 532 y 760 euros pagan el 50% y el 90% para las rentas superiores a 760 euros, es decir 11,23 euros. En Andalucía el servicio cuesta 18 euros al mes y las bonificaciones van desde el 100% para los casos más severos (mayores de 80 años que viven solos o dependientes que cobren menos del 75% del IPREM), 3,60 euros al mes para los que superen este nivel de renta y 10,80 euros al mes para los discapacitados.