La UE considera que ómicron supone un riesgo “muy alto” para Europa

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —
15 de diciembre de 2021 15:10 h

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La probabilidad de una mayor propagación de la variante ómicron en la UE es “muy alta”. Y el nivel general de riesgo para la salud pública asociado con una mayor aparición y propagación de esta variante es “muy alto”. Éstas son algunas de las conclusiones de la última evaluación de riesgos del Centro de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) de la Unión Europea.

El informe del organismo comunitario, con sede en Estocolmo, amplía la evaluación de la pandemia, incluida la aparición y propagación de ómicron. Así, el ECDC espera un rápido aumento de los casos de ómicron “en los próximos dos meses”, si bien la variante delta “sigue siendo la variante más frecuente”.

Sin embargo, según las predicciones de modelos del ECDC, “es probable que ómicron se convierta en la variante dominante en la UE en los dos primeros meses de 2022”.

Así se ha expresado también la comisaria europea de Sanidad, Stella Kyriakides: “Ómicron es una amenaza real y probablemente se convertirá en la variante dominante a principios de 2022. Los aumentos en los casos traerán más hospitalizaciones, ingresos a la UCI y pérdida de vidas. Mientras nos preparamos para la Navidad, no podemos dejar de lado la precaución”.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha afirmado en el pleno del Parlamento Europeo, en Estrasburgo: “Lo que me preocupa es que ahora también estamos viendo una nueva variante en el horizonte, ómicron, que claramente es aún más contagiosa. Cuando observamos la tasa de duplicación de nuevas infecciones, vemos que estamos en dos o tres días. Es extremadamente rápido. Además, los científicos nos dicen que a mediados de enero ómicron será la variante dominante en la mayor parte de Europa”.

“Hospitalizaciones y más muertes”

“Incluso si la gravedad de la enfermedad causada por ómicron es igual o menor que la gravedad de delta”, reflexiona el organismo, “el aumento de la transmisibilidad y el crecimiento exponencial resultante de los casos superarán rápidamente cualquier beneficio de una gravedad potencialmente reducida”. Por lo tanto, el ECDC considera “probable” que ómicron cause “hospitalizaciones y más muertes de las que ya se esperaban en pronósticos anteriores que solo consideran a delta”. 

En este sentido, el ECDC insiste en que la reintroducción rápida y el fortalecimiento de mascarillas y medidas de distanciamiento social son “necesarias para reducir la transmisión delta en curso, ralentizar la propagación de ómicron y mantener asumible la carga relacionada con la COVID-19, y ralentizarán la propagación de ómicron, para permitir que los países ganen tiempo para una mayor implementación de la vacunación y evitar un alto impacto repentino de la propagación de esta variante”.

La institución comunitaria insiste en que “la vacunación sigue siendo clave para reducir el impacto de ómicron, al tiempo que se aborda la circulación de la variante delta. Las dosis de refuerzo aumentarán la protección contra las consecuencias graves de delta y posiblemente de ómicron”.

El ECDC también pide “considerar la planificación inmediata para una mayor capacidad de atención de la salud para tratar el mayor número esperado de casos. La comunicación de la importancia de estar completamente vacunado y ponerse una dosis de refuerzo sigue siendo vital.

La directora del ECDC, Andrea Ammon, ha afirmado: “La variante ómicron ha suscitado serias preocupaciones debido a los informes preliminares, hay indicios de que la transmisión comunitaria ya está en países europeos, y, según las predicciones de modelos, es inminente un aumento rápido de los casos de ómicron. Por eso, consideramos la probabilidad de una mayor propagación de la variante ómicron en la UE como muy alta, y se considera muy probable que cause hospitalizaciones y muertes adicionales, además de las que ya se esperaban de los pronósticos anteriores que solo consideran la variante delta.

“En la situación actual”, prosigue Ammon, “la vacunación por sí sola no nos permitirá prevenir el impacto de la variante ómicron, porque no habrá tiempo para abordar las brechas de vacunación que aún existen. Es urgente que se tomen medidas enérgicas para reducir la transmisión y aliviar la pesada carga sobre los sistemas de salud y proteger a los más vulnerables. Es necesaria una rápida reintroducción y fortalecimiento de las intervenciones no farmacéuticas para reducir la transmisión delta, ralentizar la propagación de la variante ómicron y mantener manejable la carga relacionada con COVID-19.

El ECDC también recomienda a los gobiernos “considerar una reducción de mezclas entre hogares y tener precaución adicional si se viaja y el contacto entre personas durante las vacaciones. La vigilancia genómica sigue siendo de gran importancia y se debe realizar la secuenciación del genoma para confirmar la infección con una variante específica”.