“Ojalá estuvieran todos muertos”. Es lo que una víctima de la trata y de los abusos sexuales, una mujer de 19 años, de un Estado miembro de la UE, le dijo a Myria Vassiliadou, coordinadora de la oficina contra la trata de personas en la Comisión Europea. Esta mujer, ha explicado Vassiliadou en el Parlamento Europeo en la presentación del informe del Ejecutivo comunitario sobre trata, fue encerrada durante meses, en los que recibió todo tipo de abusos.
“Una amiga, también nacional de la UE, le dijo que podía ir trabajar en un café, un bar de su ciudad. Eran amigas desde el instituto y confiaba en ella”, ha explicado Vassiliadou, en una sesión mixta de la comisión de Derechos de la Mujer con la comisión de Libertades civiles, Justicia e Interior: “Viajó por medio de un hombre que le pagó el billete de autobús al otro Estado miembro. Cuando llegó, la encerraron en un pequeño apartamento, la obligaron a casarse con un nacional de un país tercero y la encerraron meses y la violaron por clientes y usuarios tanto de dentro como de fuera de la UE. Los vecinos se dieron cuenta de la situación, denunciaron a la policía y volvió a su país”.
“La conocí en un refugio de su país”, concluyó Vassiliadou: “Tenía un linfoma pero no tenía acceso a los servicios sanitarios, y no denunció a los delincuentes por miedo a las represalias contra su familia. Después de dos meses en el refugio se iba a la calle, con 19 años y cáncer”.
Entre mujeres, hombres y niños, el informe indica que el número de víctimas registradas de la trata en el periodo 2015-2016 asciende a un total de 20.532. Pero es probable que el número real sea muy superior, pues muchas víctimas quedan sin registrar. “Es la punta del iceberg”, ha reconocido Vassiliadou.
Las mujeres y las niñas siguen siendo las más vulnerables (68%), mientras que los menores representan el 23% de las víctimas registradas, afirma el informe de la Comisión Europea, de diciembre pasado con datos de 2015 y 2016, presentado este jueves en la Eurocámara por el Ejecutivo comunitario.
La trata con fines de explotación sexual sigue siendo la forma más extendida (56%), seguida de la trata para explotación laboral (26%).
El número de enjuiciamientos y condenas es bajo, según el informe: 5.979 enjuiciamientos y 2.927 condenas, de las cuales solo 18 se deben a la utilización a sabiendas de servicios prestados por víctimas.
El informe también subraya un aumento de la trata dentro de los Estados miembros, que se ceba cada vez más en los jóvenes y las personas con discapacidad, y la utilización de Internet y las redes sociales para captar a las víctimas, junto con el mayor riesgo de trata que se plantea en un contexto de migración.
“En el informe aparece un lamento por la falta de datos de los Estados”, ha afirmado María Eugenia Rodríguez Palop, cabeza de lista de Unidas Podemos a las elecciones europeas y vicepresidenta de la comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género de la Eurocámara: “Además, se plantea la victimización secundaria por la aplicación de sanciones: en la directiva europea se anima a no enjuiciar a las víctimas, pero no se impide el enjuiciamiento”.
“La trata es un negocio muy lucrativo”, ha insistido Vassiliadou: “Hay que abordar la cultura de la impunidad y el modelo de negocio. ¿Qué ocurrió con todos esos clientes que violaron a esa mujer de 19 años? Nada. Las víctimas tienen derechos. Lo que no tenemos es el acceso a esos derechos de las víctimas. Se trata de un fenómeno de género, de menores, de derechos humanos. Hemos observado una tendencia de los políticos de alejarse del problema por 'fatiga'. Si los políticos tienen esta fatiga, ¿por qué no hablamos con las víctimas antes de entrar en esa fatiga? La trata se produce porque hay quienes se lucran de esta explotación –30.000 millones anuales, la punta del iceberg, según Europol– y porque hay alguien que lo quiere explotar. Si dejamos de lado lo rentable y quienes abusan, no se habría producido el caso de trata”.
Vassiliadou ha insistido: “Según Europol, la prostitución de menores es muy rentable, los clientes están dispuestos a pagar por tener sexo por un menor. Hay vacíos jurídicos. Penalizamos a los empleadores pero hay que ver para el resto de delito. Recuerdo cuando se decía que no se podían penar las violaciones”.
“Me gustaría que estuviesen todos muertos”, decía aquella mujer explotada de 19 años. “Que se les lleve ante la justicia”, exigía Vassiliadou .