La vacuna contra la bronquiolitis anticipa un invierno con menos bebés ingresados

David Noriega

9 de diciembre de 2023 22:37 h

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La temporada epidémica de virus respiratorio sincitial (VRS) es un viejo tormento en los hospitales españoles. Plantas pediátricas tensionadas, cirugías pospuestas y UCIs abarrotadas son la tónica habitual cuando esta infección, la principal causante de la bronquiolitis, llegaba cada año a las vías respiratorias de los más pequeños. A las puertas de las semanas claves, diferentes asociaciones científicas y hospitales se muestran optimistas. Desde octubre, las comunidades han ido inmunizando, por primera vez, a los nacidos a partir del 1 de abril, y el escenario en este momento no tiene nada que ver con el de 2022 por las mismas fechas.

Si en la última semana de noviembre del pasado año en el Hospital pediátrico Sant Joan de Déu, de referencia en Catalunya, las camas de cuidados intensivos pediátricas estaban dedicadas casi en exclusiva al VRS, fuentes del centro aseguran que, a las puertas de la época de mayor incidencia, la inmunización se ha notado en el alivio de estos espacios. “Hay menos casos de menores de seis meses, sobre todo por bronquiolitis, gracias a la vacunación”, indican.

“Todavía es pronto, pero donde hemos empezado con el anticuerpo a principios de octubre, los ingresos se están produciendo en mayores de seis meses”, explica el coordinador del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, Francisco Álvarez. En septiembre, la Ponencia de Vacunas del Ministerio de Sanidad recomendó a las comunidades administrar a los bebés menores de esa edad el anticuerpo monoclonal nirsevimad. Aunque se ha asimilado con una vacuna, en lugar de hacer que el propio organismo genere los anticuerpos, este fármaco se inyecta directamente para generar protección a los bebés.

La indicación general era comenzar a vacunar a los nacidos a partir del 1 de abril al inicio de la temporada de mayor circulación de virus respiratorios, en octubre, y a los recién nacidos hasta el 31 de marzo. Con esto, se cubre a la población menor de seis meses, en quienes el virus incide con mayor afectación y que suelen presentar cuadros más graves de bronquiolitis que, además, no tiene tratamiento. De hecho, en España se calcula que uno de cada 56 bebés sanos es ingresado durante sus primeros 12 meses de vida por esta causa.

Datos de coberturas “excelentes”

Según la información recabada por la Asociación Española de Pediatría, con datos de Andalucía, Murcia, Valencia y Galicia, las coberturas de inmunización frente a este virus se sitúan en torno al 90%. En Asturias, según datos de la Consejería de Salud, la vacunación ha alcanzado al 98,7% de los bebés. En Madrid, la tasa es “bastante elevada”. A falta de los datos de cobertura, se han puesto 26.000 dosis y, aunque desde el departamento de Sanidad aclaran que es pronto para hacer conjeturas, los datos de 2023 son notablemente mejores que los de 2022. Según el último informe de epidemiológico, mientras la incidencia de uno a cuatro años se mantiene, la de los menores de un año ha caído a la mitad. Desde otras comunidades deslizan que si no hay noticias de tensiones en los hospitales es porque la medida funciona.

Ana Grande Tejada es vicepresidenta segunda de la Asociación Española de Vacunología y pediatra en un hospital extremeño. “Aquí las dosis llegaron el 30 de octubre y la inmunización comenzó esa misma semana. El impacto en las hospitalizaciones está siendo muy importante: los lactantes menores de seis meses no ingresan por VRS y, desde luego, no entran en UCI ni con cuadros graves”, explica. El escenario es totalmente diferente al de otros años y, aunque habrá que vigilar la evolución de la incidencia, otras temporadas llegaban a registrar “siete u ocho ingresos nuevos al día”.

Según el Sistema de Vigilancia Centinela de Infección Respiratoria Aguda del Instituto de Salud Carlos III, la última semana hubo 81,5 casos de hospitalizaciones en menores de un año por VRS por cada 100.000 habitantes y en torno a 30 casos entre pequeños de uno a cuatro años. La misma semana de 2022 hubo 105 casos entre ambos grupos, más en cualquier rango.

Menos ingresos de bebés, más de mayores de dos años

La pasada temporada ya fue particular, por la coincidencia de tres virus respiratorios, el propio VRS, la gripe y la covid-19. Además, las altas temperaturas pueden influir en que las infecciones respiratorias agudas aparezcan en el margen más tardío. Sin embargo, en una comparación de temporadas no epidémicas de la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP) se ha apreciado que, pese a que la tasa de ingresos global de pacientes de urgencias se mantiene, “el número de bronquiolitis que se ven al día es menor y el número de ingresos por bronquiolitis y por bronquiolitis VRS positivos también es menor”, explica su presidenta, Paula Vázquez.

Si hay menos ingresos por bronquiolitis, ¿por qué se mantienen las hospitalizaciones globales? La respuesta está en el nicho ecológico. “El pico es similar porque el virus se ha desplazado a niños mayores. Como en los pequeños no tiene hueco, porque están inmunizados, 'busca' al hermano de dos o tres años”, explica Vázquez. En cualquier caso, lo que presentan estos pacientes no es la bronquiolitis que afecta a los más pequeños, sino broncoespasmo, que suele tener una evolución favorable, menos complicaciones y menos días de ingreso.

A la espera de la temporada alta del virus, los expertos consultados se aventuran a prever un invierno más tranquilo. Al menos, en línea con lo que se ha visto ya en Francia, Reino Unido y Alemania. En mayo, la European Society for Paediatric Infectious Disease presentó los resultados preliminares de un estudio que analizaba el impacto de nirsevimad en hospitalizaciones de menores de un año sanos en estos países. Los datos eran realmente esperanzadores: la investigación arrojó que los ingresos de los niños inmunizados se redujeron en un 58% frente a quienes no recibieron el anticuerpo.

Los datos definitivos que deje esta temporada y los nuevos avances harán necesaria una nueva evaluación de la situación. “Cuando podamos comparar las temporadas endémicas tendremos datos muy interesantes. Ahí veremos si el nirsevimad es eficaz, que claramente lo va a ser, pero que igual necesitamos ir más allá y ampliarlo a esos niños mayores, que están ingresando”, apunta Vázquez. Además, este 1 de diciembre se aprobó la comercialización efectiva de Abrysvo, una nueva vacuna contra el VRS para la protección pasiva de los lactantes. Esto es, para la inmunización materna durante el embarazo, lo que abre una nueva ventana. “Tendrá que ser Salud Pública la que decida”, indica Álvarez.

La cobertura de gripe, “regular”

Según los datos disponibles, la AEP considera que la cobertura de inmunización contra el VRS es “excelente”, pero España flojea en gripe. Este año, Sanidad ha incluido por primera vez esta vacuna para los menores de 6 a 59 meses (casi cinco años), pero el resultado, por el momento, es “regular”. En Andalucía llegaba al 32%; en Galicia, al 40%; en Murcia, al 42,7%; y en Madrid ni siquiera alcanzaba el 10%.

“La población considera que la gripe es una enfermedad banal, porque la confunde con un resfriado, pero en el caso de los niños menores de cinco años es una causa de hospitalización importante y tiene complicaciones asociadas, como una mayor incidencia de otitis, neumonías y meningitis”, explica Grande Tejada.