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El verano más mortal desde 1950: España registra 20.000 muertes más de las esperadas entre junio y agosto

Exceso de mortalidad verano 2022

Ana Ordaz / Raúl Sánchez

10 de septiembre de 2022 23:15 h

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El de 2022 ha sido el verano más mortal de los últimos 72 años en España. En los meses de junio, julio y agosto han fallecido 120.000 personas, alrededor de 2.500 defunciones por cada millón de habitantes. La última vez que se registró una proporción similar fue en el año 1950. Aunque la población del país ha variado considerablemente desde los años cincuenta (entonces éramos 28 millones y ahora más de 47), la tasa de mortalidad se ha mantenido año tras año entre los 1.800 y los 2.100. Hasta 2022.

En números absolutos, es el verano con más muertes en nuestro país desde 1941, según datos del sistema de monitorización de la mortalidad diaria (MoMo) y de la Estadística de defunciones del Instituto Nacional de Estadística (INE) analizados por elDiario.es. Casi 120.000 personas han fallecido por todas las causas en los últimos tres meses. Esta cifra representa más de 20.000 muertes por encima de las que se esperaban para el periodo de junio a agosto.

Ni siquiera hace dos años, en los primeros meses de la pandemia de coronavirus, las cifras estivales de mortalidad llegaron hasta donde lo han hecho este año. La mortalidad ha aumentado un 13% respecto al verano pasado, y un 18% respecto a 2020, el primer verano pandémico. Además, hay que tener en cuenta que estas cifras podrían ser incluso mayores, ya que los datos de mortalidad de 2022 aún no están consolidados y pueden producirse retrasos en las notificaciones a Sanidad.



Al plasmar la serie histórica de mortalidad sobre el gráfico anterior, destaca un pico, el de 2003. No es un error: aquel verano fallecieron casi 100.000 personas en España, una cifra que estuvo directamente relacionada con la brutal ola de calor que asoló a Europa aquel año. Este, en cambio, las expertas y expertos parecen no encontrar una explicación definitiva que aclare a qué responden las inusuales cifras de mortalidad de junio, julio y agosto.

“Realmente no se sabe. Las muertes por el calor no explican ni de lejos el exceso de mortalidad. Sólo se puede especular”, explica Fernando Rodríguez Artalejo, profesor de Salud Pública en la Universidad Autónoma de Madrid. Respecto a las muertes por coronavirus, el profesor apunta: “Habría que saber cuántos fallecimientos son por Covid (neumonía bilateral) o por descompensación de patologías crónicas. De todas las muertes que se certifican como Covid este año, sólo entre el 30-40% son por la infección, por lo tanto no parece probable que el coronavirus vaya a ser el causante de una parte importante del exceso de mortalidad”.

El INE publica periódicamente su estadística de defunciones según la causa de muerte, pero se trata de una operación estadística que lleva tiempo elaborar. Los últimos datos disponibles son los de 2020. Así, los datos de 2021 no estarán disponibles hasta finales de este año, y para conocer el detalle de los decesos de 2022 habrá que esperar hasta finales de 2023. Rodríguez Artalejo destaca que esos datos constituyen “la única información que podría dar algún tipo de pista”.

Ni siquiera hace dos años, en los primeros meses de la pandemia de coronavirus, las cifras estivales de mortalidad llegaron hasta donde lo han hecho este año. La mortalidad ha aumentado un 13% respecto al verano pasado, y un 18% respecto a 2020

Varios expertos insisten en las incertidumbres alrededor de las causas de este exceso de mortalidad y destacan que todavía no podemos saber por qué está sucediendo esto, aunque apuntan a una serie de factores que han podido confluir para crear una “tormenta perfecta”.

El calor, un factor clave (pero no el único)

Uno de los elementos clave de la mortalidad en verano es el calor, tal y como señalan expertos consultados por este medio. Las temperaturas de este año han sido muy altas y constantes. Ha sido un verano con termómetros nunca vistos en gran parte de España, que se han salido de los registros por su duración, crudeza y expansión territorial. Una tendencia que se agrava cada año como consecuencia de la crisis climática y que este verano se ha saldado, por primera vez, con 42 días de ola de calor.

Ha sido el verano más caluroso en media España desde que hay registros. Hasta 31 provincias han soportado el verano más caluroso de su historia, y otras siete, el segundo. Si nos fijamos en las temperaturas máximas, diez provincias alcanzaron su récord histórico, con diferencias de hasta 18 grados por encima de lo habitual.

La correlación entre temperaturas extremas y mortalidad se repite en España verano tras verano. El cruce de los datos del MoMo y de la AEMET muestra cómo la mortalidad se dispara en las olas de calor cada vez más extremas. El siguiente gráfico muestra lo que hemos vivido en 2022: las muertes subieron especialmente durante los grandes episodios de calor de junio, julio y agosto.



María del Campo Giménez, médica de familia y comunitaria del Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud (PAPPS) de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), explica que “la mortalidad asociada al calor no se cuantifica únicamente con lo que se conoce como 'golpe de calor', sino que también se relaciona con el agravamiento de patologías ya existentes, como por ejemplo las enfermedades cardiovasculares, respiratorias, pulmonares, renales, gastrointestinales o incluso neurológicas”.

Los efectos del calor extremo sobre la salud son innegables, pero los expertos consultados señalan a otros factores. Uno de ellos sería la debilidad del sistema sanitario tras la pandemia. En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, las listas de espera para una prueba diagnóstica o para consultas externas están en máximos, y siguen creciendo. Aunque la pandemia no ha acabado, el experto en registros de enfermedades y mortalidad Óscar Zurriaga comentaba: “Creo que la COVID-19 está interviniendo [en el exceso de muertes], pero no creo que sea la causa principal, me sorprendería”. En resumen, los especialistas consultados coincidían en valorar que la elevada mortalidad de este verano es “una especie de tormenta perfecta” de exceso de temperaturas, resquicios del coronavirus y peor asistencia sanitaria.

Un fenómeno a lo largo y ancho del país

El récord de mortalidad se repite en prácticamente todo el territorio. En el gráfico que se muestra a continuación se puede explorar la serie histórica de mortalidad en verano (meses de junio, julio y agosto) en cada comunidad autónoma. Hay que tener en cuenta que los datos de 2022 todavía no están consolidados, por lo que las cifras podrían aumentar en posteriores revisiones de la información.

Algunas de las regiones que más exceso de mortalidad acumulan entre junio y agosto son también las que han batido sus récords de temperatura. Por ejemplo, Navarra: alcanzó máximas que superaron los 42 grados, un termómetro extraordinario, 15 grados por encima de la media histórica. Ha sido la comunidad con mayor exceso de mortalidad, más de un 32%. En la Comunidad de Madrid las máximas rozaron los 41 grados, se registró el tercer día más caluroso de toda su serie histórica, y el exceso de mortalidad ha sido de casi el 27% este verano.


La mortalidad el verano de 2022 en cada comunidad

Evolución del número total de defunciones y por millón de habitantes cada verano (junio, julio y agosto) desde 1975 hasta la actualidad en cada comunidad autónoma. El dato de 2021 es la cifra provisional de defunciones y las cifras de 2022 están infraestimadas

Fuente: INE, MoMo (ISCIII)


Los datos señalan que el elevado exceso de mortalidad de este año es un fenómeno que han sufrido todas las comunidades autónomas sin excepción. En términos relativos, Navarra y Extremadura han sido algunas de las más afectadas, con un exceso del 30% o superior. En el extremo opuesto del ranking, Catalunya, Andalucía y La Rioja, con excesos de mortalidad entre el 14% y más del 15%.



A la cabeza de Europa en exceso de mortalidad

Los datos de EuroMoMo —un proyecto que monitoriza el exceso de mortalidad de países europeos— reflejan la excepcionalidad de España este verano. Nuestro país lleva desde junio la cabeza del indicador que mide la desviación del exceso de mortalidad. También lo estuvo durante la primera quincena de mayo, cuando tuvo lugar la primera y adelantada ola de calor de este año. La semana del 22 de agosto (últimos datos disponibles) este indicador se situaba en el 8,0; el segundo país en el ranking era Alemania (5,1) y el tercero Suecia (2,5), ambos muy por debajo de España.



Un reciente análisis del Financial Times apuntaba calor como uno de los factores que explicarían las elevadas cifras de mortalidad este verano en Europa, y ponía como ejemplo los casos de España y Portugal. “Es muy probable que el prolongado período de calor extremo de la Península Ibérica haya jugado un papel importante [en el exceso de mortalidad] ibérico”, afirmaba el periodista John Burn-Murdoch. Pero no es el único elemento que señala el analista.

En el caso de Reino Unido, el periodista del Financial Times plantea la hipótesis que “el colapso de la atención médica de emergencia en Inglaterra puede estar costando 500 vidas cada semana”. Y concluye: “Los retrasos en urgencias y emergencias son casi con total seguridad un factor importante [en el exceso de mortalidad]. Estos se derivan de la falta de capacidad del sistema hospitalario”.

Otros países vecinos, como Francia o Portugal, también sufrieron altos picos de exceso de mortalidad en el ecuador del verano. Sin embargo, ni en su peor momento llegaron a acercarse a la situación de España. Mientras que la semana del 18 de julio el indicador en España rozaba el 14, el país galo alcanzaba su máximo en 8,7; y el país luso lo había hecho una semana antes rozando el 8,0. Además, hacia finales de agosto ambos países habían moderado su curva de desviación ( en Francia incluso llegó a ser negativa), mientras que España seguía batiendo récords entre los países de Europa.

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