El 30 de junio, exactamente un año después de que los egipcios votasen a la Hermandad Musulmana liderada por Mohammed Morsi para convertirse en el primer presidente elegido democráticamente, millones de manifestantes llenaron el centro del Cairo y plazas por todo Egipto para pedir su dimisión.
El Ministro de Defensa, el general Abdel Fatah al-Sisi, se enfrentó a Morsi dándole 48 horas para atender las demandas de los manifestantes o se enfrentaría a una intervención militar.
Con todo el país pendiente de la cuenta atrás de los militares, VICE fue al Cairo para ver qué iba a suceder.